La resistencia a que TMB publique los nombres, funciones y sueldos de su personal fuera de convenio tiene nombres y apellidos. Son 163 directivos y altos cargos de la empresa de transporte público de Barcelona, de un total de casi 600, las que han conseguido parar, de momento, la publicación de la lista, algo a lo que TMB estaría obligada según la resolución de Transparència. El TSJC accedió a las medidas cautelarísimas que habían solicitado a título individual, tal y como contó este martes este diario.
Este medio ha tenido acceso a la providencia judicial, donde aparece el nombre de todos ellos. Además, gracias al instrumento de organización jerárquica divulgado por la propia empresa, se puede colocar cada nombre en un grupo profesional de los cinco existentes y, por tanto, dentro de una escala salarial.
El dato que destaca a simple vista es que, de los 163 firmantes, 117 están situados en los grupos G-2 y G-3, esto es, entre los 60.000 y los 100.000 euros de sueldo anual. Sin embargo, ninguno de los firmantes es del grupo 1, que en TMB corresponde a las 24 personas que forman la cúpula directiva, y cuyos nombres y sueldos TMB ya publicó obligada por Transparència. Además, pese a que el grueso de los trabajadores fuera de convenio están en los grupos G-4 y G-5, solo una cincuentena de ellos se han personado en este recurso.
En torno a los 100.000 euros
Entre los firmantes del recurso correspondientes al grupo 2, con media salarial de en torno a los 100.000 euros, se encuentran 18 directores de servicio y cinco gerentes de línea, en total 23 directores de los 49 que hay en estos puestos en todo TMB.
Entre la lista de recurrentes aparecen los nombres tres directores de servicio del área de Administración y Finanzas: Enric Meler, Paulino Martínez y José Ramón López; y cuatro del área de Tecnología: Antonio Martínez, Alberto Fonseca, Albert Torralba y Julio Serra.
En la misma escala jerárquica que los anteriores, de la dirección de la Red Metro han recurrido contra la resolución de Transparència: Jesús Regidor, Jaime Luis Jaume, Juan Luis Gil, Olga Cerezo, Ignacio Oliva, Javier Pablo Nadal, Joaquim Plaja y Ferran Anguera. Mientras, de la dirección Red Bus, han recurrido seis: Josep Maria Armengol, Cristina Güell, Àngel Casalta, Fernando Olivar, Alfonso Rivera y Enric Casas.
Del área de Recursos Humanos han recurrido dos directores más: María Isabel Pedrico y Miquel Mira.
Entre 60.000 y 85.000 euros
Entre los recurrentes encontramos a continuación unas 90 personas del llamado “grupo 3”, que en el conjunto de TMB lo forman 192 trabajadores cuyo cargo es el de “responsables de unidad o técnico”. La escala salarial de estos es una amplia horquilla, que va desde los cerca de 60.000 hasta los 85.000 euros anuales.
Entre ellos hay nombres como el de Emilio Ciércoles, responsable de Información y Comunicación de la red de Metro además de hermano de uno de los representantes de la CGT en el comité de empresa. También destacan otros apellidos conocidos, como los de Encarnación López Solá, que fue concejala en el Ayuntamiento de L'Hospitalet con el PSC, o el de Isabel Ainoza Vila, viuda del histórico dirigente de la UGT, Justo Dominguez. O el de Francisco Luis Bernal, hijo del líder sindical jubilado del sindicato SIT, Francisco Bernal.
Otros nombres en la lista de este grupo laboral son Josep Antoni Nuel, responsable de la Unidad de Participación e Integración; Sergio Torres, responsable de la Unidad de Edificación y Obra Civil; Ivan Altaba, responsable de Unidad de Proyectos Sistemas y Equipamiento de Estaciones; Jordi Camps, responsable de Planificación de Recursos Humanos; o Sara Guzmán, responsable de Transportes de Ocio, entre otros. De todos ellos puede encontrarse su nombre y cargo en páginas oficiales de TMB o en sus propios perfiles profesionales.
Por debajo de los 50.000 euros
El resto de trabajadores que han recurrido al TSJC la resolución se encuentran en grupos profesionales más bajos, el G-4 y el G-5, cuyos sueldos están entre los 40.000 y los 50.000 euros anuales. De estos hay una cincuentena, ocupando labores de “ingeniero”, “técnico”, “supervisor” o “jefe de grupo operativo”, entre otros.
Unos 300 trabajadores del total de los que se encuentran fuera de convenio en TMB se encuadran en estos grupos, lo que les supone un agravio comparativo salarial respecto a compañeros que hacen idénticas labores, pero que tienen contratos dentro del convenio. Una sentencia dictada en octubre pasado obliga a TMB a revertir esta situación introduciendo al conjunto de trabajadores del metro en el convenio colectivo, lo que aumentaría la plantilla cerca de un 8%.
De este gran colectivo de 300 trabajadores fuera de convenio, solo 50 se han opuesto a la resolución, siendo los trabajadores de los grupos menos afortunados los que menos resistencia ponen a que los principios de transparencia lleguen a la empresa.
Así, mientras que cerca de la mitad de las personas que se encuentran en los grupos 2 y 3, son sueldos de los 60.000 a los 100.000 euros, se ha opuesto a la resolución de la GAIP, solo uno de cada seis trabajadores de los grupos 4 y 5 lo ha hecho. Por lo que parece, las reticencias a la transparencia también son una cuestión de clase.