La violación de una menor de edad en Igualada (Barcelona) en 2021 ha llegado a juicio este lunes. Los primeros testigos en comparecer han avalado el estado extremamente vulnerable en el que quedó la joven después de la agresión. “Estaba temblando y decía ‘no, no, no’”, ha relatado al tribunal el camionero que encontró a la chica.
Ante la sección 10ª de la Audiencia de Barcelona ha arrancado este lunes el juicio contra Brian R.C., que se enfrenta a 45 años de cárcel acusado de agresión sexual e intento de asesinato de la joven, en uno de los casos recientes más brutales de violencia sexual. La joven pasó varios días ingresada en la UCI. El tribunal, a petición de la defensa, permitirá al acusado declarar en último lugar, previsiblemente el jueves.
Sobre el acusado pesan varios indicios obtenidos tras una minuciosa investigación del área de delitos sexuales de los Mossos d'Esquadra. Ante una víctima que no podía recordar nada de la agresión debido a las múltiples lesiones que sufrió, los agentes recopilaron imágenes de 155 cámaras del polígono del municipio donde tuvo lugar la violación hasta dar con el acusado.
Los agentes lograron identificar al procesado gracias a que llevaba la misma ropa durante un altercado ocurrido la misma noche, cuando dañó, junto a un grupo de jóvenes, un coche cerca del polígono donde tuvo lugar la agresión. La entrada y registro en su domicilio confirmó las sospechas al hallarse allí ADN de la menor. Desde abril de 2022 permanece en prisión preventiva.
La primera sesión del juicio ha servido para que el tribunal escuchara a los dos camioneros que hallaron a la joven minutos después de ser agredida, así como a dos jóvenes con los que había estado antes de la agresión en la discoteca. Los jueces también han oído el relato de la víctima, pero la joven no ha comparecido este lunes, sino que en la sala se ha visionado su declaración en fase de instrucción.
El tribunal, presidido por la magistrada Montserrat Comas d'Argemir, ha querido así proteger al máximo a la menor y evitar un “perjuicio” y la revictimización de la joven, que poco o nada recuerda de los hechos debido a las lesiones. El visionado se ha realizado a puerta cerrada (los medios no han podido escuchar ni ver lo que dijo la víctima). El tribunal también ha prohibido la difusión de cualquier dato que permita identificar a la joven, menor de edad en el momento de los hechos, o a su entorno.
El camionero que encontró a la víctima en un callejón poco transitado al amanecer ha recordado que nada más verla bajó del vehículo y le puso una chaqueta encima. “Estaba temblando y decía ‘no, no, no’”, ha aseverado. Le avisó que iba a llamar al 112, pero incluso entonces la joven seguía negando, ha añadido. “No creo que me escuchase”, ha agregado.
Minutos después apareció un segundo camionero que también trabajaba en el polígono industrial esa mañana, que ha corroborado el relato del primer conductor. “Vi a la chica que estaba temblando, cogí la chaqueta y la camisa del camión y la tapé mientras el compañero estaba llamando al 112”, ha explicado. Ambos testigos han indicado que la menor estaba ensangrentada.
Los otros dos testigos de la jornada (una amiga y un chico que conoció en la discoteca del mismo polígono) en la que la víctima estuvo antes de la agresión han confirmado que estuvieron con la menor esa noche. La amiga incluso llegó a llamarla de madrugada sin que la víctima respondiera al teléfono. A lo largo de toda la semana comparecerán ante el tribunal más testigos y peritos, entre ellos los agentes de los Mossos que llevaron la investigación así como los médicos que atendieron a la joven. El juicio quedará visto para sentencia el viernes.