Barcelona “quiere hacer la vida imposible” a la corrupción y “ser implacable” contra las relaciones clientelares. Con estas palabras el periodista y ex diputado de la CUP, David Fernández, ha explicado su aportación a una iniciativa encabezada por el gobierno de Ada Colau, en concreto por el tercer teniente de alcalde derechos de ciudadanía, Transparencia y Participación Jaume Asens, que este jueves ha presentado la Oficina para la Transparencia y las Buenas Prácticas (OTBP).
El Ayuntamiento de Barcelona lleva trabajando desde hace meses en esta estructura especializada y que estará dedicada exclusivamente a investigar y hacer cumplir las denuncias ciudadanas sobre el mal funcionamiento de la administración. El gerente municipal de recursos, Joan Llinares, que presidirá la oficina, ha explicado que “no se quiere sustituir ningún organismo ya existente, sino complementar y profundizar los actuales”. Una reflexión que ha hecho para diferenciar la iniciativa de un hipotético departamento de Asuntos Internos.
La nueva estructura, aprobada este mismo jueves por el consejo de gobierno municipal, contará con 56 funcionarios del Ayuntamiento que estarán dedicados a hacer accesible a la ciudadanía la información concreta sobre contratos, convenios, normas municipales y datos económicos del consistorio. Llinares, que fue el encargado de relevar Félix Millet en la dirección del Palau cuando afloraron las irregularidades, ha avanzado que la oficina estará plenamente operativa a finales de año. Además del portal de la transparencia, el Ayuntamiento también creará un Buzón Ética, a través del cual los funcionarios y la ciudadanía podrán denunciar prácticas corruptas.
Asens ha explicado que la Oficina estará en constante contacto con el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, por si se pueden desprender acciones irregulares de las investigaciones de la Oficina para la Transparencia. Y es que uno de los pilares fundamentales será evitar los errores del pasado y la falta de “efectividad” de los mecanismos de control, como ocurrió en el caso del Palau de la Música. El Ayuntamiento también trabaja a fondo en en una nueva norma reguladora de lobbys y en un código ético de los altos cargos del consistorio.
La nueva estructura contará con reconocidos activistas que trabajan por la transparencia y contra la corrupción, como la portavoz de Xnet, Simona Levi o el periodista y ex diputado David Fernández. Levi, impulsora de dispositivos como 15MpaRato y coordinadora de Grupos Ciudadanos contra la corrupción en Catalunya, ha confesado sentirse “conmovida” por la “buena iniciativa y el rigor del texto presentado” tras años persiguiendo a las instituciones para impulsar medidas de transparencia. “Las instituciones no pueden aportar mucha información a la ciudadanía, dado que ha sido la ciudadanía quien ha asumido el liderazgo de la lucha por la transparencia”, ha explicado.
Por su parte, David Fernández, que presidió la comisión del Parlament sobre fraude y evasión fiscal y prácticas de corrupción política, ha denunciado “el cráter” que dejó la corrupción en los último ciclo político y ha citado el fraude fiscal, las contrataciones irregulares o la financiación irregular de los partidos: “Nos tenemos que felicitar por esta iniciática de carácter público-civil”, ha dicho. Enric Pons, miembro de la plataforma de auditoría ciudadana de la deuda; y Miguel Ángel Mayo, portavoz de Gestha, el sindicato mayoritario de los técnicos de Hacienda, también estarán vinculados con la OTBP.