Se cumple un mes desde la entrada en vigor del tope de los alquileres en Catalunya y la Generalitat ya ha decidido ampliar los municipios a los que se aplica la medida. Si hasta ahora eran 140, incluidas las principales ciudades y el área metropolitana de Barcelona, a partir de ahora sumarán 271.
La consellera de Territori i Sostenibilitat, Ester Capella, ha anunciado la ampliación de las zonas tensionadas en un acto en Vielha, la capital del Valle de Arán, que será una de las nuevas localidades donde se aplicará la regulación. La mayoría de municipios que se suman a la lista son de menos de 10.000 habitantes. Con su incorporación, ya son siete millones los catalanes que viven en zonas de alquileres regulados, un 90%.
Entre las nuevas localidades con tope del alquiler destacan varias del litoral de Girona y de Tarragona. De las primeras están Roses, Castelló d’Empúries, l’Escala, Sant Pere Pescador, Pals o Tossa de Mar. De las segundas, Calafell (la más grande de la lista, con 30.000 habitantes), Cunit, Roda de Berà, Altafulla, l’Ametlla de Mar o l’Ampolla. También se incluyen otras localidades de interior como Besalú, Piera o Lliçà d’Amunt. O los únicos dos municipios del área metropolitana barcelones a los que todavía no afectaba este límite de precios: Pallejà y la Palma de Cervelló.
La regulación implica que los nuevos contratos de alquiler que se firmen no pueden ser superiores al anterior, en el caso de los pequeños propietarios, y tampoco pueden superar el índice de precios del Ministerio de Vivienda, en el caso de los grandes tenedores (de cinco o más viviendas). Catalunya es actualmente la única comunidad española que ha desplegado la regulación prevista en la Ley de Vivienda.