La Generalitat ha aprobado este martes un decreto ley de medidas urgentes para la sequía, entre las que destaca la imposición, por primera vez, de limitaciones en el consumo de agua para establecimientos de alojamiento turístico equivalentes al consumo doméstico de los ciudadanos catalanes.
Así, el limite de consumo el límite se equipara al consumo medio de los ciudadanos catalanes, que es de 115 litros en situación de excepcionalidad; 100 litros en emergencia y 90 litros en emergencia II.
Se ha adoptado esta medida porque prácticamente todos los establecimientos turísticos están conectados a las redes de distribución en las mismas condiciones de suministro que los domicilios y, aunque no son usos puramente domésticos, actualmente tienen la misma prioridad de uso, por encima de los industriales, agrícolas o ganaderos.
Ahora bien, estas limitaciones sólo serán obligatorias para los hoteles si el municipio en el que se encuentran incumplen el consumo máximo durante tres meses consecutivos.
Es decir, se empezarán a aplicar, como pronto, en julio, ya bien entrada la temporada turística. Hasta entonces, la pelota queda en el campo de los Ayuntamientos, que “serán los que tendrán que encontrar el sistema para hacer cumplir los topes”, ha apuntado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja.
Desde el Ejecutivo se reconoce así el carácter simbólico de la medida: “Concretar cuántos litros puede consumir cada plaza hotelera busca generar concienciación sobre en qué punto estamos”, ha matizado Plaja.
Modificación del régimen sancionador
La Generalitat ha modificado también el régimen sancionador del PES, que contempla multas para infracciones durante tres meses consecutivos (mientras que ahora se realizan mensualmente) para que “el expediente resultante sea ás ajustado a las circunstancias concurrentes”, según el Govern.
Con todo, la infracción leve se sancionará con multas de hasta 10.000 euros; la grave con entre 10.001 y 50.000 y la muy grave con multas de hasta 150.000 euros.
Piscinas privadas como refugios climáticos
Otra de las modificaciones del PES es que se permitirá llenar y rellenar piscinas privadas si se censan como refugios climáticos. Para ello, es necesario un acuerdo con los Ayuntamientos que las decrete como de uso abierto a la ciudadanía en las mismas condiciones en que funcionan las piscinas públicas.
La portavoz del Govern ha especificado que se piensa en piscinas comunitarias, de clubes deportivos u hoteles, no aquellas situadas en parcelas individuales. Además, ha destacado que se deberán cumplir los criterios que ya están marcados en la ley que regula las piscinas públicas, como que deben tener un sistema de vigilancia y socorristas.
Pero, por lo demás, Plaja ha evitado concretar qué medidas tendrán que adoptarse para poder abrir una piscina como refugio climático, ni si se acordará un precio de entrada. “Deberemos empezar el verano con el censo de refugios climáticos y, a partir de aquí, son los Ayuntamientos quienes tendrán la potestad de fijar los criterios”.
Al fin, las piscinas que consigan acreditarse como refugios climáticos, podrán ser rellenadas en las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua, siempre que se apliquen “medidas de ahorro adicionales que compensen el agua que se utiliza”. Medidas que el Govern tampoco ha concretado.
Piscinas con agua desalinizada
La modificación del PES abre la puerta a que casi todas las piscinas de hoteles estén abiertas este verano. “Habrá pocas que estén cerradas”, ha reconocido la portavoz del Govern, “casi todas serán consideradas refugio climático o tendrán desalinizadoras privadas”, ha concretado Plaja.
Con esto hace referencia a la tercera modificación del PES, que regula el uso de desalinizadoras móviles privaas como fuente de agua adicional que “no compromete el resto de recursos hídricos del sistema”.
Por ello, las limitaciones por sequía no se aplicaran a las infraestructuras que usen agua provenientes de desalinizadoras y que la usen para “el mantenimiento de la actividad económica que ejercen y para el correspondiente mantenimiento de los lugares de trabajo de la actividad”, tal como ha matizado el Govern.
En caso de que un hotel opte por llenar su piscina con agua desalinizada, no estará obligado a abrirla al público general.