La Generalitat de Catalunya ha anunciado la creación de un grupo de trabajo para revisar los edificios que cuenten con el mismo revestimiento que la torre de València que se incendió este jueves y ya ha dejado al menos diez muertos. El Departamento de Territorio ha asegurado que se coordinará de esta forma con los representantes de los ayuntamientos, que son los que tienen las competencias urbanísticas, para analizar el alcance de las actuaciones que deban llevar a cabo.
El equipo de trabajo estará integrado por los técnicos de urbanismo y arquitectura de la Generalitat, así como miembros del Colegio de Arquitectos y el Colegio de Arquitectos Técnicos de Edificación. “El objetivo del grupo será definir las medidas y acciones pertinentes al respecto de los posibles edificios en riesgo por esta patología en Catalunya”, señalan.
El comunicado de Territorio recuerda que desde marzo de 2006, la normativa obliga a comunicar a los colegios profesionales tanto el inventario de los materiales usados en las construcciones de viviendas como la documentación de los proyectos.
Los primeros análisis tras el incendio del edificio de 14 plantas de València apuntan a que se propagó a una velocidad extraordinaria debido al material del revestimiento de la fachada, que sería inflamable. La empresa promotora del edificio, además, es de Barcelona. Se trata de Fbex, que entró en concurso de acreedores en 2010, pero que antes había operado sobre todo en Catalunya, Comunitat Valenciana y Baleares. Por todo ello, la Generalitat catalana ha decidido evaluar si en sus municipios podría haber fincas con el mismo nivel de riesgo.
En Barcelona, por ejemplo, no existiría este problema. Según ha informado El Periódico, en la capital catalana existe una normativa que se remonta a 1997 y que ya establecía que los materiales de revestimiento exterior de las fachadas no podían ser inflamables. El texto que lo recogía, hoy todavía vigente, es la Ordenanza Municipal de Condiciones de Protección de Incendios de Barcelona.
Para toda España no fue hasta 2006 cuando se aprobó el Código Técnico de Edificación, que incluye las distintas medidas a adoptar en caso de incendio.