A partir del lunes los contactos estrechos de positivos de COVID-19 en Catalunya tendrán que volver a realizar una cuarentena obligatoria de diez días aunque estén vacunados. Así lo ha avanzado el conseller de Salud, Josep Maria Argimon. Se trata de una de las nuevas medidas para intentar contener el avance de la variante ómicron. El Govern estudiará introducir nuevas restricciones antes de Navidad.
El comité científico asesor del Govern ha reclamado aplicar restricciones para reducir las interacciones sociales y acelerar las terceras dosis de vacuna, en un momento en el que el virus está desbocado, pese a que la Generalitat aseguró esta semana que no habría nuevas medidas relevantes de cara a las fiestas.
Los planes iniciales no se han podido cumplir debido al rápido crecimiento del coronavirus y la presión de los asesores científicos podría llevar al ejecutivo a replantearse la implantación de restricciones. Para empezar se reintroduce la cuarentena obligatoria para los contactos estrechos, que se había anulado el pasado mes de junio tras extenderse la vacunación.
Hasta ahora solo los contactos de un positivo sospechoso de haberse contagiado con la variante ómicron debían guardar cuarentena. El avance de la variante –Salud calcula que un 20% de las muestras de positivos son sospechosas de ómicron– ha hecho extender el aislamiento de diez días a todos los contactos de positivos, sean o no de ómicron.
Según Argimon, la variante sudafricana será mayoritaria en diez días y totalmente dominante en tres semanas. La nueva variante ha provocado que la epidemia avance sin control en Catalunya, con una incidencia acumulada a 14 días de 493 casos por cada 100.000 habitantes, casi 24.000 nuevos contagios a la semana y una mortalidad que crece a casi nueve fallecidos diarios.
La presión hospitalaria sigue aumentado: este viernes hay 1.139 hospitalizados con COVID-19, once más que este jueves, y las UCI han sumado seis nuevos ingresados, hasta los 287. Las proyecciones tampoco invitan al optimismo. El grupo de biología computacional BIOCOMSC, de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), estima que Catalunya terminará el año con entorno a 400 personas en la UCI.
Los efectos de la ómicron también han redoblado de presión a la ya de por sí saturada atención primaria. Los ambulatorios catalanes atendieron este jueves a 23.102 pacientes de covid, 2.000 más que el jueves de la semana pasada.
En este contexto de crecimiento de los ingresados y saturación de la primaria por el crecimiento de contagios, el comité asesor del Govern sobre la pandemia entregará este viernes un informe en el que recomienda reimplantar restricciones para restringir las interacciones sociales y acelerar la vacunación.
Gracias al avance de la vacunación, Catalunya apenas tiene restricciones en comparación con las mismas fechas del año pasado: la movilidad y los horarios de las actividades no están limitados, y tampoco hay restricciones de aforo. Únicamente se precisa el pasaporte COVID para ocio nocturno, banquetes, interiores de restaurantes, gimnasios y visitas a residencias. Pero ómicron obligará a cambiar los planes.