Elsa Artadi (Barcelona, 1976) se lanzó hace dos meses desde la consellería de la Presidència de la Generalitat a la competición por la alcaldía de Barcelona por Junts per Catalunya. La política, vista como una de las apuestas de futuro de su formación, dio un paso arriesgado porque las perspectivas para JxCat en el ayuntamiento no son optimistas. Las encuestas dicen que podrían perder la mitad de su actual representación. Pero Artadi los sondeos no le asustan y cree que, en las europeas, su partido puede obtener mejores resultados que Junqueras, que viene de ganar las generales. En el terreno barcelonés, lo fía todo a la crítica sin concesiones contra la actual alcaldesa, Ada Colau, a la que promete no mantener en el Gobierno ni por activa ni por pasiva.
JxCat presume de ser un proyecto más moderno que los espacios con los que confluye o de los que venía, pero a diferencia de Neus Munté usted no pasó por unas primarias. ¿Cómo se ha decidido esta lista?
A Neus Munté la eligen en unas primarias porque viene del PDeCAT, pero JxCat es más amplio y hay diferentes mecanismos de elección y órganos de toma de decisiones. Por esta vía de ampliación de JxCat hemos entrado gente como Sergi Blazquez o Albert Civit, Ferran Mascarell, Inma Duvau o yo misma. Tenemos diferentes mecanismos. Pero [JxCat] presume de ser más moderno también que otras formaciones políticas.
En las generales del pasado abril JxCat perdió dos puntos respecto a CDC en 2016, mientras ERC ganaba las elecciones. ¿Por qué dos partidos independentistas obtienen resultados tan dispares?
Yo creo que en aquel momento la gente votó a Junqueras y que ahora a Europa votará a Puigdemont. Y en Barcelona esperamos que la gente vote cambio. Y el cambio es claro: si no quieres que continúe Colau, no votes a Maragall.
Si Maragall queda por delante, ¿usted le daría apoyo automático para que haya un alcalde independentista en Barcelona, o podría explorar otros pactos?
Depende de qué gobierno quiera hacer. Si el señor Maragall, como parece ser, quiere hacer un gobierno con la señora Colau, es evidente que nosotros no estaremos.
¿No habría ninguna posibilidad?
No, nosotros no estaremos en eso. Porque Barcelona necesita un cambio, no un recambio. Y menos un recambio que pase por la señora Ada Colau y por una formación que está haciendo propuestas de los años 80. Es que no tiene ningún sentido.
¿Ni siquiera estarían dispuestos a un acuerdo con ERC y 'comuns' si fuera para evitar la entrada del PSC en el Gobierno?
No, no. Nosotros no haremos este pacto porque entendemos que no es lo que necesita Barcelona.
¿Usted quiere ser la alcaldesa de Barcelona?
Absolutamente.
Siendo así, ¿por qué no va primera en la lista?
Porque va primero una persona que ya iba primero, Quim Forn, que es quien lo hubiera sido si no hubiera estado a la prisión, si no hubiese sido un preso político. Creo que todos sabemos que las posibilidades de que Quim sea alcalde son mínimas. Ya lo hemos visto, creo que hemos aprendido algo durante este año y medio, y por tanto cuando Quim me hace la oferta, me la hace también para que cuando él no pueda serlo [candidato a la alcaldía] lo sea yo. El compromiso y la confianza que me dio va precisamente en esta dirección. “Tu eres el futuro”, me expresó en una carta, y ahora lo que Barcelona necesita es liderazgo, energía, empuje y tirar hacia adelante.
¿Cree que Forn podrá tomar posesión del acta?
No lo sabemos y no hacemos demasiadas especulaciones en este momento. Sabemos que será muy muy difícil que él sea alcalde. Y por eso también cuando él me viene a buscar lo hace con estas condiciones.
Para una eventual investidura, ¿querría pactar con los independentistas y con nadie más?
En el caso de que ganemos ofreceremos a ERC entrar al Gobierno. Y después hay pactos puntuales de temas de ciudad que yo ya he dicho abiertamente que necesitan consensos más amplios y soluciones que sobrepasen lo que es un mandato, el cortoplacismo y el partidismo.
La alcaldesa Colau se queja de que no se han puesto suficientes Mossos en Ciutat Vella, mientras usted estaba en el Govern. ¿Qué responde? Colau se queja de que no se han puesto suficientes Mossos
La alcaldesa se queja de todo. En vez de solucionar las cosas, se queja. En vez de tomar decisiones, hace proclamas. Este martes había junta de seguridad de Ciutat Vella y cuando desde la Generalitat se han enviado los mandos policiales, la gente que toma las decisiones, la han anulado. Han decidido que no querían ir porque solo querían hacerse la foto política. Para mi eso es paradigmático: cuando hay que tomar decisiones y hacer trabajo más allá de la foto, deciden que no van. En Ciutat Vella tenemos una concejala que hace tres meses dijo que ahora empezaba a entender que la policía era importante para Barcelona. No tenemos concejal de seguridad, porque no hay, y por lo tanto no hay un responsable político. Solo en cuatro años han crecido los hechos delictivos en Barcelona un 30%, estamos a niveles de 1987. Esta es la degradación a la que ha llevado el actual Ajuntament a la ciudad de Barcelona.
¿Pero se redujo el número de mossos destinados a Ciutat Vella, como denuncia Colau?
Lo que estamos teniendo es que desde 2011 no hay promociones de Mossos d'Esquadra, en todos los sitios. Y no hay promociones porque ni los gobiernos a los que ella ha dado apoyo lo han permitido. Ahora se está haciendo una promoción de 750 mossos, pero donde sí se podía hacer promociones, que es en la Guardia Urbana, ella ha decidido no hacerlas. No hay promoción, no hay apoyo económico y, lo peor de todo, es que no hay apoyo político. La Guardia Urbana debe continuar haciendo de policía.
El candidato Manuel Valls ha propuesta en materia de seguridad medidas como vigilar los barrios con drones y cámaras de seguridad, hacer convenios de seguridad con empresas privadas o dotar a la GU de pistolas taser. ¿Qué le parece este modelo?
Nosotros sabemos cómo llevar la seguridad en la ciudad. En la época más dura de la crisis, cuando teníamos menos recursos, fue precisamente Quim Forn quien era el responsable de la seguridad en Barcelona. En aquellos momentos pasó a ser una de las ciudades más seguras, acabando con fenómenos de delincuencia que se habían arraigado y convirtiéndose en un ejemplo de gestión. Lo que propone Manuel Valls, más que un modelo u otro, es una política de mano dura que es la misma que ha usado en Francia. Aquí hay una confusión entre derechos y deberes, pero por un extremo y por otro. Nosotros tenemos capacidad de gestión, lo hemos hecho y lo volveremos a hacer.
El precio del alquiler en Barcelona hace una década que está disparado. ¿Qué diagnóstico hacen de ello?
No, hace una década no, hace cuatro años. Ha subido mucho estos últimos cuatro años, y los anteriores cuatro estaba estabilizado. La situación de la vivienda en Barcelona son el resultado de unas políticas totalmente fracasadas de prácticamente todos los ayuntamientos de la ciudad. Han tenido dos consecuencias: una, que la vivienda de alquiler social es solo el 2% y otra, que de todo el parque del mercado normal solo el 20% es de alquiler y el otro 80% de titularidad. Eso hace que cuando la ciudad se hace más atractiva el precio del alquiler se dispara. Tanto que es más caro alquilar que comprar. Y la gente no compra porque hay la barrera de la financiación.
¿Y como piensan controlarlo?
Hay dos temas que son diferentes, por un lado, la emergencia habitacional, con más de 400 familias que están en mesas de emergencia. A estas se les ha de dar una respuesta de forma urgente, y ahora mismo los mecanismos disponibles no se están usando, porque por ejemplo se podría pagar alquileres en el mercado privado y el ayuntamiento decide no hacerlo. Y por otro lado está la herramienta de la vivienda asequible, que no se ha usado nunca por este ayuntamiento, y que permite hacer colaboración público-privada, permitiendo desde el sector público movilizar suelo y ponerlo a disposición del privado obligando a hacer alquiler y pudiendo controlar el precio de ese alquiler.
Pero el Gobierno de Colau pactó con el PDeCAT el plan de vivienda.
Nosotros, todas las medidas tanto aquí como en la Generalitat que se han puesto sobre la mesa para favorecer que se dinamice la vivienda, sobre todo la de alquiler, les hemos dado apoyo. Lo que es grave de este mandato es que con muchos más instrumentos que los que se tenían antes, leyes, impuestos etc. tengas 12.000 desahucios de familias en Barcelona. Eso es muy grave, que el ayuntamiento tenga instrumentos a su alcance que no use.
Ustedes se quejan de que el Gobierno Colau no ha hecho tantas viviendas como había prometido, pero lo cierto es que los anteriores gobiernos aún hicieron menos.
Yo lo que constato es que mienten.
Si ustedes ganan, ¿pueden asegurar que construirán más pisos que Colau?
A mi, entrar en la subasta de pisos, de cuántos construiremos cada uno, me parece una indecencia y no lo pienso hacer, aunque ya sé que comunicativamente puede ir muy bien decir una cifra. Ellos dijeron 8.000 y han hecho 700. Y de esos 700, un 80% con recursos y herramientas movilizadas por Xavier Trias, y eso lo reconoce su gerente de vivienda. Su concejal de vivienda se va porque es incapaz de solucionar nada. Aquí hay que hacer un programa que vaya más allá de un mandato y que incluya a los municipios metropolitanos. Pero claro, la alcaldesa de que lidera el Área Metropolitana ha gobernado de espaldas a ella.
Entiendo que no quiere o puede comprometerse a hacer más pisos que Colau si se convierte en alcaldesa.
Nosotros haremos más pisos que Ada Colau, entre otras cosas porque nosotros no tenemos ningún pudor a colaborar con el sector privado, que ha de ser un elemento facilitador de las transformaciones que están por venir.
Usted asegura que Barcelona tiene capacidad para decidir qué tipo de turismo quiere. ¿Cómo se hace esto?
Por ejemplo decidiendo qué eventos haces. Barcelona ha sido una capital del deporte a nivel internacional y ahora nos hemos quedado sin eventos deportivos internacionales, lo cual tiene impacto en el tejido de actividades deportivas catalán, que es la zona de Europa con más empresas de este tipo. Como ciudad tu puedes luchar por que grandes ferias de arte puedan venir a la ciudad, como ha hecho Miami, y promocionar un turismo cultural, o no hacerlo. Tu puedes apostar por hacer la montaña de los museos en Montjuïc, ampliar el MNAC, o no. Puedes hacer una apuesta por el turismo de negocios y congresos o puedes dejar que se haga solo, y en vez de tener un equilibrio ahora el turismo de negocios representa solo el 30% frente al de ocio. O tu decides hacer tu promoción turística o te lo hará otro, y tu no podrás controlar el tipo de turismo que tienes.
¿Por qué Barcelona debería apostar por un gobierno independentista como el que usted encabezaría?
Barcelona debe tener un gobierno de muchas características. La primera es un gobierno eficiente. La segunda es un gobierno innovador. La tercera es un gobierno que tenga un modelo de hacia donde quiere llevar la ciudad. Y, evidentemente, un gobierno dialogante. Todo esto es algo que ahora no lo tiene, y es por esto la urgencia que tiene de un cambio. Es evidente que nosotros, como una formación que es independentista, entendemos que es muy importante que la capital de nuestro país tenga un gobierno independentista además de todo lo anterior, una cosa no es excluyente de la otra. Y que esté al lado de las instituciones y que cuando haya debate sobre cómo se debe de proceder, esté al lado de las instituciones del país.
Antes hablaba de la importancia del sector turístico, que se ha manifestado contrario a la independencia de Catalunya y que podría tener recelos ante un gobierno independentista en la ciudad. ¿Cree que es un problema?
Quien se debe posicionar no son los sectores, sino los ciudadanos, y la gente decidirá qué tipo de gobierno quiere tener. Ya desde hace tiempo pero sobre todo desde que soy candidata al ayuntamiento de Barcelona, me he reunido con absolutamente todos los sectores, con el turístico también, y todo el mundo es unánime sobre que lo que necesitan es un cambio en Barcelona. Pero además de esto, Barcelona tiene muchos retos en turismo que no soluciona porque tiene un Estado en contra. Y eso se ve por ejemplo en el aeropuerto de Barcelona, que está casi al límite de su capacidad y no se está dando una solución. En el puerto pasa algo parecido, que no puede competir con Róterdam porque la política portuaria de Barcelona se decide en Madrid.
¿Está a favor de regular la prostitución?
Estoy en contra. La prostitución es una manera de someter a la mujer y no se puede regular, se debe acabar con ella. Yo como feminista, y como la mayoría de las mujeres y por suerte de muchos hombres, estoy en contra de que se produzca este fenómeno.
¿Está a favor de reducir los coches de las calles con un tasa de congestión?
Depende. Cuando tengamos alternativas fluidas para entrar en la ciudad de Barcelona y si en ese momento no ha mejorado la calidad del aire, se deberá poner. Nosotros en lo que estamos trabajando mucho, que está muy vinculado y que en algún punto es de hecho una tasa de congestión, es quitar aparcamiento en superficie y ponerlo bajo el que ya está subterráneo. En cierta medida esto es similar una tasa de congestión, como también lo es la restricción dentro de las rondas de los vehículos más contaminantes. Ahora, poner mañana un peaje para Barcelona, no.