Cory Doctorow (Toronto, 17 de julio de 1971) ha hecho su primer retweet a las 5:22h. “Me levanto pronto”, se apresura a justificarse, para evitarse comentarios sobre obsesión y redes sociales que -me juego un dedo- tanto a Enric Català (fotógrafo) como a mí nos han sobrevolado las cabezas. A lo largo del día hará unos 15/20 más. Y la verdad, durante la entrevista -larga- no mira ni un momento el smartphone. Le hemos jodido la media de hoy, supongo. Este canadiense residente en Londres y futuro ciudadano de “L.A.” -bromea, con marcado tono yankee- ha hecho del activismo transmedia la más descentralizada de las luchas: Doctorow agita en Twitter; en prensa tradicional (The Guardian, entre otros); en nuevos medios virales, basados en algoritmos de Google, como Boing Boing; en conferencias, como la impartida en el CCCB de Barcelona con motivo de Kosmopolis; y ahora también en las novelas gráficas. Presenta En la vida real (Roca Editorial, 2015): tecnopolítica, privacidad y creative commons.
¿Que es el tecno-optimismo, más allá de una patada al diccionario? Te consideras tecno-optimista?
Creo que el término tecno-optimista o tecno-utópico lo usa gente determinista. Yo no lo soy. No me interesa pensar en qué es buena la tecnología, sino en cómo podemos intervenir nosotros para mejorar su uso: si eres pesimista y piensas que la tecnología nos restará libertad, deberíamos levantarnos cada mañana y hacer algo para prevenirlo… Y si eres optimista y piensas que la tecnología va a hacer el mundo mejor, levántate también y haz que sea así. El determinismo es vago. Suicídate si piensas que no podemos cambiar cómo usamos la tecnología actualmente. Yo soy un tecno-activista, sea pesimista o optimista.
Mi madre y mi padre me mandan whatsapps a destajo, usan la tecnología como nunca antes. Siento que eso se percibe como algo positivo. ¿Por qué todo uso de la tecnología se explica como progreso?whatsapps
No lo sé, pues no tiene una relación causal. El progreso es como una ilusión, nos gusta pensar en el cambio como progreso y no sólo como cambio -que por definición te quita y te da cosas-. El problema es cuando el progreso implica: ‘Todos los cambios son buenos’. Y no te plantea pensamientos como: ‘¿Perdimos algo con esto y debemos volver atrás? ¿Hemos ganado algo bueno que debemos preservar?’. Yo tengo la posición activista de actuar y no sólo ser sumiso.
¿Es valiosa la tecnología para el activismo y la transformación social?
Tengo un amigo que escribe sobre derechos humanos en Human Rights Data Analysis Group, Patrick Ball, y lo hace sobre genocidios, crímenes y tribunales de guerra… Con ello extrae radiografías de las situaciones. Y usan Facebook para ello. Para ayudar a las estadísticas. Lo han hecho con el genocidio de Slobodan Milosevic, o con el presidente de Guatemala, para meterlo entre rejas. Facebook es una herramienta útil. Mmmh…
¿Pero peligrosa a la vez?
[Piensa un buen rato] Pero a la vez es una herramienta muy peligrosa para los activistas, sí. Facebook quiere que articules tus redes sociales, de forma compleja, y a la vez hacer muy complicado mantener esas redes sólo para ti: en Siria y Egipto hay puntos donde paran a la gente, checkpoints, y hacen que accedan a sus cuentas de Facebook para mirar quiénes son sus amigos, y si no tienen los amigos correctos:¡Pam, pam! Les pegan un tiro. Así que, Facebook es bueno y malo… Lo que es seguro es que podemos hacerlo mejor todavía, para nuestros intereses.
Hace falta mucha pedagogía sobre el tema…
Una de las cosas sobre las que estoy muy interesado es: ‘Enseña a la gente sobre Facebook para que no use Facebook’. Que la gente entienda que hay algunos trucos que, definitivamente, hacen que reveles tu información privada y la devalues o la protejas.
¿Está muerta la privacidad?
Mark Zuckerberg se ha gastado 100 millones de dólares en comprar una propiedad en Hawái rodeada de plantaciones para que nadie pueda ver qué hace. Él ama su privacidad, y compra las casas de alrededor, para que nadie pueda mirar por su ventana. O sea que él te está diciendo: ‘Seré rico si crees que la privacidad está muerta, si lo das por hecho’. La privacidad está tan muerta como queramos nosotros...
Va a costar luchar contra ello, pues vivimos de lleno en el self century, el siglo de uno mismo. Abrimos las puertas del patio de par en par.self century
Es muy difícil ser bueno con la privacidad porque cuando cometes un error te das cuenta años después. Es como fumar, fumas ahora y treienta años después tienes cáncer. Es difícil porque las consecuencias están separadas por mucho espacio, si cada calada [hace el gesto, teatrero] te provocara un tumor, lo dejarías de inmediato. Demasiado tiempo entre la causa y la consecuencia.
¿Por qué la autoría es algo que no tiene sentido monetizar?
La realidad es que la mayoría de la gente que intenta vivir de las Artes, fracasa. Casi todo el mundo que intenta tocar la guitarra acaba dejándolo y no lo convierte en su modo de vida. Y gastan dinero, y lo dejan. Esa es la realidad de las Artes. Todo el mundo que acabóhaciendo algo importante en las Artes, en general, es porque era excepcional. Y, a su vez, esa gente son una excepción, una minoría de una minoría.
¿Puedes ilustrarlo?
Piensa en tirar una moneda al aire: a veces cae de cara y a veces de cruz, pero de vez en cuando cae de canto. Una posibilidad entre un millón. Si intentas hacer una media, te das cuenta que es la suerte. Una minoría tiene suerte. Yo la tuve. Pero que el mercado pretenda monetizar eso y encontrar algo de sistémico, es ridículo. No ven el riesgo. No hacen proposiciones económicas racionales. En economía estamos acostumbrados a recordar las victorias y a olvidar las derrotas. Prestando atención a los que triunfaron no tenemos ni idea de la fotografía completa, de todo el campo. Intentar vivir del Arte es como intentar vivir de la lotería. No es una cuestión económica, es aspiracional. En el siglo XXI no te puedo parar si quieres leer algo y no pagar, nunca lo conseguiré. No puedes preocuparte de que cada uno de los que lea pague.
¿Cómo manejas tú tus contratos?
Yo soy miembro del copyright-industrial, ellos [editorial] y yo tenemos un contrato de copyright. Pero cuando tú lees mi libro no tienes que firmar un contrato, eso es una locura. Soy yo el que tiene el contrato industrial, no el lector. Estuve en un evento de copyright y había un tipo de la industria musical que me decía, muy enfadado: ‘¿Por qué crees que puedes decirme como llevar mi negocio?’. Y yo le contesté: ‘¿Tu crees que cada una de estas personas [hace como que señala al público] con cortes de pelo y camisetas divertidísimas, jóvenes, tiene una opinión sobre cómo manejar la industria musical? No, sólo les importa la música. Y tú les has dicho que todo lo que tiene que ver con Internet es industria musical’. Lo único que hay que entender del debate sobre copyleft/copyright es que la ley no está adecuada al día a día de la gente. La vida no es una industria.
Si industrias culturales y copyleft son oposición... ¿Cómo lo resolvemos, o no lo resolvemos?copyleft
Se les ha ido de las manos a las industrias del entretenimiento clásicas. No creo que el copyright tenga que ver con las industrias actuales: desde que las copias tiene un proyecto industrial se han esforzado en blindar cada copia producida. Pero todo en Internet tiene copias. Las industrias han adoptado esta posición bizarra de que en Internet todo el mundo es parte de la industria y todo el mundo debe seguir sus reglas. Eso no tiene sentido: no hay manera de que un niño que está haciendo una página de fans de su equipo siga las mismas reglas que una licencia para Harry Potter. Si haces las reglas suficientemente específicas y sencillas como para un niño, eso jamás hará que esas reglas sean válidas para la industria. No puedes decir a la gente que siga reglas industriales.
No se si te entiendo…
Es como decirle a un amigo que por dejarle cinco eurosdebe rellenarte el mismo papel que el banco te hace rellenar para un préstamo. El hecho de que los dos estéis tocando dinero no os hace parte de la industria financiera.
Lo pillo. Volviendo al niño: ’Un niño, un abogado’, sería la campaña.
[Ríe] Para la gente que apuesta por un copyrighting complejo y millonario y que dice que cada paso que tengas que hacer con un derecho de autor debe ser consultado con un abogado, no es difícil de pensar de esa manera: son gente que vive cerca de abogados todo el día. El hecho de que un niño deba hacerlo, para ellos, no es loco. [Dice en castellano] Pero si crees que tienes que entrar en un contrato para leer un libro estás enfermo. Y si tienes que entender un contrato por escuchar una canción, algo está mal.Y no es lo que está en el contrato lo que está mal, es el contrato en sí. Es una estafa.
[De repente, corta. Deja de hablar en seco: ‘¿Estos de aquí al lado estan fumándose un canuto? ¿Eso es legal en España?’, se sonríe. ‘No’, le desilusiono. Por un momento nos había creído flexibles en algo. Enseguida se repone y sigue con el speech. Doctorow gesticula y gesticula, meneando entre sus falanges los abultados anillos que las visten. Doctorow habla y habla, vocalizando y midiendo -algo se le debe haber pegado de las limitaciones de caracteres en Twitter- las palabras, haciéndose entender; incluso para un interlocutor con inglés poco ortodoxo como yo. En sus orejas todavía lucen las marcas de guerra de una juventud a la contra: cicatrices de varios aros. Durante la entrevista, devora las pastillas de regaliz que ha comprado en Barcelona; la plaza interior del CCCB empieza a tufar a ellas. Tiene pinta que si no fuese por las dichosas pastillas sería un fumador intenso. Pero si no quiere que lo controle Internet, no va a permitir que lo haga un vicio como el tabaco...]
Publicas En la vida real (Roca Editorial, 2015): la vida real y la vida en la nube, la misma jodida cosa…En la vida realla nube
Ya no tiene sentido separarlas. Las ideologías son intangibles, pero son parte de la vida real. El amor también lo es, y lo mismo. Las ideas, todas lo son. Decir a alguien que esas ides no son reales es real. Lo que dice esta novela gráfica es que lo que tú haces en Internet importa tanto como lo que haces en la vida real.
El acceso a Internet refleja las diferencias sociales, pero la nube en si, ¿permite escapar de algunas variables reales y crearse otras nuevas?
En Internet podemos limitar las divisiones de clase. Podemos luchar contra limitaciones de comunicación también y eso crea nuevas posibilidades para la condición humana.
Juegos, política, trabajo. Tres factores para tiindisociables. ¿Menospreciamos todavía el mundo gamer?gamer
Un juego tiene reglas y la gente las acepta y las obedece, es por eso que los economistas estudian los juegos. Los videojuegos siempre tienen un marco comercial, pero las emociones que sientes en ellos no son comerciales; la gente hace amigos y se enamora. Y eso es algo extraño. Sientes cosas reales (reguladas con factores humanos) y que en un juego sólo están protegidas por el “Sí, acepto las condiciones”.
Cuentas que cuando empezaste con el activismo en los ochenta, el 98% del tiempo lo dedicábais a organizaros y que ahora ese tiempo podemos dedicarlo a las ideas. ¿De verdad, crees que hemos ganado tanto tiempo?
Las horas, como concepto, se han ido a la mierda, somos más precarios, Internet ofrece un montón de ocio... Pero Internet quita, si se usa bien, el trabajo tedioso. Y eso es una carrera contra los intereses económicos y una oportunidad para aumentar la capacidad de la gente de tener más emociones. No tengo interés en saber cuál de los dos posicionamientos ganará, no quiero predicciones, quiero tomar parte políticamente.
¿Como luchas contra la infoxicación?
¿Infoxicación? ¿Eso es como intoxicación? ¿Envenenamiento? Nunca lo oí.
Cómo separas el grano de la paja y no mueres en el intento ante la avalancha de información que recibimos...
A la gente le preguntaban hace diez años cuántos mails recibía, y la gente decía: ‘Demasiados’. ¿Un mail por semana, uno al día…? Todo el mundo cree que recibe demasiada información. Y creo que es por la manera como recibimos información; nuestros filtros, los modificamos. Adoptamos nuevas estrategias para sobrellevarlo. Yo vivo en un piso pequeño, nuestros armarios están siempre llenos. No cabe nada. Si tuviéramos un sitio más grande… Estarían el doble de llenos.
Conclusión: estamos condenados a entendernos con la nube.la nube
En cinco años, un 10% de los problemas que tenemos estarán relacionados con la nube. En diez, el 30%. Y en veinte, todos ellos estarán relacionados con Internet. Así que más vale que nos preocupemos por ello antes de que ocurra.