El Ayuntamiento de Barcelona otorgará en los próximos meses licencias de uso del espacio publico a 6.958 motocicletas y ciclomotores eléctricos y a 3.975 bicicletas de uso compartido, servicio conocido como “sharing”, cifras que prácticamente doblan a las que se estima que hay en la actualidad. Además, ya ha empezado a preparar normativas similares para otorgar también licencias los patinetes de alquiler, que acumulan más de 700 de multas en lo que va de año por aparcar en sitios públicos, según ha avanzado eldiario.es.
El concejal de Movilidad, Eloi Badia, ha presentado este jueves el decreto que regula el uso de motocicletas, ciclomotores y bicicletas de uso compartido a la ciudad, fruto de más de dos años de trabajos con las empresas del sector. Con este decreto ya puede entrar en funcionamiento esta nueva normativa y la tasa municipal para aparcar estos vehículos en la vía pública, de 71,51 euros por vehículo al año.
Badia ha destacado que el decreto ha incrementado substancialmente el numero total de licencias que previstas inicialmente por el consistorio. El concejal ha manifestado la voluntad de que el vehículo compartido “se consolide como una alternativa de movilidad viable” y con la regulación aumente la oferta y a la vez se eviten los problemas de saturación en algunas zonas del centro de la ciudad.
El número de licencias para el primer año para bicicletas de uso compartido en régimen de explotación económica se ha fija en 3.975 en toda la ciudad, de las que sólo se pueden adjudicar a una misma empresa un máximo de 1.325. En el caso de las motocicletas y ciclomotores el total en la ciudad se fija en 6.958 y por empresa 2.319.
Cada licencia, tiene una vigencia inicial de 3 años, que se podrá prorrogar por un año más a criterio del Ayuntamiento de Barcelona, previa petición del titular. El número total de licencias en la ciudad será revisado cada año, tal como prevé la normativa para poder hacer los ajustes necesarios, de acuerdo con la capacidad del espacio público para absorber estos nuevos vehículos.
El otorgamiento de la licencia irá condicionado al pago de la tasa municipal correspondiente prevista en la Ordenanza Fiscal 3.10 que para este año 2019 es de 71,51 euros anuales y por vehículo.
No más del 50% de la flota en el centro
Para la obtención y mantenimiento de la licencia establecen deberes y obligaciones de las personas titulares entre las que destaca la de garantizar el aparcamiento de bicicletas exclusivamente en los espacios previstos de acuerdo con la normativa vigente, es decir anclados a los aparcamientos en forma de U invertida y no concentrar más del 50% de la flota de cada operador en la zona centro por un periodo superior a dos horas consecutivas.
Las sanciones por no tener la licencia pertinente o por incumplimiento de las condiciones de uso del espacio público establecidas serán de 450,76 euros. En un comunicado, la empresa Mobike, una de las seis que ya se dedican a las bicicletas de uso compartido en Barcelona, ha felicitado al consistorio por la regulación, aunque cree que debería ser metropolitana.
También ha criticado que la tasa impuesta de 71,51 euros sea más elevada que la tasa de circulación de ciertos turismos y ha considerado que “sólo 3.975 licencias es muy poco, a pesar de que el Ayuntamiento tenga intención de ampliarlas a lo largo del tiempo”. Sobre los problemas de saturación, Mobike ha asegurado que compartir un vehículo no los provoca y ha reclamado medidas “más valientes”, como sustituir estacionamientos de coche en la calzada para estacionamientos de bicis