La epidemia ha impactado en la moral de los médicos hasta el punto que el 24% de ellos, uno de cada cuatro, se ha planteado dejar su trabajo. Este es uno de los datos más remarcables del estudio Impacto de la COVID-19 sobre la salud de los profesionales sanitarios, llevado a cabo en Catalunya por la Fundación Galatea y el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB).
Las conclusiones preliminares del estudio, elaborado a partir de una encuesta a 1.648 facultativos de la comunidad, muestran que el 42% de ellos, casi la mitad, asegura estar más cansado y menos preparado para afrontar una “segunda ola” de contagios. “La encuesta constata el empeoramiento de la salud física y mental de los médicos”, aseguran sus autores, que usan indicadores como el agotamiento físico y emocional, el dolor de estómago, de espalda o la capacidad para afrontar los problemas.
Los datos evidencian también cómo la epidemia ha impactado más en determinados colectivos de médicos. Entre los facultativos de Atención Primaria, los que se han planteado dejarlo son el 31,7%. También es más elevado el porcentaje de quienes se ven menos preparados para una segunda ola: el 48,4%.