La fiscalía ha abierto diligencias de investigación contra el proyecto de supermanzana del Eixample de Barcelona por un posible delito contra la ordenación territorial. El proyecto prevé obras en las calles Consell de Cent, Borrell, Rocafort, Enric Granados y Girona, que está previsto que a partir de junio se transformen en ejes verdes.
Según la denuncia, presentada por la plataforma Salvem Barcelona, el proyecto se ha iniciado sin hacer la necesaria modificación del Plan General Metropolitano (PGM) y entienden que las reformas son de gran importancia, con efectos muy importantes sobre la movilidad, el comercio y la actividad residencial en el ámbito metropolitano.
Janet Sanz, teniente de alcalde de urbanismo, aseguró al conocerse la denuncia, que la plataforma Salvem Barcelona actuaba con una “clara voluntad política” con intención de “paralizar la transformación de Barcelona” pero mantuvo el calendario de actuación de la obra.
Los denunciantes, encabezados por el abogado y economista Jacint Soler y el economista Francesc Granell, consideran que la modificación de la estructura viaria de la calle es una “actuación arbitraria de la administración” que afectará los vecinos del Eixample, la ciudad y el resto del área metropolitana.
Según esta plataforma el proyecto tiene “intención ideológica”, vulnera el “interés general” y se salta la “jerarquía normativa”. Soler cree que si se quiere hacer una reforma de esta envergadura se tendría que modificar el PGM para no “perturbar los equilibrios” del área metropolitana.