La Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha dictado una suspensión potestativa de licencias de nueva construcción y gran rehabilitación de edificios en el barrio de Gràcia de Barcelona. Su objetivo es proteger la singularidad arquitectónica y patrimonial de la zona después de que los vecinos denunciaran el derribo de dos casas icónicas en la calle Encarnació, que no estaban catalogadas, para levantar una promoción de 28 pisos.
En un comunicado este viernes, el consistorio ha detallado que la medida afectará no solo a nuevas construcciones, sino también a los derribos de fincas, las grandes rehabilitaciones de inmuebles y la tramitación de planes urbanísticos. Ha expliciado que la suspensión irá acompañada de un Plan especial de preservación urbanística y protección del patrimonio, para determinar qué inmuebles deberían estar catalogados para ser preservados.
Esta suspensión se mantendrá durante un año para abordar la necesidad de proteger el catálogo de edificios de la Vila de Gràcia y parte de los otros barrios del distrito después que “se haya constatado la voluntad de los vecinos de conservar el patrimonio arquitectónico emblemático que da personalidad al barrio”.
El consistorio ha recordado que Gràcia se desarrolló de forma intensiva durante la segunda mitad del siglo XIX, en un tejido característico formado por unidades urbanizadas alrededor de plazas conectadas por calles rectas pero no muy anchas, mientras que en la Salut se aprovechó para ubicar casas de veraneo, donde el arquitecto Antoni Gaudí proyectó el Park Güell.
“Desde los años 60 se ha producido una progresiva desaparición del tejido tradicional y un cambio importante de la imagen de la ciudad jardín originaria en muchos de estos lugares”, por lo que el Gobierno municipal ve necesario intervenir para estudiar las condiciones de la edificación y patrimoniales que caracterizan estos ámbitos.