CriteriaCaixa, el holding inversor de la Fundación La Caixa y protagonista de las mayores compras del año en España, no esconde su querencia por las empresas con sede en el país. La sociedad liderada desde enero por el consejero delegado Ángel Simón, que ha presentado este lunes su Plan Estratégico 2025-2030, aspira a alcanzar al final de la década los 40.000 millones de euros en activos brutos, un aumento del 48%, con una mayor diversificación en sus inversiones y apuestas por firmas españolas de alcance global como ACS o Puig.
La presentación del plan se ha llevado a cabo en Barcelona, a pesar de que La Caixa sacó sus sedes sociales de la ciudad en 2017. Pero fuentes de la empresa han quitado hierro a ese gesto y han asegurado que se sienten cómodos con su actual ubicación.
La estrategia 2025-2030 de CriteriaCaixa, con Simón al frente, se prevé más agresiva que en la etapa anterior, según fuentes del propio holding, y eso incluye aumentar significativamente los activos y los dividendos que ingresa la Fundación La Caixa –el paraguas propietario de la inversora– y reducir la deuda de un 15% a un 10% (aunquen con posibilidad de subir al 20% en función de las necesidades del mercado).
En cuanto a los activos, la previsión es pasar de 27.000 a 40.000 millones de euros en 2030, con unos dividendos para la fundación que se incrementen de los 400 millones actuales a los 700. De esta forma, la tasa de retorno a la Fundación pasaría del 3% a entre un 8% y un 10%, un objetivo que las propias fuentes de la empresa reconocen difícil de conseguir.
Una de las principales novedades del plan son los cambios en el peso de sus carteras, unos movimientos que ya se empezaron a intuir al trascender sus compras recientes. El peso de la cartera llamada estratégica –que incluye CaixaBank, Naturgy, Telefónica o Agbar– se reducirá del 74% al 55% sobre el total, aunque en términos absolutos crecerá hasta los 22.000 millones de activos y estima unos dividendos de 12.000 millones.
Por otro lado, la cartera denominada diversificada, en la que se enmarcan las adquisiciones en la constructora ACS o la multinacional de perfumería Puig, crecerá de los 3.000 a los 10.000 millones en activos brutos, lo que supone pasar de un 13% a un 25% en el peso dentro de este holding inversor español.
El resto se distribuirá en un 10% para el capital privado –actualmente esta cartera está al 3%– y otro 10% para el inmobiliario. Este último no varía en porcentaje, pero CriteriaCaixa manifiesta su intención de retirarse de la gestión directa de una parte de su cartera de vivienda. Ahí se incluye su adquisición del 17% de la Socimi Colonial. Un importe de 350 millones de euros.
Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, ha asegurado en su discurso de presentación del plan que entre sus propósitos está aumentar su “contribución económica al desarrollo del país, mediante la participación en empresas estratégicas”. Y sobre las adquisiciones recientes, ha reconocido que subyace en ellas su “preferencia” por “empresas con negocios consolidados”, “con posiciones financieras sólidas y con pago de dividendos ”continuo y creciente“.
Sin noticias de Naturgy y Telefónica
CriteriaCaixa se presenta con esta hoja de ruta como un “agente estabilizador de la economía española”, dada su apuesta por sectores estratégicos como la banca, la energía o las telecomunicaciones, pero en su acto de este lunes no ha aclarado en qué punto se encuentran algunas de sus operaciones de mayor calado. Respecto a Telefónica, en la que se espera que pasen de un 5% a un 10% de participaciones e igualen la del Gobierno, no confirman las informaciones publicadas. Lo mismo que respecto a Talgo y su posible papel en la opa que planteó la firma húngara Magyar Vagon.
En cuanto a Naturgy, la gasista estratégica española en la que ostentan un 26,7%, y en la que trataron sin éxito de realizar una opa junto a un socio como el gigante de Emirates Árabes Unidos Taqa, tampoco hay novedad por ahora. Desde CriteriaCaixa aseguran que siguen buscando un socio estable, que les permita mantener el control de la empresa a largo plazo. Descartan prácticamente aliarse con IFM, que ostenta el 15% pero con la que no existe sintonía, pero sí insisten en que su intención es no ir en solitario en esta operación.
La cartera de inversiones diversificadas, que actualmente está constituida por unas 80 empresas cotizadas en todo el mundo, triplicará sus activos (de 3.000 a 10.000 millones), pero con un número más reducido de firmas. Cerca de 20 o 30, pero con más influencia en ellas, con mayores dividendos y también más rotación. Los sectores por los que apostarán son tecnológicas, farmacéuticas, biofarma y retail. En esa mayor rotación, que creen que podría ser de entre tres y seis años, enmarcan también su salida de Cellnex.
“Queremos empresas en las que seamos influyentes y con rotación, porque queremos entrar en momentos en que estas tengan posibilidad de crecimiento”, ha señalado Simón.