El colectivo de Can Vies se planteó ayer su futuro junto a 200 vecinos del barrio de Sants. En una asamblea abierta celebrada junto a las ya emblemáticas ruinas del edificio medio demolido, los inquilinos del que fuera centro social okupado del barrio quisieron recojer las propuestas de los vecinos para recuperar el espacio. Pocas fueron las decisiones que se tomaron, pero sí hubo un clamor unánime: hay que seguir con la reconstrucción autogestionada de Can Vies.
La asamblea fue sobre todo una primera toma de contacto, y en ella se informó de entrada que el colectivo rechaza toda negociación con el Ayuntamiento, algo que se ha venido diciendo desde Can Vies desde que el consistorio optara por desalojar y derribar el inmueble el pasado 26 de mayo.
La voluntad de seguir con la reconstrucción choca con la última decisión tomada ayer por el alcalde Xavier Trias en este conflicto: que sea la propiedad (Transports Metropolitans de Barcelona) la que se encargue de retirar los escombros del espacio derruido.
Sea como sea, durante la asamblea sus asistentes se emplazaron a seguir sacando ellos mismos los escombros de Can Vies en los próximos días -existe un calendario de trabajo elaborado por el centro-. Ferran Aguiló, de la asamblea de Sants y de la plataforma de apoyo al centro social, calificó de “cínica” la última oferta planteada por el Ayuntamiento, puesto que es muy similar a la que se planteó durante las negociaciones previas al desalojo: cesión temporal del espacio a sus ocupantes hasta llegar a la innegociable demolición, prevista para dentro de 30 meses, como plazo máximo.
En este punto de la asamblea, los medios de comunicación fueron invitados a abandonar el encuentro porque, según sus convocantes, algunos de sus participantes veían con reparo el hecho de ser grabados.
En los últimos días un equipo de técnicos y arquitectos de confianza de los okupas ha valorado el estado del edificio y, según ellos, no hay daños estructurales. Por eso el sábado pasado se empezaron los trabajos de retirar las piedras y cascotes. En las próximas semanas se irá decidiendo cuál es la mejor solución para el proyecto.
Los otros vecinos: “¡Que no nos vendan que es el gran centro social!”
“Estamos aquí para dar unas opiniones que no hemos visto representadas en la televisión ni en otros medios”. Así empezó su intervención Albert Torras, vecino de Sants, en una asamblea convocada por él mismo para encauzar el sentir de muchos vecinos de rechazo a las protestas por Can Vies y a los altercados que han desencadenado.
El encuentro, celebrado una hora antes de la asamblea de Can Vies, reunió a unas 80 personas, tan molestas con el colectivo del centro okupado como con el alcalde Trias, al que acusaron de haber dado su brazo a torcer ante las demandas de quienes consideran violentos.
Este grupo de vecinos, autodenominado Colectivo de Vecinos y Vecinas de Sants-Montjuïc, ha recogido unas 120 firmas de apoyo a un manifiesto que rechaza la “venga de donde venga, pero especialmente si viene de personas o colectivos que quieren imponer sus ideas por medio de la destroza sistemática del mobiliario urbano”. El documento también exige “igualdad en el cumplimiento de las normas y los deberes” para todas las entidades del barrio, y defiende la “tradición reivindicativa pero pactista y pragmática del asociacionismo” del barrio, y condena
Durante la asamblea algunos vecinos denunciaron que el apoyo vecinal que recibe el centro desalojado no es tan amplio como parece. “¡Que no nos vendan que es el gran centro social!”, proclamaba uno de los asistentes, que como la mayoría estaba a favor de que el consistorio continuara con el derribo. La intención de estos vecinos es recoger firmas de apoyo al manifiesto para trasladarlas al Ayuntamiento.