Los bomberos dan por estabilizado el incendio de Sant Maria de Queralt en Tarragona
Los bomberos han dado por estabilizado el incendio iniciado en Santa Maria de Queralt (Tarragona), que desde el sábado ha afectado a unas 1.700 hectáreas, y ya permiten regresar a sus casas a las personas que habían sido desalojadas de masías aisladas.
Así lo han anunciado hacia las 14.00 horas en declaraciones a los periodistas el director de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento, Joan Delort, y el jefe de los Bomberos de la Generalitat, David Borrell, que han indicado que, aunque aún queda un pequeño tramo del incendio por perimetrar, el fuego se da por estabilizado porque ya no se prevé que pueda crecer más.
Ante esta situación, que ha sido posible en parte gracias a la lluvia que ha caído esta mañana en la zona, los equipos de emergencia permitirán ya regresar a sus casas a los vecinos que fueron desalojados de sus masías aisladas, aunque los bomberos seguirán sobre el terreno porque no se prevé poder entrar en fase de control hasta dentro de unos días.
Desde el pasado sábado ha quemado más de 1.700 hectáreas en las comarcas de la Conca de Barberà, en Tarragona, y del Anoia, en Barcelona, y los equipos de emergencias han podido estabilizar ya en un 90% de su perímetro.
Los Bomberos de la Generalitat pidieron anoche el confinamiento en sus casas de los vecinos de Sant Martí de Tous y Santa Maria de Miralles, hacia los que se dirigía el fuego empujado por el viento, aunque el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, matizó que estas personas no corrían peligro.
Los Mossos d'Esquadra y los Agentes Rurales, encargados de investigar las causas del incendio, han logrado delimitar ya el punto en el que se inició, junto al arcén de la carretera C-241 a su paso por Santa Coloma de Queralt, gracias a los vídeos y testimonios de que disponen del momento en que prendieron las primeras llamas.
Por el lugar en que se inició, la hipótesis más probable es que el incendio no sea intencionado, sino que lo provocara una colilla mal apagada arrojada a la carretera por el ocupante de un vehículo o un chispazo generado por el motor de un automóvil o maquinaria o por la rozadura de un neumático sobre el asfalto.
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