El corte de trenes en Tarragona comienza con retrasos puntuales, sin incidencias graves y con más trayectos en coche

Primera jornada sin trenes entre Tarragona y Barcelona debido a las obras del Corredor Mediterráneo. Miles de usuarios de las líneas que conectan ambas ciudades –suelen ser unos 12.000 diarios– han tenido que recurrir desde este martes a los trayectos alternativos, en un arranque del dispositivo de Renfe y la Generalitat que ha transcurrido sin incidencias graves, con algunos retrasos puntuales y con muchos viajeros que han acabado tirando de vehículo privado. 

La primera mañana del Plan Alternativo de Transporte en las comarcas de Tarragona, según Renfe el más costoso que han llevado a cabo hasta la fecha, se ha desarrollado con “normalidad” pero “sin triunfalismos”. Este ha sido el balance del secretario de Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal, y del presidente de Renfe, Raül Blanco. “No ha habido caos”, ha defendido el primero, en referencia a los temores que manifestaron los usuarios en los últimos días.

Sin embargo, se han registrado retrasos en algunos trenes por la falta de ajustes con los horarios los buses, aunque fueron “casos puntuales”, según el director de Rodalis, Antonio Carmona. Este primer día, la percepción en estaciones como la de Tarragona o la de Sants, en Barcelona, es que ha habido menos viajeros de los habituales y que los usuarios han buscado alternativas, como el vehículo privado y la alta velocidad desde la estación de Camp de Tarragona.

Las obras en Roda de Berà, para adaptar el túnel al ancho de vía internacional, mantendrán el tráfico ferroviario interrumpido hasta el 2 de marzo del próximo año entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders. Los usuarios deben salvar el recorrido entre ambas localidades en autobús y después continuar el viaje hacia Barcelona en tren, lo que suma unos 30 minutos adicionales al trayecto.

Nadal ha admitido que hay una parte de los usuarios que han hecho cambios en su movilidad y que habrá que ver si ha habido un “incremento sustancial” del uso del vehículo privado. Por el momento, ni el secretario de Movilidad ni los responsables de Renfe han querido adelantar datos sobre el número de usuarios.

Nadal reconoce que es “evidente” que habrá quejas de los ciudadanos por los cambios de hábitos, pero ha recordado que las obras son “muy necesarias”. Asimismo, se ha comprometido a introducir mejoras en caso de que sean necesarias en base al análisis que se realizará día a día del dispositivo alternativo de transporte, que incluye 661 trayectos diarios de autobús, entre otras medidas.

Por su parte, la portavoz de plataforma Dignidad en las Vías, Ana Gómez, ha comentado que algunos de los chóferes se han perdido, pero que los buses han circulado sin incidencias destacables. “Esperamos que el servicio no empeore a lo largo del día”, ha dicho Gómez, quien ha añadido que los viajeros que han optado por el vehículo privado lo han hecho para no ser “conejitos de indias”.

Cinco horas antes para no perder un vuelo

Las casuísticas eran muy variadas este martes en las estaciones afectadas. Juan Monsalve ha salido cinco horas antes desde Tarragona hacia el aeropuerto para no perder un vuelo; Andreu Fernández ha cogido uno de los primeros buses habilitados a las seis de la mañana para ir a Barcelona a trabajar, mientras que Isabel Sastre no tenía claro a primera hora cómo iba a encajar los horarios.

En Sant Vicenç de Calders, donde llegaban los buses procedentes de Tarragona, para seguir el camino en tren mediante la R2 Sur, se han podido ver escenas de pasajeros corriendo, informadores poniendo orden y movimiento de autobuses entorno al estación. Algunos usuarios han calificado la situación de “infierno” y el dispositivo de los buses de “estrés máximo”.

Una de esas pasajeras, Vanessa, explica que viajaba de Torredembarra a Sitges, donde trabaja de profesora de instituto, y que su autobús ha llegado con 25 minutos de retraso. “Esperamos que mañana vaya mejor y prefiero no pensar que nos esperan cinco meses así”, ha asegurado. Otros, como Jordi, ponían en duda los beneficios que comportarán las obras, que a su juicio se traducirán en un incremento del tráfico de mercancías peligrosas.

Al operativo extraordinario por el corte en Roda de Berà, a partir de las 8:00 horas se le ha sumado el corte diario del R4 entre Sant Vicenç de Calders y Vilafranca hasta las 19:00 h, también debido a las obras del Corredor del Mediterráneo.

Alta velocidad para llegar puntuales al trabajo

Mientras algunos viajeros habituales de las líneas regionales del sur han optado por el vehículo privado, otros han recurrido a la alta velocidad desde el Camp de Tarragona. “He tomado diez viajes de ida con Avant por los primeros diez días de corte y la vuelta ya la haré con el plan alternativo de transporte”, indicaba una de las viajeras, Cristina Giménez.

La portavoz de Dignidad en las Vías ha lamentado sin embargo que no se haya encontrado una solución a la falta de plazas de aparcamiento en la estación del Camp de Tarragona, ya que muchos usuarios deben aparcar en los terrenos de los alrededores, donde se producen robos y pueden ser multados. Aparte, también se ha quejado de que no se puedan validar los billetes desde Tarragona. 

Vuelve el servicio Tortosa-Barcelona

Paralelamente, el inicio del corte de cinco meses en el corredor sur ha coincidido con la recuperación del servicio de alta velocidad Avant entre Barcelona y Tortosa, largamente reivindicado en las Terres de l'Ebre. Será un servicio diario de ida y uno de vuelta que sobre el papel debe permitir recortar en una hora el tiempo de viaje pero que ha despertado las críticas de los usuarios por el precio de los billetes y abonos respecto a otras líneas de Catalunya, hasta un 40% más, según el colectivo Diáspora Ebrenca.

Por otra parte, desde Barcelona, los viajeros que realizaban el trayecto inverso para ir, por ejemplo, a Salou-Port Aventura, se mostraban sorprendidos por las dificultades para llegar a su destino. Según algunos usuarios, al adquirir el billete nadie les ha comunicado la incidencia ni que tendrán que cambiar el tren por el bus cuando lleguen a Sant Vicenç de Calders, que en unas horas volverá a registrar una punta de afluencia de viajeros que vuelven en casa después de haber superado el primer día de plan alternativo.