Aplausos y gritos a pesar de todo en la Ronda Sant Pau número 69 de Barcelona, sede de Ciudadanos desde 2022. Aunque alguno de los presentes aún albergaba esperanzas de un giro de guion inesperado que les permitiera ganar algún escaño y no quedarse fuera del Parlament, finalmente no hubo ni cava ni festejos en el partido naranja.
El recuento de votos en Catalunya puso final a las curas paliativas en las que el partido estaba sumergido. Esta fue la autonomía que los vio nacer de una plataforma civil en 2006 y también la que le ha quitado los últimos escaños que les quedaban en el panorama nacional, dejándoles solo con cuatro diputados en el Parlamento Europeo y con menos votos que la formación animalista PACMA.
El partido, que ganó los comicios de 2017 en Catalunya con más de 1,1 millones de votos, ha perdido sus últimos seis escaños y se ha dejado más de 135.000 sufragios en las elecciones de este domingo respecto a las de 2021.
Frente a unos resultados desalentadores, el candidato del partido, Carlos Carrizosa, ha asegurado que seguirán adelante con su candidatura a las elecciones europeas del próximo 9 de junio, en las que se presenta el eurodiputado Jordi Cañas, y también ha anunciado que el partido naranja se volverá a presentar a las próximas elecciones catalanas.
El candidato había llegado con optimismo a las siete y media de la tarde, declarando que se sentían fuertes y confiados de que, una vez abiertas las “urnas de verdad”, los resultados serían distintos a los que anticipaban las encuestas. Aun así, pasó la mayor parte de la noche encerrado en una sala de la sede sin dar pistas de cuándo iba a volver a salir, resignándose a lo que los primeros sondeos ya adelantaron que sería su última noche como diputado.
Le acompañaban Jordi Cañas y otras personalidades del partido como la número dos de la lista, Marina Bravo, y la número cuatro, Noemí de la Calle, así como el coordinador nacional del partido Carlos Pérez-Nievas. A pesar de ello, ningún simpatizante ni afiliado se unió a la velada en la sede hasta el final de la noche: fueron mandados con sus apoderados a un bar cercano para que los medios, que Carrizosa acusaba de que no les habían seguido durante la campaña, tuvieran espacio para poder trabajar.
El partido empezó como una alternativa novedosa, primero en Catalunya, y consiguió después en el conjunto de España llevar a los votantes de la derecha a contemplar una nueva opción contraria al nacionalismo catalán. Alimentados por la polarización del procés, en 2017 alcanzaron el estatus de primera fuerza en Catalunya con más de un millón de votos. A pesar de ello, perdieron su frescura 18 años después de su creación, coincidiendo con el bajón del independentismo catalán, frente a unos electores que han preferido volver a opciones más tradicionales como PP y PSC o aventurarse hacia las más extremas como Vox.
Estos partidos no solo les han quitado los votos, sino que también a algunos de sus miembros como Lorena Roldán y Adrián Vázquez, que viraron dirección al Partido Popular, o Juan Carlos Girauta, que decidió vincularse a la extrema derecha.
Con un 70% ya escrutado, aún no había ninguna señal por parte de la cúpula del partido, que hasta pasadas las 10 de la noche no ha llevado a su candidato a la sala de prensa. Los periodistas seguían los sondeos con sus ordenadores y teléfonos ante la ausencia de un televisor, y rememoraban algunos de los momentos histriónicos que había dejado la formación naranja.
Los mejores recuerdos tenían como protagonista a Albert Rivera, quien enseñó en un pleno un adoquín de la plaza Urquinaona o en un debate una lista que alcanzaba el suelo con todos los casos de corrupción que atribuía al PSOE. También inició su campaña en 2019 con un holograma y se acompañó durante una de sus presentaciones de Lucas, un pequeño cachorro que aseguró que aún olía a leche.
Ciudadanos ha pasado en dos décadas del “solo nos importan las personas”, lema con el que se presentó un Rivera que se mostraba desnudo en su primera campaña, allá por 2006, al actual “detenlos”, un anuncio en el que Carrizosa no ha mostrado la cara.
Pero el partido naranja, hasta el último momento, se negó a aceptar su derrota y, aun habiendo perdido durante el año pasado 64 escaños en las diferentes elecciones autonómicas, la formación descartó una alianza con los populares y decidió aventurarse en solitario a las elecciones catalanas con Carrizosa como cabeza de lista. El diputado, uno de los escuderos iniciales de Albert Rivera, estuvo al frente del primer partido de la oposición durante los mandatos de Quim Torra y Pere Aragonès y se ha mantenido al frente del barco hasta su hundimiento.
“Ciutadans se va a volver a presentar a las próximas elecciones catalanas”, ha asegurado el candidato al valorar los resultados. No aceptó preguntas de la prensa, pero agradeció, casi en tono de despedida, a todos los votantes que habían elegido su papeleta por su compromiso con el partido. También remarcó que Ciudadanos “estaría allí” en el caso de una repetición electoral.