El debate de los presupuestos de la Generalitat de Catalunya para el 2017 ha chocado con un escollo importante: la educación. El Govern de Junts pel Sí y la CUP están lejos de ponerse de acuerdo en cuál debe ser el modelo educativo de Catalunya, pero también de acordar las mejoras en materia de enseñanza de las cuentas que ya se están tramitando en el Parlament. Además, las huelgas convocadas para los días 18 de enero y 9 de febrerohuelgas –esta última coincidiendo con la votación de los presupuestos– han terminado de calentar una discusión en que la CUP se ha alineado con los sindicatos. Pero ¿cuáles son sus reclamaciones? ¿Qué avances incorporan las cuentas en educación? ¿Dónde están las principales diferencias?
Las demandas de los sindicatos, secundadas por los anticapitalistas, son públicas. Las hay laborales –y que, aseguran, afectan a la calidad educativa–, como el retorno al horario lectivo anterior a los recortes (18 horas en Secundaria, 23 en Primaria), las sustituciones del personal desde el primer día (y desde el 1 de septiembre), la reducción en dos horas lectivas a los mayores de 55 años o el cobro del mes de julio por parte de los sustitutos. Otras están pensadas para reforzar la educación pública, como el fin de los cierres de aulas de enseñanza pública y la reducción de ratios. El coste total de estas medidas sería de 142 millones, calculan.
La CUP apoya estas peticiones y añade otras en forma de enmiendas. Las más polémicas tienen que ver con los conciertos educativos. Piden que las cuentas de la Generalitat retiren de cara al curso 2017-2018 los conciertos de los grupos fuera de la enseñanza obligatoria –es decir, Bachillerato– y de todos aquellos centros que no cumplan los criterios de escuela inclusiva, entre los que estarían los que segregan en función del sexo, y que suponen 30 millones anuales de financiación pública.
Desde la consejería de Enseñanza, sin embargo, han asegurado en más de una ocasión que los conciertos son intocables al menos hasta el 2020, cuando expiran los contratos. Además, fuentes del departamento aseguran que algunas de las reivindicaciones sindicales de cara a la huelga ya están recogidas en el actual proyecto de presupuestos. En efecto, las cuentas presentadas por Oriol Junqueras a finales de noviembre ya contemplaban que no se cierren más líneas públicas –y que se hagan coincidir en el tiempo las matriculaciones en pública y concertada para evitar tratos de favor–, que se sustituya a los maestros desde el 1 de septiembre, que los sustitutos cobren el mes de julio o que no se amplíen ni se den nuevos conciertos el próximo curso.
Ante esto, la diferencia de posicionamiento entre la CUP y Junts por Sí radica en que los primeros consideran que las medidas citadas son fruto de acuerdos para la aceptación a trámite de los presupuestos, y que ahora hay que dar más pasos para conseguir su voto de aprobación. Desde la coalición independentista, en cambio, entienden que el fruto de aquellas negociaciones ya acercaba las cuentas a las voluntades de los anticapitalistas. En cuanto a los sindicatos, argumentan que a ellos estas mejoras no se les han comunicado a través de la Mesa Sectorial, que es el mecanismo previsto por Enseñanza para negociar con los representantes del profesorado todo lo que afecta a sus condiciones.
Es precisamente sobre Enseñanza, y no sobre Junts pel Sí, donde recae ahora el peso negociador. Consultados por este diario, se han limitado a afirmar que esta semana habrá reuniones con los sindicatos. Y a ellas se remiten desde la CUP a la hora dar luz verde a los presupuestos. En la medida en que se atiendan las demandas de los agentes sociales, más cerca estarán de dar el sí a las cuentas. En este sentido, es importante recalcar que para el conjunto de sindicatos que secundan la huelga del día 9 (CCOO, USTEC, UGT y ASPEPC) uno de sus grandes caballos de batalla es la reducción de horas lectivas. Pasar a 18 y 23 horas lectivas en Primaria y Secundaria, respectivamente, supondría la entrada al sistema de 6.000 docentes nuevos y un coste de 80 millones de euros en el actual curso.
Tanto los sindicatos como la CUP esperan que el Gobierno acabe aceptando algunas de sus demandas antes del 9 de febrero. Las negociaciones irán acompañadas de movilizaciones. Esta misma semana, el día 18, hay convocada una huelga por parte de CGT (con concentraciones ante el Parlament, donde a las 11.30 h se votará la enmienda a la totalidad al departamento de Enseñanza), y para el día 26 hay previstas concentraciones territoriales. Dos días después, el 28, es la fecha fijada por la CUP para decidir definitivamente el sentido de su voto sobre las cuentas.
Más allá del debate, el proyecto de presupuestos para el 2017 prevé un incremento de 338 millones en materia de enseñanza. Crece, por tanto, un 7,6% respecto de las cuentas de 2015 (las últimas aprobadas), y contempla un incremento de 12 millones de euros en becas comedor, un 27% más de recursos para las Unidades de Escolarización Compartida y la incorporación de 1.200 docentes nuevos el próximo curso hasta recuperar el volumen de plantilla de 2010. Sin embargo, los sindicatos recuerdan que desde entonces el número de alumnado no ha parado de aumentar, así que la inversión del Govern por alumno y año es hoy 500 euros inferior a la de hace siete años.