Un mantero ingresó el pasado domingo en el CIE de la Zona Franca, reabierto a principios de julio. La Guardia Urbana lo identificó dentro de un operativo contra la venta ambulante en el metro de Drassanes. Según el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, le fueron requisadas sus mercancías y fue enviado a la comisaria de Las Ramblas. Una vez allí, la Guardia Urbana comprobó que el vendedor tenía nueve ordenes de prohibición de entrada al país e informó al Cuerpo Nacional de Policía (CNP). El mantero finalmente fue enviado al Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de la Zona Franca, reabierto a principios de este mes después que el Ministerio de Interior desoyera la petición de cierre del CIE por parte del Ayuntamiento de Barcelona, que alegaba falta de licencia del centro.
El mantero se enfrenta ahora a 60 días de internamiento en el CIE, de acuerdo con la petición del juzgado número 20 de Barcelona, y a la espera que el Grupo Operativo de Extranjeros de la CNP determine una fecha de expulsión del país. Tal y como recoge un comunicado SOS Racisme, la entidad que le está prestado servicios jurídicos al detenido, el mantero ya fue deportado en una ocasión a Senegal, pero consiguió regresar.
SOS Racisme también recuerda que este no ha sido el primer encontronazo del mantero con la policía: el vendedor fue atropellado por un agente de la Guardia Urbana en 2012. En aquel momento, el Juzgado de Instrucción y la Audiencia Provincial desestimaron la responsabilidad del agente en la agresión. La entidad califica este nuevo internamiento de persecución policial: “La policía lo conocía y lo denunciaba repetidamente. Pero de las cinco denuncias que le llevamos en SOS Racisme, en dos ha sido absuelto por comprobarse que eran falsas y las otras tres se han archivado”.
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona se ha negado a hacer declaraciones sobre este nuevo internamiento, limitándose a recordar que el consistorio ha dicho en reiteradas ocasiones que se “opone” a la actual Ley de Extranjería y al mismo CIE, y que el objetivo es el cierre del centro.
Esta versión contrasta con la del Sindicato Popular de Vendedores ambulantes, que ha aprovechado para recordar que el Ayuntamiento ha puesto en marcha “definitivamente” su campaña de “tolerancia cero” hacia el top manta, como ya anunciara el Síndic de Greuges tras una reunión con diferentes ayuntamientos, Generalitat y Delegación de Gobierno hace unos días.
El Sindicato de Vendedores Ambulantes denuncia que, después que el Ayuntamiento “echara” a los manteros de la Barceloneta, el asedio al colectivo es “asfixiante”. El Sindicato habla de numerosos operativos “coordinados” por parte de la policía, sin ir más lejos el de este mismo jueves, que ha acabado con siete detenidos. El Sindicato también hace referencia a una operación que, según su versión, provocó la semana pasada que un mantero tuviera que ser hospitalizado y operado por fractura en la pierna tras una supuesta agresión de un agente de paisano. El consistorio desmintió que se tratara de un operativo fuera de la rutina común de la Guardia Urbana en Las Ramblas. El Sindicato también ha hecho referencia a la detención de Sidil Moctar, en declaraciones a este medio. El vendedor se encuentra en régimen de prisión preventiva en la cárcel Modelo desde hace un mes y ahora enfrenta una petición de expulsión de España por parte de la Fiscalía.
El próximo sábado a las 17 h está previsto un mercadillo rebelde, organizado por los propios manteros, para protestar por las acciones de las últimas semanas. “Pedimos a los colectivos, asociaciones y vecinos que nos acompañen y desobedezcan. No podemos homenajear a los negros muertos [en referencia al acto organizado por el Ayuntamiento de Barcelona sobre las víctimas del Mediterráneo] y tener en la cárcel a los vivos”, destaca el Sindicato.