“Si Franco estuviera, éstos no estarían aquí, son travelos, maricón de mierda, maricona, es un tío, vaya travolo, es un travesti de esos, eso no es normal, si fuera por mi los mataba”. Son solo algunas de las vejaciones tránsfobas a las que A.L. sometió a una mujer trans y a una amiga mientras estaban jugando un partido de bádminton en Barcelona. Este miércoles A.L. y J.O., el otro agresor, han admitido los hechos.
Ante la sección 8ª de la Audiencia de Barcelona se ha celebrado este miércoles una vista de conformidad en la que ambos acusados han admitido la agresión y han pactado una condena de 15 meses de cárcel que les evita el ingreso en prisión siempre que abonen las indemnizaciones a las víctimas y realicen dos cursos de aceptación de la diversidad y contra la violencia en los próximos tres años.
Una vez los acusados han abandonado la sala de vistas, las dos víctimas han accedido a la misma por otra puerta. Ante el tribunal y el fiscal contra los delitos de odio de Barcelona Miguel Ángel Aguilar, ambas han relatado cómo perdieron el miedo a denunciar a sus agresores tras ser atendidas por la policía inmediatamente después de los hechos, en una muestra de la importancia de denunciar las agresiones guiadas por la discriminación para que las víctimas obtengan una reparación.
En conjunto, los dos agresores han aceptado una pena de 15 meses de cárcel –nueve por un delito de incitación al odio y seis por otro contra la integridad moral–, además de una multa de 840 euros y una indemnización de 2.280 euros. El fiscal pedía inicialmente 30 meses de prisión, pero al admitir los acusados la agresión se ha rebajado la pena.
Ambos acusados han reconocido que perpetraron la agresión tal y como relataron las víctimas al fiscal. Los hechos ocurrieron el 17 de agosto de 2021 mientras las dos víctimas jugaban a bádminton en una plaza. Una de ellas estaba en aquel momento en proceso de tránsito hacia el género femenino.
Un grupo de hombres en el que se encontraban los agresores las vieron desde la terraza de un bar y empezaron a increparlas “de forma ofensiva, guiados por su compartida animadversión a la orientación homosexual que les atribuían y a su identidad de género”, explica el fiscal.
Pero A.L. no se quedó tan solo en la burla, sino que tras ignorarle las víctimas se dirigió a ellas llamandólas “maricona, que no sé lo que tiene, que es un tío, si Franco estuviera, éstos no estarían aquí [...] si fuera por mí los mataba, le pintan los morros le das la vuelta y es como si fuera una mujer, esos maricones traen el sida”.
Ambas víctimas pidieron entonces a su agresor que dejara de insultarlas. Pero la respuesta de A.L. fue acercarse a ellas y espetarles: “A mi amigo le ponéis cachondo”. Empezó entonces a ponerse físicamente agresivo con las víctimas, hasta el punto de tratar de coger el bolso a una de ellas para que no llamara a la policía.
El acusado cogió del brazo a la víctima para evitar que cogiera el móvil y con ánimo de menoscabar su integridad física le dijo “tú que dices puta zorra, tú te callas porque ves esto que llevas en el bolsillo te lo clavo y mato aquí”. En ese momento el otro acusado se le añadió para jalearle: “Dale en la cara que así la desmayas, dale más fuerte pero apunta bien gilipollas”.
A.L. propinó entonces varios golpes en el brazo así como patadas y arañazos a una de las víctimas. También llegó a sacar un punzón que no llegó a clavar en ninguna de las dos víctimas porque uno de los hombres de su cuadrilla se lo quitó.
Ambos acusados además siguieron hostigando a las víctimas y se dirigieron a la patrulla de los Mossos d'Esquadra que se personó en el lugar en estos términos: “Estaban éstas ahí jugando levantándose la faldita y me he acercado a ver si había tema cuando he visto que era un tío, ya sabes con sorpresa entre las piernas, el maricón de mierda ese”.