Benet Salellas, la antítesis de las togas de oro que envió a Artur Mas “a la papelera” y defenderá a Santos Cerdán

“¡Anda ya!”. Ha sido la reacción de varios miembros de la comunidad jurídica catalana al enterarse de que el abogado Benet Salellas (Girona, 1977) será el encargado de defender al ex secretario de organización del PSOE Santos Cerdán. Un nombre inesperado, alejado de Madrid no solo geográficamente, sino también de las togas de oro de grandes despachos que habitualmente se encargan de los casos de corrupción. Salellas es más bien la antítesis de este tipo de letrados.
Con un inconfundible poso político ligado al independentismo (fue diputado de la CUP en la etapa más convulsa del procés, entre 2015 y 2017), Salellas ya contaba con una dilatada trayectoria en la abogacía antes de pasar a la política. Es el hijo mayor del letrado Sebastià (Tià) Salellas, conocido popularmente como el abogado de los pobres, y cuyo legado en defensa de las causas aparentemente perdidas es una de las señas de identidad del estilo del nuevo abogado de Santos Cerdán.
Los Salellas son una familia muy conocida e indisociable de la ciudad de Girona. El hermano del abogado, Lluc Salellas, es el alcalde del municipio de la mano de una coalición encabezada por la CUP. El despacho que comanda Benet Salellas, firme defensor de que hay mucha vida más allá de Barcelona, no se ha movido de Girona pese a ocuparse de casos en toda Catalunya y en la Audiencia Nacional.
“Salellas tendrá que asumir alguna que otra contradicción”, manifiesta un letrado barcelonés. Quien no parece dispuesto a tolerarle contradicción alguna es su antiguo partido, la CUP. La diputada anticapitalista Laia Estrada ha afirmado este miércoles que, en caso de que Salellas hubiera seguido siendo militante, “se le habría exigido no asumir” la defensa de Cerdán.
El “malestar” que la CUP ha trasladado a Salellas ha ido acompañado del “compromiso inequívoco” del partido en la lucha contra la corrupción, ha agregado Estrada. “Él ya no es militante de nuestra organización y entiende que explicitemos este malestar”, ha insistido la parlamentaria. Salellas tuvo carné de la CUP desde 2006 hasta hace unos meses, y no son pocos los militantes y cuadros anticapitalistas (incluidos algunos abogados cercanos a la CUP) incrédulos ante su decisión.
Corrector del diario El Punt en su juventud (también es licenciado en Filología), uno de los primeros casos que Salellas llevó junto a su padre y que le hicieron conocido en España fue el caso Dixan. Una macrooperación antiterrorista en 2003 detuvo a varios jóvenes gerundenses de origen argelino o pakistaní, acusados de pertenecer a un comando islámico y de poseer material para la fabricación de explosivos, producto que en realidad se trataba de jabón.
Salellas ya sabe lo que es ejercer la defensa en el Tribunal Supremo en una causa que copa portadas a diario. Junto a Marina Roig y Àlex Solà, fue el abogado del expresidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, aunque su estrategia de defensa ‘al ataque’ en el caso del procés, que Salellas plasmó en un libro, parece difícilmente replicable en el ‘caso Koldo’.
Durante la vista, el abogado protagonizó varios choques con el magistrado Manuel Marchena, y dio cuenta de su estilo en estrados: pedagógico a veces, pero también vehemente y sin achicarse cuando toca defender el núcleo de una estrategia defensiva observada con recelo desde los sillones de los jueces.
Muchos años antes de llevar a Cuixart, Salellas ya era uno de los habituales abogados defensores de los manifestantes anarquistas o independentistas acusados de disturbios. Abogado referente de la izquierda independentista en Catalunya, ha logrado sonoras absoluciones encontrando los fallos de las investigaciones policiales. Si podrá lograrlo con una unidad de élite como la UCO en un informe tan demoledor como el que afecta a su nuevo cliente, está por ver.
Otra de las marcas de la casa de Salellas es la denuncia de vulneraciones de derechos fundamentales de sus clientes. Y cuando en España no funciona, siempre queda Europa. Salellas es de los pocos abogados que puede decir que ha logrado una condena a España por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Fue en el caso de la quema de fotos del rey Juan Carlos I.
“Es un abogado que domina mucho la estrategia, que es la gran baza de una defensa, tanto o más que saber de Derecho Penal o Administrativo”, destaca sobre Salellas uno de los letrados que compartió con él estrados en el caso del procés. “Desde luego, estrategia es algo que Cerdán necesita, pero por encima de todo tiene derecho a defensa y a un juicio con garantías”, apostilla otra abogada.
La etapa política y “la papelera de la historia”
De su breve pero intenso paso por el Parlament, las hemerotecas guardan una frase que inevitablemente quedará ligada a Salellas. “Hemos enviado a Artur Mas a la papelera de la historia”, proclamó después de que el expresident cediera a la negativa de la CUP a investirle por su vinculación con los recortes sociales, en lo que se ha convertido en una de las citas célebres de la política catalana.
El sucesor de Mas fue un entonces desconocido Carles Puigdemont, a quien Salellas, en cambio, ya conocía de Girona. Fue ese hilo gerundense, entre otros motivos, el que también permitió aguantar la tormentosa relación entre la CUP y Puigdemont en la legislatura que desembocó en el referéndum de 2017. La vida da muchas vueltas y Cerdán se convertiría, en 2023, en interlocutor principal de Puigdemont en su etapa al frente de la sala de máquinas del PSOE. Girona no desaparece del todo de la vida del hombre nacido en Milagro (Navarra).
La etapa parlamentaria de Salellas (que no dejó de compaginar con su trabajo como abogado) terminó de forma abrupta con la fallida declaración de independencia y el 155. Cansado y algo hastiado de la política, volvió a los juzgados, su hábitat natural.
Desde entonces, además de los habituales casos antirrepresivos, Salellas ha protagonizado las defensas de varios casos mediáticos, aunque sin tanta repercusión como el de Santos Cerdán. Logró la salida de la prisión preventiva del único imputado por el crimen de dos jóvenes en el pantano de Susqueda tras convencer a la Audiencia de Girona de los huecos en la investigación de los Mossos.
Salellas también ha llevado a varios interinos en su lucha contra la administración para ser fijos. En la carpeta procés, estuvo tanto en la trama rusa como en Tsunami. También se querelló contra una de las policías que, sin orden judicial, engañó y mantuvo una relación con un activista de Girona encausado por una de las protestas del procés. La agente llegó a acudir al despacho de Salellas en una de las reuniones de la defensa.
En asuntos de corrupción, había sido el abogado de la exconcejal de Barcelona acosada por una trama corrupta de pisos turísticos. Ahora Salellas cambiará de lado de los estrados para ocuparse de una de las defensas del caso que puede poner en jaque al Gobierno.
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