La presidenta del Parlament de Catalunya, Laura Borràs, ha asegurado este lunes que no tiene previsto volver a convocar una ronda de consultas con los partidos hasta que tenga la “certeza” de que el candidato de ERC, Pere Aragonès, tiene posibilidades de ser investido presidente de la Generalitat. En una entrevista a la agencia ACN, Borràs ha descartado así que se produzca otra investidura fallida y ha considerado que el socialista Salvador Illa es un candidato “no viable” ya que tiene una mayoría de votos en contra, por lo que no lo propondrá para la investidura.
La presidenta de la Cámara catalana ha avanzado además que probablemente esta vez la ronda con los grupos tendrá un formato telefónico. Ante las peticiones de varios partidos para que inicie ya esta ronda, Borràs ha respondido que tiene contactos informales para tomar la temperatura en las negociaciones.
“El país no está para hacer investiduras fallidas y, por tanto, cuando se haga será para que sea exitosa”, ha indicado Borràs. De esta manera taxativa la jefa del Legislativo ha dejado claro que no permitirá que haya otra investidura fracasada y, por tanto, que no convocará el pleno correspondiente hasta que no tenga claro que Aragonès tiene posibilidades de prosperar.
Según Borràs, la ronda de consultas es formalmente el “trámite” que da paso a la investidura pero ha querido dejar claro que el hecho de que no haya habido una segunda ronda no quiere decir que no conozca el estado de las negociaciones. Y es que, según explicó, de manera informal se ve con representantes de los partidos prácticamente cada día. La presidenta del Parlamento no ha querido fijar una fecha para la ronda de llamadas y se ha limitado a decir que “cuando el trabajo esté suficientemente madura será cuando la investidura será posible”.
En paralelo, este lunes la consellera de la Presidència, Meritxell Budó, se ha posicionado en el debate abierto en Junts sobre si deben formar o no parte del Govern. La actual portavoz del Ejecutivo en funciones ha considerado que su formación tiene “vocación de gobierno”, por lo cual ella opina que debe sentarse a la mesa del próximo Govern. “Creo que las negociaciones se están llevando a cabo con la voluntad de que Junts forme parte del Govern”, ha indicado en declaraciones a RTVE. “Creo que debemos estar en el Govern durante la primera legislatura”, ha zanjado Budó.
El PSC reclama una nueva ronda
El candidato del PSC, Salvador Illa, ha dicho que volverá a trasladar a Borràs que quiere someterse a un debate de investidura, pese a las reticencias de la presidenta del Parlament, que opina que la situación no ha cambiado.
“Escucharé a Illa como al resto y si constato que la situación es la misma tendremos el mismo candidato”, ha indicado Borràs. No se trata de querer ser candidato sino de tener la viabilidad de serlo“, ha replicado ante la insistencia de Illa. Borràs considera que el dirigente socialista sigue teniendo una mayoría de votos en contra su investidura. ”Si decimos que no vamos a hacer una nueva investidura fallida, no haremos una sesión de investidura donde haya la mayoría de votos en contra. Tenemos que ser serios“, concluyó.
Además Borràs ha asegurado que pondrá en marcha una iniciativa para “abrir” el Parlament a las “necesidades reales” de diversos sectores. Se trata, según dijo, de dedicar un día monográfico a un ámbito concreto para que los sectores puedan ir a la cámara catalana, se genere debate y que luego los diputados puedan trabajar legislativamente para mejorar la vida de los ciudadanos. La primera jornada monográfica estará dedicada a la vulnerabilidad y se invitará a las entidades del tercer sector pero también prevé este tipo de jornadas para otros ámbitos como la cultura, la empresa o la salud.
Entrada de Vox en el Parlamento
Borràs cree que la “confrontación directa cuerpo a cuerpo” con Vox quizás no es la mejor estrategia para que, según dijo, justamente el partido de extrema derecha busca un “reclamo mediático”. Así pues, la presidenta de la cámara se basa en la premisa de que “el Parlamento se puede hablar de todo pero no se puede decir de todo”. Se trata, según añadió, de un “equilibrio muy frágil”.
“Yo he optado por, siempre que no se infrinja de manera clara el reglamento, hacer las reflexiones que considere oportunas a fin de poder corregir y limitar algunas de las afirmaciones que se hagan”, dijo para luego advertir que aplicará el reglamento y expulsará diputados si no atienden a las tres llamadas al orden.