La polémica retirada del busto de Juan Carlos I del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona ha terminado en los juzgados. La delegación del Gobierno en Catalunya ha presentado una demanda contra el consistorio que encabeza Ada Colau por negarse a colocar un retrato del Rey en el salón de plenos municipal.
La demanda ha sido presentada tras la respuesta negativa del consistorio al requerimiento que la delegada del Gobierno, Llanos de Luna hizo llegar el pasado 27 de julio a la alcaldesa Ada Colau para que “de acuerdo con la normativa vigente, coloque en un lugar preferente del salón de sesiones” una efigie del actual rey Felipe VI. Llanos de Luna requirió al Ayuntamiento la colocación de una efigie del rey amparándose en la ley de bases del régimen local y en la ley de organización y funcionamiento de la administración general del estado. En el requerimiento, Llanos de Luna daba un mes a Colau para que adoptara las “medidas necesarias” para dar cumplimiento a la ley.
Precisamente mañana viernes el Ayuntamiento de Barcelona celebra su pleno ordinario, por lo que el busto de Juan Carlos corre el riesgo de eclipsar los puntos del orden del día del plenario, como ya ocurrió tras el primer plenario celebrado tras la retirada de la cabeza de Juan Carlos.
El Ayuntamiento de Barcelona retiró el pasado 23 de julio el busto dedicado a Juan Carlos I del Salón de Plenos del consistorio. El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello consideró que, al no ser ya Juan Carlos jefe del Estado, la presencia de su busto en la sala de plenos suponía una “anomalía” Pisarello añadió que estudiarían, junto con el resto de partidos, si se colocaba en su lugar una representación del Rey Felipe VI. Pisarello también mostró la voluntad del gobierno municipal de revisar desde el consenso la simbología y la iconografía monárquica tanto en el Ayuntamiento como en la ciudad, ya que consideró que está “sobrerrepresentada”.