La Audiencia de Barcelona ha condenado al joven independentista Adrián Sas a tres años y medio de prisión por agredir a dos agentes de los Mossos d'Esquadra con un palo en la manifestación del primer aniversario del 1-O en los aledaños del Parlament.
En su sentencia, la sección 5a de la Audiencia de Barcelona impone al condenado una pena de 3 años de cárcel por un delito de atentado a los agentes de la autoridad y otros seis meses de prisión por un delito de lesiones. El tribunal da por probado que Sas golpeó con un palo de madera “rígido” de un metro de longitud a dos agentes. Al primero lo golpeó en la barbilla mientras “trataba que no moviera una valla”, destaca el tribunal, y repitió la agresión cuando el policía estaba en el suelo. Al segundo lo golpeó en el casco. Ambos agentes sufrieron lesiones leves.
El caso estuvo marcado por la polémica política. El día del juicio, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, aseguró que el abogado de la Generalitat, que ejerció la acusación particular del caso, había pedido suspender la sesión, algo que en realidad no ocurrió. Además, pese a que los grupos de JxCat y ERC en el Parlament reclamaron a la Generalitat que se retirara del juicio, el Govern mantuvo la acusación.
Para llegar a la sentencia condenatoria los magistrados acogen en su totalidad los argumentos que dieron durante el juicio los dos mossos heridos (uno de ellos el inspector Jordi Arasa, condenado por agredir a manifestantes del 15-M) y otros agentes que presenciaron los hechos, descartando la versión del acusado, que alegaba que no golpeó a los agentes.
Las declaraciones de los mossos heridos, que señalaron a Sas como la persona que les golpeó, son para el tribunal “creíbles y fiables” por su “claridad, persistencia y consistencia” desde el inicio de la causa. “No hay motivos para presumir que el testigo miente; de hecho no sería normal que una persona agredida impute la agresión a una persona inocente”, remarca el tribunal respecto a la declaración de Arasa.
En segundo lugar, el tribunal destaca que en las grabaciones del caso se aprecia que la persona que golpea a los agentes “coincide notablemente” con el acusado. Asimismo, el tribunal avala la investigación de los Mossos, que basaron la identificación del acusado en el pañuelo rojo que llevaba en el momento de los hechos y que tenía un escudo de una colla castellera de Vilafranca del Penedès (Barcelona) a la que está vinculada el acusado.
La posibilidad de que todos estos elementos “confluyan en una persona distinta al acusado”, remacha el tribunal, “es prácticamente remota”.
En un comunicado, el grupo de apoyo al acusado y la organización Alerta Solidària, que defendió al joven, ha acusado de “traición” a la Generalitat por no retirarse como acusación y de “difamación” a Budó por sus declaraciones sobre la suspensión del juicio.