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Ernest Maragall asienta su victoria sobre los distritos de clase media de Barcelona

Ernest Maragall, durante la jornada de votación

Pau Rodríguez

El Eixample ha dado la victoria a Ernest Maragall. El distrito por excelencia de la clase media acomodada de Barcelona ha brindado al candidato de ERC 3.700 votos más que a Ada Colau, una distancia a la postre decisiva para su ajustada victoria y que sirve para entender cómo los republicanos han asentado su histórico triunfo en la capital catalana sobre los distritos de clase media, tal como ocurrió el pasado 28A.

El mapa de votos por distritos este 26M muestra cómo la competición entre ERC y Barcelona en Comú en las zonas con una renta media ha sido muy reñida. Si bien los de Colau han ganado en algunos de estos distritos, como Sant Martí, Sants-Montjuïc o Gràcia, la diferencia sobre los de Maragall ha sido de tan sólo 413, 238 y 40 votos, respectivamente. Si a estos distritos se le suma el Eixample, el saldo queda en 87.600 apoyos a ERC y 84.600 a los ‘comuns’.



En unas elecciones que se han decantado en favor de ERC por tan sólo 5.000 votos, otra de las bazas de los republicanos ha sido conseguir una subida homogénea en toda la ciudad. Asumiendo que su granero está entre las clases medias soberanistas, una premisa formulada el 28A y ahora reforzada, los republicanos consiguen una subida de entre 9,5 y 11 puntos respecto a 2015 en casi todos los distritos. Son competitivos en el más rico, Sarrià-Sant Gervasi (17,59%) y en algunos de los más desfavorecidos, como Sant Andreu (22,58%) y Horta-Guinardó (21,39%).

La única plaza que se resiste a los republicanos es el distrito más popular, Nou Barris, donde los republicanos obtienen un 15,97% del voto. Pero si el electorado de esta zona ha tenido de nuevo un papel decisivo en las elecciones de la capital catalana no ha sido por los votantes que han optado por Maragall, sino por los que han dado la espalda a Colau y han abrazado el socialismo de Collboni. La recuperación del PSC en su feudo histórico ha sido clave para la derrota de los ‘comuns’.

La hasta ahora alcaldesa ha pasado de un 33,6% de voto en Nou Barris a un 22,9%. Son 10,6 puntos de caída respecto a las elecciones de 2015 que se parecen demasiado a los 11,8 que sube Jaume Collboni en esta misma plaza. Dicho de otra forma: de los 20.000 sufragios que ha perdido Colau en estos cuatro años, 6.700 están aquí, demasiada sangría en unas elecciones que han ido de 5.000 votos.

En otros distritos de renta baja, como Sant Andreu o Horta, Colau ha perdido 2.800 y 3.300 votos, respectivamente. Pero si algo le ha pasado factura también es no haber logrado un mínimo respaldo, ni ahora ni en 2015, en los distritos más ricos. A diferencia de Maragall, que ha logrado arañar porcentajes remarcables en zonas de renta baja a priori poco favorables, Colau no ha conseguido lo mismo en los distritos donde levanta mayor oposición. En Sarrià-Sant Gervasi se ha quedado en un 10% del voto y en Les Corts, un 13%.

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