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Catalunya decreta la “excepcionalidad” por la sequía, prohíbe el riego de jardines y lo reduce un 40% para agricultura

Pau Rodríguez

28 de febrero de 2023 13:46 h

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Del semáforo amarillo al naranja. El Govern de Catalunya ha anunciado este martes que pasará del estado de alerta por la sequía al de “excepcionalidad”. La falta de lluvias, que hace 29 meses que afecta a la comunidad, ha empujado al Ejecutivo catalán a aprobar nuevas medidas más restrictivas para preservar todavía el agua de boca. A partir de esta semana no se podrán regar las zonas verdes, ni privadas ni públicas, y se reducirá el agua para usos agrícolas hasta un 40% (hasta ahora la limitación era del 25%). 

Teresa Jordà, consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, ha explicado que las medidas afectarán a las cuencas Ter-Llobregat y Muga-Fluvià, que abastecen a la gran mayoría de la población catalana, incluida el área metropolitana de Barcelona. “Estamos en el cuarto de cinco escenarios” de gravedad, ha expresado. El paso previo a la emergencia. Y ha recordado que en los últimos meses se había aumentado ya la desalinización de agua de mar y la reactivación de pozos de sequía, además de prohibirse el llenado de piscinas privadas o el lavado de coches en la vía pública. 

Las restricciones se endurecen ahora y afectarán a la industria, con una reducción del 5% al 15% del consumo, a los usos lúdicos e incluso al ámbito doméstico. En este último punto, el límite máximo de uso será 230 litros al día por persona, todavía lejos de la media de la población, que es de 117. En cuanto al riego de parques y jardines, privados y públicos, solo se permitirá el que sirva para mantener con vida a los árboles. Y se vetará el uso de agua potable para la limpieza de las calles.

“El primer objetivo es proteger los abastecimientos para el agua para beber”, ha insistido la consellera, que también ha asegurado que aumentarán las penalizaciones para quien incumpla las medidas. En este sentido, ha recordado que todos los municipios de más de 20.000 habitantes deben tener planes contra la sequía y esto todavía no es así. De hecho, ha explicado que durante la sequía el consumo urbano de agua ha crecido un 3,5% pese a las campañas de concienciación. De ahí a que haya instado a reducir el consumo, sobre todo de cara a la temporada turística de Semana Santa y verano

El vaciado del pantano de Sau

Finalmente, una de las acciones más llamativas, que Jordà ha calificado de “técnica” será el aumento de los trasvases desde el pantano de Sau hasta el contiguo de Susqueda, en la provincia de Girona. Con unos niveles muy bajos, del 17%, el agua del primer pantano corre el riesgo ahora de entrar en contacto con los fangos del fondo y echarse a perder. 

Para evitarlo, la Agencia Catalana del Agua (ACA) incrementará el trasvase diario en lo que será prácticamente el vaciado de Sau. De los actuales 0,3 hm3/día que se traspasan de un pantano a otro se pasará a 0,5 hm3/día. 

Jordà ha querido resaltar la extrema gravedad de la sequía recordando que dura ya once meses más que la de 2008. A nivel pluviométrico, no se vivía una situación similar desde 1905. “Una pregunta podría ser: ‘¿Y cuánto debería llover para que saliesemos de aquí?’. La respuesta no es exacta, pero quizás 40, 50, 60 litros diarios durante cuatro meses”, alertaba la consellera, que ha añadido que la emergencia climática convertirá escenarios como este en la “nueva normalidad”.