“I believe that clear thinking and clear statement, accuracy and fairness are fundamental to good journalism”.
Walter Williams, 1914.
Degà de la primera escola universitària de periodisme a Columbia Missouri (EUA)
La duquesa de Alba se ha ido de este mundo como una famosa. Los diarios de mayor difusión le han despedido como la duquesa rebelde, la duquesa más libre, la duquesa atípica, la aristócrata más querida e incluso la duquesa pop.
Ha sido una gran ocasión para la prensa monárquica, que en Madrid ya no lo es de primera mano. En ABC ya no manda ningún marqués de Luca de Tena, título con que Alfonso XIII premiar los servicios del fundador. Y del fundador de La Razón, Luis María Ansón, proveniente de la ABC, heredó la vocación este esqueje arrancado del árbol viejo.
Ambos periódicos han despedido la anciana duquesa de 88 años a toda portada y una misma foto de sus años jóvenes. “La duquesa de todos” para uno. Sencillamente, “Grande”, para el otro.
El único diario genuinamente monárquico - La Vanguardia del conde de Godó, que ahora también tiene el grado de “grande de España” - ha sido discreto en el tono y en las imágenes y el más ponderado en la editorial. Pero la ha equiparada con otra Cayetana, la supuesta modelo de las “majas” desnuda y vestida pintadas por Goya.
Entre la prensa de centro-derecha, El Mundo no se ha quedado atrás en la galería de evocaciones hagiográficas y ha dado un contrapunto con el retrato que representa la duquesa como una 'menina' vieja de Velázquez. En el centro-izquierda, El País no ha dejado de dedicar cinco columnas de la portada a una fotografía solemne de la capilla ardiente en el Ayuntamiento de Sevilla.
Además de una 'celebrity', por decirlo a la manera de sus ancestros ingleses, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva era la aristócrata con más títulos y más antiguos de la nobleza española y británica. El despliegue mediático lo ha resuelto con el recurso fácil de los tópicos sobre la aristocracia.
La simplificación habitual de presentar la parte como el todo -los sevillanos, su duquesa, Sevilla se postra de nuevo a los pies de Cayetana ...- ha dado la impresión de que la aristocracia española disponga aún del apoyo social y popular de tiempo pretéritos.
La duquesa de Alba era también una de las fortunas más importantes de España y su hijo mayor y heredero del ducado - Carlos Fitz-James y Stuart- lo seguirá siendo. El despliegue mediático lo ha resuelto con algunas referencias poco detalladas sobre sus propiedades rústicas y urbanas y la preservación del patrimonio histórico y monumental que contienen.
La duquesa de Alba ha marchado de este mundo como una famosa. Ha habido pocos artículos críticos como “Una terrateniente subvencionada” o “Parte de una casta”, que ha publicado El Periódico de Catalunya. La mayoría de medios impresos ha obviado la dimensión social y económica de una aristócrata todavía poderosa y su significado en los tiempos presentes.
La duquesa de Alba se ha ido de este mundo como una famosa. Los diarios de mayor difusión le han despedido como la duquesa rebelde, la duquesa más libre, la duquesa atípica, la aristócrata más querida e incluso la duquesa pop.
Ha sido una gran ocasión para la prensa monárquica, que en Madrid ya no lo es de primera mano. En ABC ya no manda ningún marqués de Luca de Tena, título con que Alfonso XIII premiar los servicios del fundador. Y del fundador de La Razón, Luis María Ansón, proveniente de la ABC, heredó la vocación este esqueje arrancado del árbol viejo.