Frenazo a uno de las operaciones hoteleras más polémicas de Barcelona. El Ayuntamiento de Barcelona no dará la licencia para el hotel de lujo que la cadena Praktik quiere construir en Les Drassanes, en el distrito de Ciutat Vella, un proyecto que mantiene con las espadas en alto a los vecinos.
El consistorio ha conseguido en las últimas semanas un armazón legal a su favor: la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que ha anulado el plan de usos de Ciutat Vella aprobado por el anterior gobierno de CiU y un informe jurídico municipal que avala el freno a un hotel que sumaría 200 camas a uno de los barrios que más sufre la saturación turística de la ciudad.
La sentencia del TSJC deja la modificación del plan de usos de Ciutat Vella del convergente Xavier Trias a la altura de una chapuza administrativa pensada en exclusiva para fomentar nuevos hoteles en el barrio. El fallo, publicado el pasado mes de junio, señala la “contradicción” entre la memoria justificativa del plan y su parte dispositiva como motivo principal de su anulación.
Y es que en la memoria del plan de CiU se situaba como objetivo mantener o disminuir las plazas hoteleras en Ciutat Vella, pero a la práctica la norma permitía aumentar el número de habitaciones de hoteles hasta en un 345%, lo que se traducía en una pérdida de 2.029 viviendas para los vecinos. “La normativa del plan se corresponde con un modelo opuesto al de los objetivos proclamados”, señala el fallo de la sección tercera de la sala de lo contencioso administrativo del TJSC.
En consecuencia, el TSJC anula el plan de Trias por ser arbitrario e ir en contra de los principios constitucionales de seguridad jurídica y de legalidad en la actuación de la administración. Además, la sentencia recuerda que la norma municipal no justificaba el aumento en la planta hotelera ni incluía el plan de movilidad exigido por la Ley de Urbanismo y la Carta Municipal de Barcelona.
En base a esta sentencia, los servicios jurídicos municipales han redactado un informe que avala la decisión de no dar la licencia para el hotel. Al anularse los cambios en el plan de usos de Ciutat Vella de 2013, argumenta el dictamen al que ha tenido acceso este diario, la norma a tener en cuenta para atorgar o no la licencia del hotel de Drassanes es el plan de 2010.
Este plan, impulsado por la entonces concejal Itziar González, es más restrictivo que el de Trias, y especifica que no se podrán autorizar nuevas plazas hoteleras si antes no disminuyen. Esto implica mantener el número de camas de hotel en el barrio y supone un frenazo prácticamente definitivo al proyecto de Praktik. Por otro lado, el plan de alojamientos aprobado este mandato impide poner nuevas camas turísticas en Ciutat Vella aunque cierren hoteles.
Historial de denuncias vecinales
El mismo informe reconoce una de las principales denuncias vecinales sobre el proyecto de hotel: la ausencia de documentación relevante en el expediente urbanístico.“No se ha podido localizar un documento que tendría que formar parte de los expedientes”, señala el dictamen municipal. Entre la documentación perdida que motivó la presentación de una denuncia a la Oficina Antifraude por parte de la Plataforma Salvem Drassanes se encuentra la pieza final del expediente de modificación del plan del Raval, así como los recursos presentados por la entidad vecinal Taula del Raval.
El hotel que proyecta en les Drassanes la cadena Praktik, una de las empresas de Jose Maria Trénor Löwenstein, marqués de Serdañola, acumula un largo historial de denuncias vecinales. Los inicios se remontan a 1985, cuando se fijó como vivienda social el uso de los dos solares en los que Praktik ahora idea dos torres de cinco y diez plantas.
El sindicato UGT compró uno de los dos solares en 1986 para que su cooperativa de vivienda construyera los pisos sociales que finalmente no llevó a cabo, lo que no impidió al sindicato vender el terreno en 2003 con un beneficio de 1,4 millones de euros tras un cambio de planeamiento urbanístico.
Los vecinos, agrupados en la plataforma Salvem les Drassanes, se han cansado de tildar de “pelotazo” esta maniobra del sindicato. A la venta de los terrenos por parte de UGT le sucedieron otras tres operaciones hasta la última, a principios de 2015, por la que una filial de Praktik compró los terrenos por 22 millones de euros para construir sus dos hoteles de cinco estrellas.
En el plano político, el hotel de Drassanes es un quebradero de cabeza para el gobierno de los comuns desde su entrada al Ayuntamiento en mayo de 2015. El consistorio intentó que la Generalitat, en base a la normativa de patrimonio, suspendiera la tramitación del proyecto, petición a la que el entonces conseller de Cultura, Santi Vila, hizo oídos sordos. Con la sentencia del TSJC y el informe jurídico municipal, el consistorio se apunta un tanto y constata que su cautela para no otorgar la licencia al hotel, lo que le valió reproches de la oposición por “obstaculizar” el proyecto, tenía razones fundadas.