El Ayuntamiento de Barcelona inicia su campaña para cerrar los clubes de cannabis
El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado esta semana su campaña para cerrar los centenares de clubes de cannabis de la ciudad, muchos de los cuales ya han asumido que como máximo este otoño tendrán que bajar la persiana. El primer paso del consistorio ha sido notificar, a través de una carta, a las más de 200 asociaciones que deben modificar su actividad si no quieren tener que cerrar.
“La habilitación de la que dispone permite únicamente llevar a cabo la actividad de club social”, dice la carta enviada a los clubes, a la que ha tenido acceso elDiario.es. Según la carta del Ayuntamiento, estos recintos a partir de ahora solo podrán “proporcionar información, elaborar o difundir estudios y realizar propuestas, expresar de cualquier manera opiniones sobre la materia y promover reuniones o seminarios” sobre el cannabis. Según varios de los administradores de asociaciones cannábicas consultados, esto supone de facto el final de estos espacios.
La Justicia tumbó recientemente la normativa aprobada por el Ayuntamiento en 2016 -apoyada por una amplia mayoría en el pleno- que regulaba los más de 200 locales de este tipo en la ciudad. Con esta decisión, confirmada por el Tribunal Supremo, ha desaparecido el último paraguas legal que les quedaba a estos espacios en Barcelona, convertida durante la última década en la principal capital del cannabis en Europa incluso por delante de Ámsterdam, cuyo modelo de coffee shops lleva en vigor desde finales de los 60.
“En ningún caso”, continúa la carta, “se permite la promoción del consumo de cannabis, su cultivo, su distribución ni ninguna otra actuación o conducta que pueda ser constitutiva de infracción administrativa o penal”. Tras esta notificación, explican desde el Ayuntamiento, empezarán las inspecciones a todos estos recintos para comprobar que en su interior ya no se puede adquirir cannabis por parte de sus socios.
En la capital catalana estos espacios se han integrado plenamente en la vida de los consumidores de cannabis y buena parte de ellos adquiere ahí su sustancia. Bajo el concepto de club de fumadores han proliferado en Barcelona todo tipo de locales, desde algunos que se han adherido a un “código de buenas prácticas” del sector hasta los que se han abierto para vender marihuana gracias a lo que hasta hace poco se consideraba un limbo legal.
Lo que sí es un hecho es que los socios de todas estas asociaciones tenían la posibilidad de adquirir en estos recintos el cannabis que consumen. Esta opción tiene los días contados y casi todos los clubes prevén cerrar ante la imposibilidad de ser un espacio en el que sus socios pueden hacer acopio de la sustancia.
Ante esta decisión judicial que no se puede recurrir, la mayoría de los clubes de la ciudad está ya preparando el cierre. Entre los que asumen que los clubes de cannabis no persistirán en Barcelona está el aproximadamente millar de personas que hasta ahora trabajaban en estos recintos atendiendo a los socios o programando actividades. Muchos de ellos están ya buscando trabajo. “Parece que quieren que volvamos a los parques”, explicaba este jueves el administrador de una de estas asociaciones. “Con lo que nos exige el Ayuntamiento no podremos seguir”.
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