Catalunya prorroga el confinamiento comarcal y el resto de restricciones. Tras una semana de especulaciones y globos sonda lanzados por los propios políticos, que habían amagado con ampliar el confinamiento de la comarca a la veguería, una de las principales limitaciones de la movilidad seguirá en vigor al menos siete días más. “El Govern tiene muy claro que tenemos que dar pasos lentos pero seguros, y no queremos dar un paso adelante para tener que dar dos hacia atrás”, ha justificado el conseller de Interior, Miquel Sàmper, en Catalunya Ràdio.
Sàmper ha dicho que el Govern “está trabajando” en un tipo de confinamiento “distinto”. El conseller ha vuelto a especular con un confinamiento por veguerías, una unidad administrativa mayor que la comarca y más pequeña que la provincia contemplada en el Estatut pero que nunca se ha desarrollado, o con unas restricciones “a la carta” en función del avance de la pandemia en cada región. “Cuando Salud tenga claro que los datos lo permiten se podrá poner en marcha el nuevo confinamiento por demarcación que todavía no sabemos cuál será”, ha expresado el conseller.
Ya al mediodía, en la rueda de prensa para dar cuenta del acuerdo del comité que gestiona la pandemia en Catalunya y que no levanta acta de sus reuniones, el Procicat, Sàmper ha insistido en que a partir del próximo 26 de abril la Generalitat estudiará si se pueden relajar las medidas, siempre que lo permitan los datos epidemiológicos.
A la espera de lo que ocurra la próxima semana, el grueso de las restricciones vigentes en Catalunya se prorrogan como mínimo hasta el próximo 25 de abril: toque de queda a las 22:00h., movilidad –salvo la laboral– permitida solo por la comarca, horario de restaurantes y bares de las 7:30h. de la mañana hasta las 17h. pero sin servir cenas en los locales, terrazas con 100% de aforo con un máximo de cuatro personas por mesa, interiores limitados al 30% y comercios con el aforo reducido al 30%
Varias voces habían reclamado ampliar el confinamiento, entre ellos varios alcaldes del Ebro, del Pirineo o la propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que había pedido que las restricciones afectaran al conjunto del Área Metropolitana de Barcelona y no solo a la comarca del Barcelonès. También algunos consellers de JxCat se habían posicionado en este sentido, como la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, o el propio Samper.
Las cifras de la epidemia en Catalunya muestran que no se consiguen disminuir los pacientes que ingresan en las UCI, el indicador que más preocupa al Govern. Según los datos publicados por la conselleria de Salud este viernes, en las unidades de cuidados intensivos catalanas permanecen ingresadas 500 personas, catorce menos que este jueves pero cinco más que hace una semana. En conjunto hay 1.672 pacientes hospitalizados, 23 menos que hace siete días.
A nivel epidemiológico, la velocidad de propagación de la COVID-19 en Catalunya sí baja y se sitúa en el 0,88, dos centésimas menos que este jueves, mientras el riesgo de rebrote cae a 205 (-15), según el último balance de Salud. La incidencia a 14 días también disminuye y pasa de 244,58 a 233,45. Se han declarado 2.072 nuevos casos y se ha informado de 24 nuevas muertes, con un total de 21.482 defunciones en toda la pandemia.
El secretario general de la conselleria de Salud, Marc Ramentol, se ha felicitado por la estabilización de los casos en las UCI, pero ha afirmado que se necesitan esta semana de prorroga de restricciones “para doblar la curva de contagios y de críticos” y “poder retomar la reapertura a partir del 26 de abril si los indicadores nos acompañan”. Ramentol ha reconocido que “parece que estamos desacelerando el ritmo de impacto en el sistema asistencial” pero los 500 pacientes ingresado este viernes en las UCI “son un elemento de tensión importantísimo en el sistema sanitario que obliga a cierta desprogramación en los hospitales”.
En este sentido, el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha indicado que la cuarta ola empezó con 320 ingresados en las UCI y que se ha producido un “efecto acumulativo” al no poder dar todas las altas necesarias. Por ello ha señalado que “pese a parecer que la ocupación se ha estabilizado, necesitamos días para constatarlo”, y ha añadido que la estabilización en los indicadores de la epidemia “podría significar estar cerca de los 11.000 casos en el fin de semana”.