Miles de personas de diversos puntos de Catalunya se han manifestado este sábado en el centro de Barcelona contra el TTIP, las siglas en inglés con las que es conocido el Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión. La marcha, que ha reunido a diversos colectivos, desde asambleas de pueblos, ciudades y barrios surgidas del 15-M y grupos como la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda, hasta sindicatos y partidos de izquierdas, estaba encabezada por tres tractores que marcaban el ritmo de la manifestación desde el Paseo de Gracia a la plaza Sant Jaume.
Josep Maria Coll, responsable del sector de vegetales y seguridad alimentaria de Unió de Pagesos, el sindicato que llevaba los vehículos, asegura que están “doblemente preocupados por el tratado, como productores y como consumidores”. “Hay muchas cosas que mejorar, pero Europa tiene la mejor seguridad alimentaria del mundo”, asegura, y apunta que podrían comerciarse productos que no cumplen los requisitos europeos. “Aquí con temas de hormonas en las vacas ha ido gente a la prisión, mientras que en Estados Unidos es de lo más normal”, lamenta.
Por motivos como estos diversos colectivos ecologistas se han sumado a la manifestación, pero también muchos que reivindican soberanía. Al final de la manifestación una de las personas que ha intervenido reivindicaba el espíritu del 15-M: “Esta gente que negocia un tratado a nuestra espalda no nos representa”, ha llamado, y entre los presentes incluso militantes de partidos políticos se han sumado al grito de “No nos representan”.
Entre los manifestantes había Ernest Urtasun, eurodiputado de ICV que ha podido acceder a parte de la documentación del tratado, ya que el Parlamento Europeo le corresponde ratificar el tratado. “Pero ni siquiera yo como eurodiputado tengo acceso a todos los documentos”, denuncia en relación a la opacidad de la negociación del TTIP. Urtasun denuncia los efectos que puede tener especialmente sobre la cuestión alimentaria, la apertura de determinados sectores de negocio a grandes multinacionales estadounidenses y la creación de tribunales arbitrales privados. “Prevé la creación de unos tribunales privados para que multinacionales de un lado y del otro puedan denunciar si ven sus inversiones afectadas por la legislación de un estado”, explica.
Por eso mismo, la reivindicación de democracia ha sido una de las más presentes en la manifestación, con gritos contra la Troika, los mercados o las multinacionales. También contra la financiarización de la vida y las desigualdades. El manifiesto convocaba esta jornada de movilización internacional “para parar los acuerdos de libre comercio e inversiones (TTIP, TISA, CETA, TTP) y promover una economía pensada para las personas y el medio ambiente”.