Junts per Catalunya ha decidido romper con ERC y que el partido salga del Govern. La consulta interna organizada por los posconvergentes se ha saldado con un 55% de militantes a favor de la ruptura, por un 42% que han votado en contra. La participación ha sido del 79%, la más alta de las distintas votaciones que el partido ha celebrado.
El resultado de la votación consagra la división en el partido y arroja vencedores y perdedores. Salen victoriosos los partidarios de finiquitar una década de pactos con ERC y apostar –aunque desde la oposición– por la confrontación con el Estado, tesis en las que se sitúan el expresident Carles Puigdemont y la presidenta de Junts, Laura Borràs, que consigue resarcirse, y con creces, de la derrota interna que sufrió en el último congreso.
En rueda de prensa tras conocerse los resultados, Borràs ya se ha enfundado el traje de oposición. “Hoy Junts gana y Pere Aragonès pierde, su Govern ha fracasado”, ha proclamado Borràs, que ha cargado contra el Ejecutivo del que hasta hace pocas horas formaba Junts por “no obtener resultados en ninguna de sus apuestas”.
Borràs ha justificado la decisión de la militancia ya que, en su opinión, el Govern “no estaba cumpliendo el mandato de las urnas”. Además Borràs ha considerado que, con solo 33 diputados de 135, el Ejecutivo de Aragonès camina ahora “con la legitimidad democrática puesta en entredicho”. Por su lado, el secretario general, Jordi Turull, ha resaltado que el partido “lo ha intentado todo” antes de romper con ERC.
Los consellers, perdedores
Terminan derrotados los depositarios de la tradición de gobierno convergente y que entienden que para cumplir sus objetivos tanto sociales como independentistas el partido debe estar en las instituciones. El conseller de Economía, Jaume Giró, y la de Exteriores, Victòria Alsina, que han capitaneado a los partidarios de mantenerse en el Ejecutivo, pierden su cartera apenas un año y tres meses después de su nombramiento.
La primera consecuencia de la votación es que el lunes Giró, Alsina y el resto de consellers de Junts –Lourdes Ciuró, Violant Cervera, Gemma Geis y Josep Maria Argimon– tendrán que recoger sus despachos. También perderán el trabajo decenas de altos cargos posconvergentes. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ya avanzó que decidiría con celeridad los nuevos consellers ante el reto de gobernar con solo 33 diputados de 135.
Pese a las llamadas a la unidad del secretario general, Jordi Turull –quien no hizo público su voto en aras a la cohesión interna– la campaña ha dibujado dos bandos claros y enfrentados que no han hecho sino confirmar las dos almas que arrastra el partido desde su nacimiento alrededor de la figura de Puigdemont. Turull ahora deberá redoblar esfuerzos para mantener unido al partido.
La consulta que se planteó como un mecanismo de presión a ERC ha derivado en una batalla interna entre dos sectores que ya venían pugnando desde hace meses por controlar la dirección del partido y su rumbo político, y que ahora intensificarán su pulso. Junts ha bordeado el riesgo de escisión a lo largo de la campaña, pero la victoria de los partidarios de salir del Govern la hace menos inminente. Los consellers se han limitado a constatar que si ganaba el portazo al Govern, como así ha sido, tendrían que irse de la Generalitat.
En cambio diputados que apostaban por salir del Ejecutivo como Jaume Alonso Cuevilas o Joan Canadell, han coqueteado abiertamente con la idea de la escisión para sumarse a la lista cívica que promueve la Assemblea Nacional Catalana (ANC) en caso de ganar los que apoyan quedarse en el Govern. Con este resultado, la escisión se enfría, aunque no se aleja definitivamente.
Las municipales, próxima batalla
La próxima batalla se librará para confeccionar las listas de las municipales. Ocurrirá después de que decenas de cargos locales, alcaldes y concejales abogaran por mantenerse en el Govern para garantizarse la interlocución con la Generalitat. La gran esperanza posconvergente para recuperar Barcelona, Xavier Trias, había apostado sin ambages por seguir en el Ejecutivo y puso en duda su eventual candidatura en caso de ruptura. Turull ha querido disipar fantasmas y este viernes ha desvelado que Trias le ha llamado para ofrecerle “su máxima colaboración” en los comicios.
La participación del 79% supera en tres puntos la que hasta ahora más interés había arrojado, la elección de Laura Borràs como cabeza de lista en las elecciones de 2021. En la consulta que ratificó con un 83% el pacto de legislatura entre ERC y Junts votaron un 62% de afiliados. En el último congreso de este verano la participación en las distintas votaciones disminuyó a porcentajes de alrededor del 40%. Las bases de Junts han participado al máximo para tomar la decisión más drástica en sus cuatro años de historia.