Hace dos meses que la música en Barcelona respira más aliviada: la presentación de una normativa que permitiera a los locales con licencia de bar, restaurante o cafetería organizar conciertos de música en vivo amplificada, siempre que cumplieran con la normativa de “seguridad y aislamiento acústico” —explicaba el teniente de alcaldía Jaume Asens hace unas semanas—, contentó a la mayoría de agentes relacionados con la música. La normativa sin embargo, se ha mantenido a la espera de un trámite burocrático —una circular— hasta este miércoles; la espera se ha dilatado algunas semanas de más, según la previsión inicial del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB).
Ahora, con la norma ya en la mano, el Ayuntamiento de Barcelona impulsa un plan de trabajo que contempla diferentes líneas de actuación para “reconocer el valor cultural y social de la música en vivo”, al tiempo que “considera la sostenibilidad vecinal”, uno los principales escollos en la presentación de la ley. “La música en vivo no genera problemas de convivencia”, destacaba el asesor externo del ICUB y uno de los responsables de la normativa, Dani Granados, en una entrevista con Catalunya Plural.
La normativa, de hecho, quiere hacer “compatible” el desarrollo de la actividad musical con el descanso de los vecinos, es por ello que se han trazado “zonas de especial saturación”: Ciutat Vella, Gràcia, Eixample y Sants-Montjuïc. Además de una franja de horarios responsables por la que se permite la actividad musical amplificada en directo hasta las 23h. Cabe recordar que las medidas para la música en vivo ha sido una de las propuestas del Ayuntamiento más votada en el proceso participativo del PAM, decidim.barcelona.
El Ayuntamiento promoverá también mesas de mediación con presencia de miembros de los ámbitos de Cultura, Urbanismo y Ecología Urbana, Distritos, Guardia Urbana, entidades y asociaciones del sector musical, y representantes de los espacios vecinales de la ciudad, entre otros.
La nueva normativa irá acompañada de una serie de medidas —sin concreta— para “reconocer, fomentar y velar por el correcto desarrollo de la música en vivo de pequeño y mediano formato”; de momento, el ICUB convocará antes del verano —como ya había informado— una línea de subvención de 400.000 euros para los locales.
El Heliogàbal cierra hasta septiembre
La normativa ha llegado, pero hay locales con un camino por recorrer todavía espinoso. El Heliogàbal, el espacio que se ha erigido en protagonista de una reclamación compartida por muchos otros locales de Barcelona, ha anunciado este mismo miércoles que deberá cerrar hasta septiembre. Hasta que no avance la normativa y la aprobación del nuevo Plan de Usos del Distrito de Gracia, el Helio se apaga: llevan tres meses parados y no pueden sostener más los gastos del local hasta que “se aclare la situación de impasse” en la que se encuentran, asegura la sala en un comunicado.
“Los gastos que genera el bar no se cubren con lo que se hace de barra, por lo que la única solución para que las deudas no sigan creciendo es cerrar”, han destacado los responsables del bar. La noticia llega después de que el local de Gràcia celebrara un concierto en la sala Razzmatazz ( “Pagar la multa”) donde recaudó cerca de 16.000 euros para pagar las multas acumuladas.