El día que estampó su firma en el decreto que anulaba la convocatoria de elecciones, el president en funciones Pere Aragonès argumentó que la jornada de votación suponía “un riesgo inasumible” en lo sanitario. Y, aun así, y tras el revés judicial a su decisión, los colegios abrirán este 14 de febrero. ¿Cómo ha evolucionado la situación epidemiológica desde entonces? Una revisión de los distintos escenarios presentados por el Departamento de Salud evidencia que las cifras de ingresados en la UCI entran dentro de lo previsto, mientras que el número de contagios es inferior al que se vaticinó.
En el documento que el Departamento de Salud entregó a los grupos parlamentarios en la reunión técnica del 14 de enero, de la que se salió con la idea cada vez más clara del aplazamiento –excepto el PSC–, se recogían tres escenarios. En esos momentos, la curva de contagios llevaba disparada durante aproximadamente un mes, con la Navidad de por medio y también la convocatoria automática de los comicios, que fue el 21 de diciembre. En aquellos días de discusión sobre el aplazamiento, a mediados de enero, se cumplía una semana del endurecimiento de las restricciones, aplicadas el 7 de enero, y los hospitales empezaban a dar señales de saturación.
De los tres escenarios planteados, el último y más extremo era sobre la hipótesis de que las restricciones no funcionasen para nada, algo con lo que las autoridades sanitarias en principio no contaban. Los otros dos, más plausibles, dibujaban ambos un pico de contagios poco antes del inicio de la campaña, el 19 de enero, y uno de ingresos en las UCI entre el 3 y el 7 de febrero, poco antes de la votación. En el segundo, se estimaba una mayor altura de esa curva debido a un posible ‘efecto Nochevieja’ o ‘efecto Reyes’, mientras que en el primero, no.
De esta forma, el escenario 1, el más favorable, contaba con un pico de ingresos de UCI de 670 pacienes que bajaría hasta los 620 en torno al 14 de febrero. En cuanto a contagios, estimaba unos 3.000 diarios. El escenario 2, el más grave, suponía una punta de 770 pacientes en cuidados intensivos que quedaría en 750 el día de las elecciones. A nivel de contagios, los situaba para el día de la votación alrededor de 4.000.
Finalmente, lo que ha ocurrido es que en las UCI hay, a día 11 de febrero, 671 personas, más cerca del escenario favorable que del más desfavorable aunque, en cualquier caso, dentro de la horquilla prevista. Cabe recordar también que el director del CatSalut, Adrià Comella, llegó a afirmar que era “probable” alcanzar un pico de 900 pacientes de COVID-19 en la UCI, una cifra a la que no se ha acercado la comunidad pero que tampoco llegó a estar recogida en los informes técnicos remitidos a los partidos.
En cuanto a la evolución de los contagios, ahora mismo se detectan menos positivos al día que en el escenario más optimista presentado por Salud. Esta semana se han registrado de media unos 1.500 casos al día. La cifra está lejos de los 3.000 que se preveían en el escenario menos duro, aunque hay algunos matices: en los gráficos de Salud se hablaba solo de días laborables –que es cuando se suelen detectar más casos–, los días más recientes pueden tener datos infraestimados y, con todo, en los gráficos más técnicos para ese escenario 1 se incluía una horquilla que iba desde algo más de 3.500 hasta algo por debajo de los 2.000.
El cálculo de los distintos escenarios lo elaboró para Salud el grupo de investigación BIOCOMSC, de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), que viene analizando los datos de la pandemia desde el inicio. Lo hizo en colaboración con de la Agència de Qualitat i Avaluació Santàries de Catalunya (AQuAS). Enric Álvarez, investigador del BIOCOMSC, confirma a ElDiario.es que las UCI están “en los valores esperados”, mientras que los contagios han bajado en las últimas semanas “más que en la parte optimista de las predicciones”.
A la hora de analizar con detalle lo ocurrido en esta tercera ola, Álvarez recuerda que las estimaciones de contagios más allá de los quince días son muy volátiles. De hecho, más adelante, el 21 de enero, tras el lío judicial y el mantenimiento cautelar de los comicios, un nuevo informe de este grupo ya ajustaba la previsión de contagios en torno a los 2.300 para el día 14 de febrero, con una horquilla en la que sí encajaría la actual situación.
Álvarez explica que se acercaron más a lo que sería el pico de contagios, pero no contaron con la velocidad a la que estos han caído en los últimos días. “Los casos empezaron a bajar de forma lenta, en la línea de lo esperado, pero después la caída ha ido mejorando. ¿Por qué ha sido mayor esta bajada? Eso hay que investigarlo”, resumía este jueves Álvarez, que celebraba que haya sido más pronunciada de lo previsto.
Esto supondría también que la cifra de personas que estarán en aislamiento el día 14 puede ser significativamente inferior a las 200.000 que predijo el Síndic de Greuges en base a un informe elaborado por expertos.
Menos restricciones pero mucha presión asistencial
Si en el documento del 14 de enero se manifestaba que no se podían descartar un endurecimiento de las restricciones en vísperas de la campaña –también debido a la incertidumbre de la variante británica–, al final ha acabado siendo al contrario. Este lunes ha entrado en vigor una primera relajación de algunas de las medidas.
Aun así, el secretario general de Salud, Marc Ramentol, insistía en que “no se dan las condiciones propicias para celebrar las elecciones”. La caída de la curva sitúa las cifras actuales de positivos cerca de las que se registraban el día que se convocaron los comicios, pero la gran diferencia es que hoy la ocupación de las UCI (671) es el doble que la de entonces (333).
Una ocupación de las UCI como la actual sigue siendo una situación de mucha tensión para los hospitales. A partir de 650 casos, cifra que hoy Catalunya supera, no solo significa que se han empezado a desprogramar cirugías no urgentes, sino también algunas urgentes como las neoplasias. Los datos que manejaba la Generalitat, aunque podían variar en función del territorio, situaban el nivel de aplazamiento de cirugía no urgente en torno al 20 o 30%.
Si se comparan estas elecciones con las otras celebradas en pandemia en España, las de País Vasco y Galicia, la diferencia en la incidencia de casos es abismal: en aquellas comunidades estaban en julio por debajo de los 15 casos por 100.000 habitantes, mientras que ahora Catalunya está en 358.
En este sentido, algunos epidemiólogos y médicos han seguido mostrando su rechazo ante el hecho de que se hayan mantenido los comicios, hasta el punto de que el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB) ha pedido abiertamente a las personas contagiadas que no vayan a votar, ni siquiera en la franja horaria que les han reservado. En cuanto a la constitución de las mesas, y pese al alud de solicitudes para excusarse –la mayoría por razones de salud–, la Generalitat cree que en principio no habrá problemas para constituirlas.