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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La campaña catalana arranca lastrada por la pandemia y con casi la mitad del electorado indeciso

Sin auditorios llenos, ni baños de multitudes, ni aplausos ensordecedores, ni efusivos saludos. La carrera hacia las elecciones catalanas del 14F ha comenzado este jueves con actos austeros, distancia social y formatos pensados para ser emitidos por internet. Una excepcionalidad en las formas que recuerda que, aunque la política sigue adelante, la pandemia no ha remitido. Esta será una campaña marcada por la crisis de la COVID-19, pero también una de las carreras electorales más abiertas que se recuerdan en Catalunya. Casi la mitad del electorado no tiene decidido a quién votará y hasta tres formaciones, ERC, PSC y Junts, se disputan el primer puesto en una horquilla de menos de cinco escaños.

Los partidos han elegido unos eventos de inicio de campaña acordes con las restricciones y la imposición de medidas sanitarias. Pero, pese a la necesaria contención, todas las formaciones han tratado de pisar este jueves el acelerador al máximo para encarrilar unos comicios más abiertos que nunca. El PSC, que ha celebrado su acto en su sede de Barcelona pero con presencia descentralizada en las otras tres circunscripciones, ha contado con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la vicepresidenta Carmen Calvo. “Soy el candidato de los que quieren avanzar y dejar de retroceder, de los que creen que ya va siendo hora de cambiar de prioridades, dejar atrás las falsas quimeras y centrarnos en lo que realmente importan, en el empleo, en la educación y en la sanidad”, se presentaba Salvador Illa ante poco más de una quincena de personas.

El ya exministro de Sanidad vuelve a su tierra con el cometido de disputar la hegemonía a los independentistas. Desde su irrupción en la política catalana, todas las encuestas, unas más y otras menos, han detectado una mejora de las perspectivas del PSC. Con todo, para Illa no será fácil desbancar al candidato de ERC, Pere Aragonès, que se mantiene en cabeza gracias al impulso de su formación, ni sobrepasar al carismático tándem que presenta Junts, con Carles Puigdemont como número uno y Laura Borràs de candidata efectiva a la presidencia. De los primeros puestos de la carrera ha caído en esta ocasión Ciudadanos, el partido ganador de las anteriores elecciones, que, sin embargo, en estos comicios todas las encuestas le anuncian debacle y solo puede aspirar a mantener una cuarta posición.

Los republicanos han elegido Mataró para el inicio de su maratón electoral. La ciudad nunca ha sido demasiado proclive al partido independentista, pero el vicepresident Pere Aragonès es de la comarca y, además, la capital del Maresme representa bien el electorado metropolitano al que ERC quiere dirigirse y en el que ha penetrado durante los últimos años. La receta con la que la formación aspira a hacerse con la presidencia de la Generalitat por primera vez desde la Segunda República pasa por un independentismo tranquilo, pactista en Madrid y de gestión en Catalunya. Pese a eso, ERC sabe que no puede perder ni un voto de sus bases más movilizadas por la secesión, para lo que contarán con la presencia sus líderes encarcelados, Oriol Junqueras y Carme Forcadell, entre otros, tanto como la situación penitenciaria se lo permita.

También la tercera formación en liza, Junts per Catalunya, ha apostado por un formato televisivo y descentralizado. La baza de la formación es la popularidad que despierta entre sus bases Puigdemont y Borràs, que han intervenido telemáticamente y por separado, él desde Bélgica y ella desde Barcelona. Desde la base de Sant Just Desvern, el acto ha contado con desconexiones a una veintena de puntos de la geografía catalana, donde los candidatos locales han mostrado su pegada de carteles. A diferencia de ERC, Junts ha potenciado al máximo su discurso independentista y se presenta a la campaña con un claro mensaje a favor de la unilateralidad. Los de Puigdemont están convencidos de que pueden dar la sorpresa y arrebatar el primer puesto tanto a ERC como al PSC y recuerdan que hace tres años las encuestas también les situaban por detrás y acabaron convertidos en el primer partido independentista.

Sánchez, junto al “president Illa”

Cinco horas antes de que comenzara oficialmente la campaña electoral, PSOE y PSC daban el pistoletazo de salida a la competición. “A ese todos contra Illa hagamos que suene muy fuerte y con rotundidad nuestra respuesta: todos y todas con el president Illa. No me cabe duda, lo vais a lograr”, eran las palabras con las que Sánchez daba inicio formalmente a la pelea electoral en la que los socialistas han conseguido dar una patada al tablero con la candidatura del hasta ahora ministro de Sanidad, Salvador Illa, a quien ha definido, entre otras cosas, como “una buena persona”.

“Para alguien que grita, lo peor es tener enfrente a alguien que responde con respeto. Para quien divide y grita lo peor es tener a alguien capaz de unir”,ha dicho el líder socialista, que ha asegurado que “son los partidos de la bronca” los que han situado “a Catalunya a esta situación de desgobierno”. El optimismo de Sánchez le lleva a comparar la situación con la de Washington ante la derrota de Donald Trump: “Estamos en un punto de inflexión y a punto de dejar atrás una época oscura en Washington, Bruselas, Madrid y Barcelona”. Con las otras capitales se ha referido a la derrota de la pandemia y al fin del “austericidio”. En el caso de Catalunya, ha añadido que tiene la “enorme oportunidad” de “dejar atrás una década infructuosa, de división y decadencia”.

“La mayoría ha dicho basta ya, se acabó”, ha subrayado Sánchez, que ha asegurado que la posibilidad de un cambio “se ha abierto paso”. “Catalunya necesita, después de diez años de procés un buen president”, ha aseverado el líder socialista, que ha afirmado que es necesario pasar “de la Catalunya de los conflictos a la Catalunya de las soluciones”.  

“Salimos a ganar, el PSC está fuerte, está preparado con un proyecto integrador y progresista. Tenemos un equipo con experiencia, un partido unido cohesionado y vivo. Tenemos proyecto para transformar Catalunya”, ha afirmado el candidato, que ha apostado por el “reencuentro” de los catalanes con un “método simple” que incluye el diálogo y el respeto a todas las ideas con el fin de dejar atrás “el declive social, económico y la degradación institucional”. “Catalunya necesita un cambio real, que ponga al frente del país un Gobierno que tenga claras las prioridades y totalmente opuesto al desbarajuste del actual”, ha asegurado el exministro. “No podemos seguir cuatro años con un gobierno que es incapaz de asumir responsabilidad y que esconde la cabeza debajo del ala”.

Los independentistas, entre la “vía ancha” y la DUI

El independentismo llega a estas elecciones dividido como siempre, pero más enfrentado que nunca. ERC y Junts ofrecen modelos prácticamente contrarios para llegar a una Catalunya independiente, con programas divergentes no solo en el ámbito social y económico, sino también en el secesionista. Mientras que Aragonès hace campaña proponiéndose como la “vía ancha hacia la independencia”, Borràs ha defendido en los últimos días la necesidad de volver a hacer una declaración de independencia unilateral si el secesionismo supera el 50% de los votos.

Aragonès ha iniciado su intervención asegurando ante los suyos que no deberían haberse celebrado las elecciones por el contexto de la pandemia y ha culpado a los tribunales de imponerlas. Sin embargo, ha dicho, “siempre que hay urnas las personas de Esquerra van, porque las urnas son la única herramienta de poder que tenemos”. Por eso ha pedido una movilización extraordinaria el próximo 14 de febrero para hacer posible una “reconstrucción económica, pero con prosperidad, una reconstrucción social para cuidar los servicios públicos”. “El próximo Govern de Catalunya tiene la obligación de salir con la máxima determinación a la reconstrucción, porque este país ha salido siempre adelante”, ha continuado el vicepresidente.

“Ni la pandemia ni la represión romperán nuestra determinación por hacer un país de justicia social, de igual de oportunidades y para hacer posible la república catalana que es más necesaria que nunca”, ha defendido Aragonès, que ha asegurado que la pandemia ha demostrado que la independencia es “más necesaria que nunca”. “Quien debía haber estado negociando las vacunas no era ningún ministro español, sino un representante de Catalunya”, ha dicho.

Aragonès ha cargado con dureza contra Illa, a quien ha acusado de querer “que el Palau de la Generalitat se convierta en un despachito de la Moncloa”. “Pues eso no va a ser la Generalitat”, ha exclamado el candidato de Esquerra, que ha dicho que “ahora toca una presidencia independentista y de izquierdas”, algo que “solo puede ofrecer ERC”.

Tampoco en Junts se han ahorrado críticas contra el candidato del PSC. “Nos han endosado al peor ministro de Sanidad de Europa”, ha exclamado Carles Puigdemont, en una larga intervención en la que ha llamado a los suyos a hacer el 14 de febrero “lo mismo que el 1 de octubre, que el 21 de diciembre y que en las elecciones europeas”. “Necesitamos fuerza para poder plantar cara a la crisis en las condiciones en las que lo hacen el resto de territorios del mundo”, ha dicho el expresidente. “Y también para conseguir la libertad, que solo puede venir en forma de república, de república independiente, que no viene con el miedo sino con la libertad y la participación”, ha dicho. Puigdemont ha presentado a Laura Borràs como “la próxima presidenta de la Generalitat”.

Por su parte la candidata de Junts ha recordado que esta campaña será diferente debido a la pandemia, aunque ha asegurado que en su partido ya están acostumbrados a las “pantallas”, en referencia a las intervenciones de los políticos que se han instalado en otros países de Europa para esquivar a la justicia española. “Cuando yo llegué a la política aún no había virus de la COVID-19, pero ya estaba el virus de la represión española”, ha dicho. Al parecer de Borràs, las elecciones han sido “impuestas” por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya para evitar que la gente vote. “Pero nosotros votaremos, porque no somos los del miedo y cuando hay urnas vamos”, ha insistido.

“El Estado español cree que puede quitar y poner presidentes de la Generalitat, pero eso solo lo podemos hacer nosotros”, ha proclamado. “Nos han impuesto las elecciones, pero nosotros les impondremos el resultado”, ha proclamado la candidata independentista. “No nos podemos resignar nunca a que sean otros quienes decidan nuestro destino. Os pedimos que seáis exigentes. Que nos exijáis propuestas claras, no repetir errores y os pido que nos exijáis que vuestro voto sea nuestro compromiso”, ha dicho. “La pandemia necesita de soluciones, pero la independencia es nuestra ambición”, ha subrayado.

Ciudadanos: protagonismo de Arrimadas

Inés Arrimadas y el candidato de Ciudadanos a la Generalitat, Carlos Carrizosa, han arrancado la campaña del 14F en una de las cabinas del teleférico que les ha llevado hasta la montaña de Montjuic en donde los dos al alimón han hecho un llamamiento a la movilización del llamado “voto constitucionalista” para que el día de las elecciones autonómicas haya un cambio en Catalunya que acabe con el procés. Tanto uno como otro se han mostrado muy optimistas porque creen que ese escenario esta vez es posible “porque somos más”, han sentenciado. “Vamos a ir a por todas”, ha prometido la líder de Ciudadanos que ha asegurado que Carrizosa “va a ser un magnífico president”.

Durante el acto, Ciudadanos ha presentado el cartel electoral, que Carrizosa comparte con Arrimadas, y en el que figura su lema: “Para que ganemos todos”, eslogan con el que aseguran que quieren hacer alusión a ese vuelco político que ven “muy necesario” tras el 14F en Catalunya, aunque han lamentado las “raras” circunstancias en las que se va a desarrollar esta campaña por culpa de la pandemia que ha obligado a que no haya mítines tradicionales ni público que arrope a los candidatos ya que todo se seguirá por streaming.  

Durante su intervención, la líder de Ciudadanos ha asegurado también que en estos años “hemos perdido mucho tiempo”, y ha señalado que “el procés no ha dado nada bueno a ningún catalán”. “Tengo muchas ganas de empezar una nueva etapa”, ha dicho Arrimadas, recordando que ese cambio de ciclo ya lo han conseguido en Andalucía en donde ha logrado desbancar al PSOE. “Podemos relanzar Catalunya si tenemos un buen gobierno con unas buenas políticas”, ha aseverado.

Los 'comuns', al Clínic y la CUP en Girona

El contexto pandémico ha sido una buena razón para que En Comú Podem haya elegido el Hospital Clínic de Barcelona como lugar totémico para comenzar la campaña. Tres mujeres, la candidata Jéssica Albiach, la alcaldesa Ada Colau y la número uno por Girona, Rosa Lluch, han compartido un acto en el que la formación ha cargado sin miramientos contra Junts, a quien han convertido en su bestia negra de la campaña. Albiach ha interpelado a Laura Borràs, de quien ha dicho que está “tan acostumbrada a mandar que no acepta que la democracia diga otra cosa”. Los 'comuns' reivindican un cambio de mayorías que haga posible un gobierno transversal de izquierdas para la Generalitat, una fórmula en la que consideran que su papel sería de pegamento entre el PSC y ERC.

Por su parte, la CUP ha optado por un acto en la ciudad de Girona, a donde han acudido tanto la candidata a la presidencia, Dolors Sabater, como otros miembros de las diferentes listas de las cuatro circunscripciones catalanas. En el caso de los anticapitalistas, a falta de público han optado por desplegar un video mapping. “Somos la única alternativa que puede hacer avanzar este país nacional y socialmente”, ha defendido Sabater, que ha llamado al voto por la CUP para entrar en un nuevo ciclo de movilizaciones.

PP y VOX, rivalidad por la derecha

Otro líder nacional, en este caso el jefe de la oposición Pablo Casado, ha acompañado desde Catalunya al candidato del PP, Alejandro Fernández. El acto, también de pequeño formato, se ha emitido desde Barcelona, y además de los dos líderes ha intervenido la número dos de la lista y flamante fichaje del partido proveniente de sus rivales de Ciudadanos, Lorena Roldán. En el PP están convencidos de que podrán mejorar su resultado gracias a una doble oposición, tanto al independentismo, como al candidato del PSC, Salvador Illa. La formación se ha resistido a tender la mano al exministro de Sanidad, como si lo han hecho desde Ciudadanos e incluso desde Vox.

Precisamente esa es la otra carrera que el PP mantiene para superar al partido de extrema derecha, con quien aparece en las encuestas empatado. Para superarlos, la formación maximizará la presencia de Casado en Catalunya y apostará por un perfil enfrentado tanto a los “populistas de izquierdas como a los derecha”, a quien en su intervención el jefe de la oposición ha comparado.