La candidatura de Manuel Valls a la alcaldía de Barcelona es vista con expectación por numerosos dirigentes del Partido Popular, quienes no descartan la posibilidad de que el PP se integre en la propuesta que secunda Ciudadanos para la capital catalana. Al menos, creen que su partido debe esperar a ver si ésta despega y se hace un hueco entre los favoritos y después proponer un acuerdo para acomodarse en esta opción.
Esta idea es sopesada tanto entre dirigentes catalanes, históricos y nuevos, como por dirigentes en Madrid, quienes están teniendo en cuenta las pocas posibilidades que otorgan las encuestas a que los populares logren un buen resultado en la ciudad condal. Estos últimos basan sus reflexiones en la necesidad de no dividir el voto constitucionalista. Por eso creen que si la candidatura de Manuel Valls tuviera tirón electoral, deberían concentrarse en torno a ella y unir esfuerzos.
Por ello, creen que deben dar un poco de margen para ver cómo evoluciona, ya que las últimas encuestas publicadas no otorgaban a la candidatura del exprimer ministro francés grandes resultados. En opinión de dirigentes del PP catalán sería bueno esperar hasta enero y, en función de cómo evolucionen los apoyos de esta candidatura respaldada por Ciudadanos, tomar una decisión. Además, temen que sin un candidato potente, las siglas del PP puedan acabar incluso sin representación en la capital catalana, algo que consideran aún peor para el PP que si no presenta candidatura propia.
No obstante, la dirección del PP ha asegurado esta tarde que los conservadores presentarán candidatura propia a la alcaldía de Barcelona. El vicesecretario general de Organización del PP, Javier Maroto, lo ha reflejado en un tuit, en el que dice que la opinión personal ofrecida hoy por un diputado sobre las candidaturas a la alcaldía de Barcelona no refleja ni la posición del Partido Popular de Cataluña ni de la dirección nacional del PP.
Entre los argumentos que ofrecen para integrarse en la candidatura de Manuel Valls está el hecho de que ERC aparezca en cabeza en las encuestas, lo que podría convertir a Barcelona en la 'capital de la República'. En este contexto, consideran que es mejor polarizar el voto y que Maragall cuente con un rival potente que pueda superarle en las urnas y lograr ser el candidato más votado. Algo a lo que dan gran importancia en esta situación.
No obstante, esta opinión no es uniforme en el PP, ya que otros dirigentes populares creen que su partido no pueden perder sus siglas en Barcelona. Argumentan en este sentido que el PP siempre se presentan en todos los rincones de España y no conciben no presentarse en Barcelona, que es una plaza 'clave'. En este sentido, tras recordar que para gobernar en Barcelona se necesitan 21 concejales, apuestan porque cada partido constitucionalista fidelice sus votantes y después, sumar.
A finales de septiembre, el presidente del PP, Pablo Casado, se pronunció al respecto asegurando que el PP se iba a presentar en Barcelona con sus propias siglas. El PP, dijo, “tiene que estar en todas las ciudades y más en Barcelona”, aunque apostó, al ser preguntado por la candidatura de Valls, por “hablar para que los constitucionalistas” saquen una “mayoría suficiente”.