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Carles Puigdemont, detenido en Cerdeña

Carles Puigdemont en una imagen de archivo.

Alberto Pozas / Pedro Águeda

23 de septiembre de 2021 22:51 h

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El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont ha sido detenido este jueves en Cerdeña, según ha adelantado El Español y ha podido confirmar elDiario.es. Puigdemont, perseguido por la justicia en España desde el año 2017, ha sido arrestado por las autoridades italianas por la orden de búsqueda internacional emitida por el Tribunal Supremo. Según fuentes conocedoras de su situación, el expresident se encuentra en la comisaría del aeropuerto italiano y ha sido detenido a las 21:15 horas de esta noche en el aeropuerto de Alghero.

Fuentes del Tribunal Supremo explican a elDiario.es que la decisión del Tribunal General europeo de levantar su inmunidad ha permitido su detención en función de las órdenes de arresto vigentes desde finales de 2019. Ahora serán los tribunales italianos los que, como cuando fue detenido en Alemania, decidan si le entregan para ser juzgado en España: no será un proceso inmediato y fuentes del alto tribunal especifican que habrá un “diálogo entre tribunales” para estudiar la viabilidad de la ejecución de la orden de detención.

En un comunicado, el gabinete de Puigdemont explica que ha sido retenido en el aeropuerto por la policía italiana de fronteras. Mañana, según este comunicado, será puesto a disposición de los jueces de apelación, los competentes para decidir si le dejan en libertad o si acceden a su extradición a España donde tiene pendiente el juicio por el procés independentista de 2017.

La Justicia puso en búsqueda y captura a varios de los fugados en 2017: el expresident Carles Puigdemont, Marta Rovira y los exconsellers Toni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret. Fueron los que decidieron no acudir a la citación de la Audiencia Nacional cuando la causa contra el procés independentista unilateral echó a andar. Desde entonces y hasta la fecha el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha levantado y reactivado varias veces estas órdenes internacionales y europeas de detención en función del desarrollo de la causa ante instancias judiciales de otros países.

En el caso de Carles Puigdemont, procesado por rebelión y malversación desde 2018, el Tribunal General de la Unión Europea decidió retirarle la inmunidad parlamentaria. En ese momento la resolución entendió que mientras no se pronunciara sobre la situación del resto de eurodiputados “nada permite considerar que las autoridades judiciales belgas o que las autoridades de otro Estado miembro puedan ejecutar las órdenes de detención europeas dictadas contra los diputados y entregarlos a las autoridades españolas”.

No es la primera vez en que Puigdemont es detenido. También fue arrestado en marzo de 2018 cuando viajaba en coche por Alemania y pasó incluso doce días en la prisión de Neumünster para que, posteriormente, el tribunal alemán de Schleswig-Holstein rechazase su entrega a nuestro país acusado de un delito de rebelión. Está por ver si ahora las autoridades italianas deciden su entrega y en qué términos teniendo en cuenta que ahora Llarena exige su entrega por sedición y no por rebelión desde finales de 2019.

Cuentas pendientes

En caso de ser finalmente entregado a las autoridades españolas, Carles Puigdemont tiene pendiente un juicio en el Tribunal Supremo. En 2018 fue procesado por rebelión y malversación junto con el resto de líderes independentistas y si es entregado será juzgado. El escenario, eso sí, ha cambiado en los últimos años: la sentencia condenatoria del Supremo ha sido por un delito de sedición y no de rebelión tal y como había pedido la Fiscalía en un primer momento.

En los últimos años la pelea de Carles Puigdemont y su defensa ha sido trasladar la causa a tribunales internacionales y de otros países, consiguiendo por ejemplo que la Justicia alemana rechazase los cargos por rebelión o que la Justicia belga rechazase la entrega del exconseller Lluís Puig. La sentencia del Tribunal Supremo provocó que Llarena introdujese cambios en la orden de detención, pasando a ser por delitos de sedición y malversación.

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