Catalunya creará un grupo de expertos para mejorar el sistema educativo tras la debacle de PISA

Ya había advertido el Govern al mediodía de que la cumbre de partidos de la tarde para analizar la crisis educativa en Catalunya no traería “una fórmula mágica”. Y así ha sido: el encuentro, descontada la cortesía entre los grupos, ha servido para constatar sus diferencias y para crear una comisión de expertos.

El Govern creará un grupo de expertos con diferentes perfiles de la comunidad educativa para que elabore un plan de trabajo a finales de febrero con propuestas de mejora del sistema educativo tras los malos resultados obtenidos en el informe PISA.

Así lo ha anunciado la consellera de Educación, Anna Simó, tras la cumbre. Según Simó, el grupo lo integrarán una quincena de miembros de diferentes perfiles consensuados y garantizará una diversidad entre los distintos niveles educativos, la diversidad territorial, las complejidades de centro o la concertada y la pública.

Por parte de los grupos, han acudido a la reunión Salvador Illa y Ester Niubó (PSC), Marta Vilalta y Mònica Palacín (ERC), Albert Batet y Judit Guàrdia (Junts), Carles Riera y Dolors Sabater (CUP), Jéssica Albiach y Joan Carles Gallego (comuns), Carlos Carrizosa y Anna Grau (Cs) y Lorena Roldán y Daniel Serrano (PP).

El Govern se ha reunido este martes con representantes de los grupos del Parlament –salvo Vox, que se ha borrado del encuentro– tras las alarmas encendidas por los malos resultados de Catalunya en el último informe PISA. El estudio ha confirmado la segregación escolar y las diferencias entre alumnos ricos y pobres como uno de los mayores problemas educativos de la comunidad.

La caída de más de 30 puntos en lectura y matemáticas en pisa situó a Catalunya a la cola de España, un curso por debajo de Castilla y León. El desplome, según los expertos, obedece a un cóctel de razones como la falta de profesores, los cambios continuos en el modelo escolar, la pandemia o la gestión de los alumnos de familias migrantes y las desigualdades sociales.

El Ejecutivo ha evitado comprometerse con una de las medidas que, de forma unánime, le ha propuesto la oposición de izquierdas para revertir la situación: la vuelta de la sexta hora educativa. A juicio de las fuerzas progresistas, serviría para mitigar la desigualdad entre centros públicos y concertados.

Simó ha vuelto a reivindicar un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas que busque consensos para aplicar medidas en la enseñanza a lo largo de dos legislaturas, independientemente del partido que ostente la cartera de Educación.