El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha tratado de esquivar las críticas que lanzó a su Govern la eurodiputada Clara Ponsatí a su regreso a Catalunya este martes. Horas después de llegar a Barcelona y antes de ser detenida por los Mossos d’Esquadra, la que fue consellera con Carles Puigdemont llegó a calificar el actual Ejecutivo de “herramienta de la ocupación española”.
“A mí no me encontrarán tratando de confrontar entre represaliados, todos merecen toda mi solidaridad personal y como presidente”, ha afirmado Aragonès en declaraciones frente al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), donde precisamente arranca el juicio este miércoles a otra exconsejera del 1-O, en este caso de ERC, y que regresó antes de Bélgica, Meritxell Serret.
Aragonès fue criticado este martes por Junts y otros sectores del independentismo por su frialdad en la recepción a Ponsatí. El president ha declarado que el retorno “se ha podido producir en condiciones más favorables que hace unos meses por la derogación del delito de sedición”, que evita que la eurodiputad se enfrente a penas de cárcel. Aunque ha añadido que “su retorno no es en plena libertad”, lo que demuestra que, en su opinión, “la represión continúa”.
Por su parte, tras pasar su primera noche en Barcelona en años, Ponsatí ha tomado un avión en el Aeropuerto del Prat para asistir al pleno del Parlamento europeo que se celebra en Bruselas. Según ha adelantado RAC1, la eurodiputada de Junts ha pasado los controles de seguridad del aeropuerto poco después de las 6 de la mañana para dirigirse a la zona de embarque y tomar un avión.
Ponsatí, acusada de un delito de desobediencia por organizar el referéndum del 1-O en Catalunya, fue detenida este martes en Barcelona por los Mossos d'Esquadra pocas horas después de regresar a España en coche por la frontera francesa y ofrecer una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas de Catalunya.
Tras ser conducida a los juzgados de guardia de Barcelona, salió en libertad poco antes de las 23.00 horas, tras acordarlo así el Tribunal Supremo, que la ha citado para que comparezca el 24 de abril próximo con la advertencia de que volverá a ser detenida si no se presenta. El juez instructor Pablo Llarena dictó un auto en el que acuerda dejar sin efecto la detención de la exconsellera, así como el procesamiento por rebeldía que acordó después de que hace cinco años saliera del país junto con otros consellers y Carles Puigdemont para evitar ser juzgada por el procés.
En su auto, Llarena cita a la eurodiputada para que comparezca el próximo 24 de abril ante el Tribunal Supremo, asistida por un abogado, con el fin de comunicarle que está procesada por un delito de desobediencia, que no acarrea penas de prisión, solo de inhabilitación. Además, le advierte de que si no comparece podría modificarse “su situación personal” y podría ser conducida ante el tribunal “por la fuerza pública”.
Sobre su comparecencia, su abogado, Gonzalo Boye, ha recordado este miércoles que no es intención de Ponsatí acudir voluntariamente a la cita, aunque tampoco ha sido concluyente. “Falta tanto tiempo que no lo sé, pero no tiene intención de comparecer ante un juez que no es el preestablecido por ley”, ha afirmado en declaraciones a Rac1. Boye ha asegurado además estar “convencido” de que Puigdemont regresará también a España este año.
Ponsatí fue detenida mientras paseaba por el centro de Barcelona pese a que conserva de forma cautelar su inmunidad como diputada europea. La exconsellera, que permaneció durante cuatro horas en la Ciutat de la Justícia, ya había anunciado que no pensaba comparecer motu proprio ante Llarena porque no reconoce su autoridad, a diferencia de lo que hicieron las otras dos políticas independentistas Meritxell Serret y Anna Gabriel.