Barcelona votará este viernes convertirse en ciudad contraria al TTIP
Barcelona puede convertirse este viernes en la ciudad más poblada de España que se declara contraria al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP por sus siglas en inglés) que negocian Estados Unidos y la Unión Europea. Barcelona en Comú, ERC y la CUP trasladarán al pleno la propuesta de la campaña “Catalunya no al TTIP”, que agrupa a una decena de entidades catalanas opuestas al tratado.
Previsiblemente, CiU, PP y Ciutadans votarán en contra. Los grupos proponentes buscan el apoyo del PSC, que todavía no ha avanzado el sentido de su voto aunque su líder, Jaume Collboni, ha criticado la medida. Collboni ha comentado irónicamente este miércoles que la del TTIP es la “gran iniciativa” del plenario, un tema que, en su opinión, “no toca” debatir en el pleno municipal.
No obstante, la moción sí fue apoyada por algunos grupos municipales socialistas de otras poblaciones. Es el caso de Santa Coloma de Gramenet (una ciudad cercana a Barcelona de 120.000 habitantes con alcaldesa del PSC, Núria Parlon), que el pasado marzo se declaró “ciudad libre” de TTIP. Por otro lado, el pasado mes de enero el PSC se unió a los demás grupos de izquierdas del Parlament (ERC, ICV-EUiA, CUP) para reclamar un referéndum sobre el TTIP, propuesta que fue tumbada por CiU, PP y Ciutadans.
El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, ha hecho un llamamiento este miércoles a las fuerzas municipales que estén en contra de la “opacidad” con que se están llevando a cabo las negociaciones del TTIP y a favor de la “soberanía democrática” para que apoyen la iniciativa. Desde ERC, la concejal Montse Benedí ha valorado que el TTIP puede contribuir a la pérdida de derechos y servicios públicos. Por parte de la CUP, la edil Maria José Lecha ha afirmado que el tratado supone un “ataque directo, frontal y salvaje a la soberanía de los estados y de los pueblos”.
En el Parlamento Europeo, los socialistas votaron junto a populares y liberales (grupo donde está integrado Ciutadans) a favor de un informe que respaldaba el TTIP. Los grupos que se oponen al tratado denuncian la creación de mecanismos de arbitraje entre inversores y estados que están por encima de la justicia nacional de los Estados afectados, además de las afectaciones del TTIP en los estándares laborales y medioambientales europeos.
Apoyo a los servicios públicos
La declaración que se votará este viernes recoge la proclamación de Barcelona como municipio opuesto tanto al TTIP como al tratado de libre comercio entre la UE y Canadá (CETA, por sus siglas en inglés) y al Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA, también por sus siglas inglesas), además de la defensa de los servicios públicos “básicos” para la solidaridad y la redistribución social.
En la declaración se muestra el apoyo a todas las iniciativas dirigidas a mantener el carácter público de la sanidad o la educación. Además, también pide que sean declarados bienes públicos no susceptibles de negociación de ningún tratado de inversión ni de transacción mercantil los servicios educativos, sanitarios, sociales, de pensiones, suministro de agua y energías.
Por otro lado, si la iniciativa logra la luz verde de plenario, Barcelona solicitará la derogación inmediata con carácter retroactivo de la Ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local, la llamada Ley Montoro, que Pisarello ha calificado de “punta de lanza” del TTIP, y que se legisle una nueva normativa enfocada a la mejora de la autonomía local.
