Los Mossos han desalojado esta tarde a las personas que habían vuelto a entrar en la Benaventurada, el edificio ocupado de la calle Benavent número 25, en el distrito de Les Corts de Barcelona y que fue desalojado el viernes. La sorpresa ha sido, sin embargo, que no sólo había okupas, sino que también habían entrado dos vecinos contrarios a la ocupación. Entre los contrarios estaban la presidenta de la Plataforma Pro Viviendas Turísticas, Elizabeth Casañas. Esta mezcla ha dejado una imagen curiosa con pancartas a favor y en contra de la ocupación colgadas en los balcones, donde se podían leer eslóganes como “No queremos Can Vies en nuestro barrio” y “Démosle castañas a la especulación”. Las voces a favor y en contra también se han podido ver en el ámbito institucional. Hasta allí se han acercado María José Lecha (CUP), Laura Pérez (Barcelona en Comú), Alberto Fernández Díaz (PP) y Carina Mejías (Ciudadanos).
Una decena de furgonetas de los Mossos d’Esquadra han participado en el operativo del domingo por la tarde y han echado a la gente concentrada en la calle a empujones y golpes de porra. También han tirado la puerta tapiada para poder acceder al edificio. A las siete de la tarde, unas ochenta personas se han manifestado por las calles de alrededor del inmueble en apoyo a la ocupación y para reclamar “espacios para los jóvenes”.
El edificio hacía ocho años que estaba vacío y fue ocupado hace un par de semanas por un grupo de jóvenes del barrio con la intención de convertirlo en un centro social con actividades culturales y educativas y para hacer viviendas sociales. “Queremos espacios en el barrio autogestionados por las personas que vivimos. Reclamamos el derecho a la vivienda, es necesario poder vivir en los barrios sin pagar alquileres altísimos ni sufrir las consecuencias de la especulación inmobiliaria ni de los pisos turísticos” reclama Miquel Sais, miembro de la Benaventurada.
La manifestación ha terminado a las puertas de la Benaventurada, donde algunos manifestantes han tirado huevos y pintura a los miembros de la empresa de seguridad privada Elite Control. Desde el viernes trabajadores de esta empresa vigilan el edificio las 24 horas. No obstante, desde el colectivo de la Benaventurada aseguran que han estado dentro del edificio desde el viernes y por eso denuncian que los han echado de manera irregular. La propiedad, sin embargo, dice que nunca han sido instalados.