Cientos de pájaros se quedan sin nido por las obras del Camp Nou, pero hay un plan para que vuelvan
No solo los hinchas azulgranas se sienten como en casa en el Camp Nou. Otro tipo de fauna, más interesada en los recovecos de su estructura de cemento que en el fútbol, ha hecho del estadio un refugio. Durante décadas, numerosas aves, reptiles y murciélagos han encontrado multitud de brechas y rincones para cobijarse y anidar en el templo culé, uno de los edificios más grandes de Barcelona.
Ese entorno está a punto de cambiar: las obras en el campo cerrarán temporalmente las puertas de esta macroresidencia urbana para aves. Para minimizar el daño que puedan sufrir los pájaros mientras duren las obras y con el objetivo que la fauna vuelva al Camp Nou igual que los aficionados, una vez finalice la remodelación del estadio, la entidad Galanthus Natura colabora con el F.C. Barcelona.
El plan busca que las aves se muden temporalmente del Spotify Camp Nou a otros edificios de la ciudad donde viven sus mismas especies, como la Sagrada Família o las iglesias góticas de Ciutat Vella o numerosos edificios del Eixample. “Lo importante es que tengan una oferta suficientemente generosa de nidos”, remarca Sergi García, responsable del área de biodiversidad urbana de Galanthus Natura.
En una primera fase, se han ido tapando los huecos del estadio en los que anidan las aves para que el inicio de las obras, que arrancaron a finales del año pasado con la demolición parcial de la tercera gradería del gol sur, no sea tan brusco para ellas. Igualmente, se han instalado sensores de movimiento, para liberar aquellas que se hayan conseguido colar.
Con estas acciones previas, se busca propiciar una adaptación progresiva para los pájaros y que empiecen a buscar un nuevo hogar. García asegura que, cuando se encuentren cerrados todos los huecos que les quedan disponibles en el estadio del Barça, los animales se adaptarán e irán a buscar otro sitio.
Una vez avancen las obras de remodelación del estadio –su finalización se prevé para 2026–, se integrarán nidos artificiales en el Camp Nou para las aves. García celebra la iniciativa del club: “Los ‘edificios verdes’ no solo deben tener en cuenta el ahorro energético y los materiales reciclables, sino también ayudar a conservar, o incluso a aumentar, la biodiversidad en la ciudad”.
García incide en que la protección de los pájaros es todavía una excepción en la construcción de nuevos edificios. El entorno urbano, explica, tiende a construir edificios “herméticos”. “La arquitectura nueva lo hace por eficiencia energética, pero a la vez implica que no hay brechas ni rincones que los animales puedan aprovechar”, advierte este especialista en biodiversidad urbana, con años de experiencia en proyectos de conservación en Barcelona.
¿Qué hace un pájaro en el Camp Nou?
Aunque a primera vista no lo parezca, la estructura y el diseño de la fachada del estadio, inaugurado en 1957, lo convierten en un entorno ideal para estas aves. “El Camp Nou es como un acantilado enorme en medio de la ciudad”, describe García.
Desde el inicio de la remodelación de los terrenos del Barça, con el derrumbe del Miniestadi en 2019, el club ha analizado las zonas y períodos de más uso del estadio por parte de las distintas especies y las alternativas para evitar daños. “El Camp Nou ha sido un ecosistema estable, en el que la fauna convive con los partidos y con los aficionados de forma extendida, sin conflicto, y en la remodelación hemos incorporado recursos para que los pájaros puedan acomodarse en las instalaciones”, explica Jordi Portabella, responsable del departamento de Sostenibilidad del club.
Desde el departamento de Acción Climática de la Generalitat confirman que las nuevas instalaciones del Barça ofrecerán espacios de nidificación por todo el estadio y que, mientras dure el proceso, los Agentes Rurales seguirán haciendo visitas de control de las medidas dispuestas por el club para mitigar la pérdida temporal de espacios para nidificar.
Entre las especies que crían y utilizan el estadio del Barça destaca el vencejo real, un ave migratoria, reconocida como especie protegida, que llega a Barcelona en marzo. “Son los que van a echar más de menos el Camp Nou”, comenta García. La capital catalana y su área metropolitana concentran una parte importante de la población de vencejos reales del conjunto de Catalunya. “El momento de las obras es muy disruptivo, pero es inevitable en una ciudad, e igual que en la naturaleza si hay un desprendimiento, los pájaros buscan alternativas y, cuando puedan, previsiblemente recolonizarán el espacio”, afirma.
Otros pájaros que suelen criar en el Camp Nou son el vencejo negro, “primo hermano del vencejo real, que llega más tarde y antes se va”, cuenta el ambientólogo; el avión roquero; la golondrina no migradora, que, destaca García, crió por primera vez en Barcelona en el estadio del Barça los gorriones, los estorinos y los cernícalos, además de murciélagos.
Se trata de especies que comen grandes cantidades de mosquitos y otros insectos y que ayudan al control de plagas. En el caso del vencejo real, García destaca que se alimenta de mariposas de la procesionaria. Limitando su presencia, se contribuye a proteger los bosques de pinos. “Es fundamental conservar las especies que encontramos en edificios de la ciudad porque ayudan a mejorar elementos bióticos que las personas necesitamos para encontrarnos bien”, asevera.
También destaca el experto el papel de los murciélagos como agentes que frenan la proliferación de la mariposa del arroz del Delta del Ebro: “Si los murciélagos ejercen este control, se requieren menos pesticidas en los cultivo”.
Compensar para no perder fauna
Los vencejos reales son una de las especies principales que usan el Camp Nou como hogar y uno de los objetivos a salvar. Solo quedan entre 9.600 y 17.900 parejas de estas aves en toda Catalunya, según el Atlas dels Ocells Nidificants. Los vencejos están en peligro, en parte porque les cuesta formar parejas. En el Camp Nou había 20 parejas y hasta 300 especímenes no reproductores, que usaban el estadio como dormitorio, no para nidar.
Por eso, el Barça ha decidido que quiere colaborar con la protección a esta especie y colocará ocho nidos triples en una estructura elevada de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, en Sant Joan Despí. “Los nidos provisionales se ponen para ofrecer a ejemplares que estén por la zona, no se pretende que vayan los que se ubicaban hasta ahora en el Camp Nou; esos van a buscarse otro sitio cuando lleguen”, especifican desde Galanthus Natura.
Cuando finalicen las obras del estadio azulgrana, los pájaros no encontrarán brechas, sino nidos integrados en el edificio para volver a anidar allí. García plantea que esta decisión del proyecto de remodelación es, básicamente, cuestión de “voluntad”, y confía que inspire futuras construcciones “para congeniar la nueva arquitectura con la protección de la biodiversidad”.
“En la rehabilitación de edificios, el coste de instalar nidos es mínimo; es un pequeño esfuerzo que beneficia a todo el mundo: su conservación es básica para el ser humano”, agrega. Para el especialista en conservación de fauna urbana, es importante romper la dicotomía campo-ciudad en la protección de las aves: “No puede ser que solo exijamos a quienes viven en el medio rural que conserven la fauna; el esfuerzo de mantener la biodiversidad lo tenemos que hacer también desde las ciudades”.
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