La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha vuelto a pedir al Govern que Barcelona pase a la fase 3 cuanto antes y ha apuntado que ve “problemático” que el cambio de fase coincida con la verbena de San Juan, que se celebrará la noche del martes 23 de junio (el miércoles 24 es festivo en todo Catalunya).
En una entrevista en Rac1, Colau ha argumentado que los datos en la capital catalana son positivos y equiparables a otros territorios en fase 3. Además, ha señalado que en la recta final de la desescalada se van perdiendo los matices y “la gente ya no sabe si está en fase 2 o 3 ”.
En este contexto, la alcaldesa ha celebrado que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, haya “cambiado de opinión” y ahora el Govern tenga previsto pedirlo durante los próximos días. “Es de sentido común, no creo que haya polémica política en esto”, añadió. Colau ya criticó el viernes pasado la decisión del Departament de Salut de la Generalitat de no pedir al Ministerio de Sanidad que la capital catalana entrase en la mencionada fase 3 este mismo lunes.
En relación a la situación de las playas de la ciudad de este fin de semana, el primero en que se permitía el baño, la alcaldesa ha respondido que no cree que se cometieran muchas ilegalidades y ha hecho un llamamiento a la prudencia. Según Colau, la gran mayoría de los ciudadanos respondía bien a la información que daba la Guardia Urbana y entendía la situación. La alcaldesa de la capital catalana ha señalado que el domingo hubo una ocupación inferior y que se reguló mejor.
Preguntada por si la Guardia Urbana será más exigente en las playas poniendo multas, Colau ha respondido que seguirán haciendo el trabajo que han hecho durante el confinamiento, que tiene más que ver con dar información, la pedagogía y el acompañamiento. “Cada vez que hay nuevas normas, todo el mundo necesita un tiempo de adaptación. Lo está haciendo con pedagogía y la gente responde. La Guardia Urbana seguirá haciendo este acompañamiento”, añadió.
En cuanto al cierre de las playas de Barcelona por San Juan, Colau ha defendido que es “lo más responsable” porque no es viable hacer un control a lo largo de la noche y evitar aglomeraciones.