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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El Govern da la bienvenida a los nuevos jueces y fiscales para fomentar su arraigo en Catalunya

 “Aquí es todo muy caro, y como tenemos el mismo sueldo, pierdes poder adquisitivo respecto a otras comunidades”. Así se expresa una jueza que esta semana arrancará en su primer destino en Martorell (Barcelona), una de las plazas más congestionadas de Catalunya, con litigios relacionados desde la industria a los conflictos de las prisiones de Brians. De los siete juzgados de Martorell, cuatro los ocuparán jueces recién llegados a la carrera de la última promoción, mientras que las otras tres son de sustitutos.

El de esta togada es un ejemplo del déficit endémico de jueces y fiscales de la comunidad, una cuestión que ha sobrevolado las primeras jornadas organizadas por la Generalitat para dar la bienvenida a los profesionales que ejercerán a partir de ahora en Catalunya. A las sesiones han asistido una cuarentena de nuevos jueces y fiscales, en su mayoría mujeres.

En conversación informal con elDiario.es, los nuevos togados han valorado positivamente las jornadas, al tiempo que han diagnosticado el estado de la Justicia en la comunidad. Pese a no haber unanimidad de opiniones, los jóvenes que empezarán a dictar sentencias y presentar escritos de acusación sí destacan tres factores para explicar el déficit de togados en Catalunya: el mayor coste de la vida, la mayor carga de trabajo y la tradicional falta de tradición opositora en la comunidad. En menor medida, también figuran la cuestión del catalán y el derecho civil propio.

“En Catalunya tenéis pocos opositores, entre mi promoción y la anterior había menos de diez fiscales y éramos más de 200”, cuenta un fiscal destinado en Figueres (Girona). Unos porcentajes muy bajos en comparación con la población, que la Generalitat intenta mejorar con más becas para opositores.

Aunque su objetivo es volver a su tierra, a Valencia, este joven explica que en determinados destinos hay que esperar unos años para que haya plazas disponibles, lo que hace de Catalunya un destino de paso, pero para unos cinco o más años. De ahí que este fiscal celebre la información que la Generalitat les ha facilitado este lunes, como la apuesta por la mediación y las medidas penales alternativas. También se han abordado las políticas de memoria histórica o la organización de las oficinas judiciales.

La jueza que empezará a trabajar en Martorell ha preguntado a los representantes del Ministerio y la Generalitat por el plus económico que hace más de un año reclamaron el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para frenar la fuga de jueces y promover el arraigo en la comunidad.

Sin embargo, tanto el secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, el magistrado Manuel Olmedo, como la secretaria para la Administración de Justicia de la Generalitat, Iolanda Aguilar, han enfriado las expectativas sobre este plus económico y han abogado más bien por fomentar el acceso a la carrera mediante el denominado 'cuarto turno', para aprovechar así la tradición por la abogacía de Barcelona y el resto de la comunidad.

“Os queremos y necesitamos aquí”, ha recalcado Aguilar a los nuevos jueces y fiscales en el discurso que ha cerrado las jornadas. Aguilar ha reconocido el problema endémico que arrastra la comunidad: “El déficit y el exceso de movilidad de jueces y fiscales no nos permite ser eficientes por muchas inversiones que hagamos”.

Además de recibir a los nueves jueces en la comunidad, las jornadas han servido para poner de manifiesto la vuelta a la normalidad institucional entre Generalitat y judicatura tras las tensiones del procés. En el acto de este lunes han participado el fiscal superior de Catalunya, Francisco Bañeres y el director de la Escuela Judicial, Jorge Jiménez.

En este sentido, Bañeres ha pedido “un esfuerzo” a los nuevos togados para captar que Catalunya es una comunidad bilingüe, mientras que la consellera de Justicia, Gemma Ubasart, ha recalcado que jornadas como las de este lunes buscan “compartir, no confrontar”. “Es importante conocerse con la administración, ponernos rostro y llegar todos a tener una mayor confianza en el otro”, ha aseverado Jiménez.