Angela Davis: “La pandemia afecta de manera desproporcionada a la población negra”
Para que tenga éxito, la lucha contra el racismo debe ser mainstream, abandonar los márgenes e irrumpir en el centro del debate político. Y no solo eso: debe ser constructiva y venir acompañada de una propuesta alternativa. “El foco no puede ponerse exclusivamente en aquello a lo que nos oponemos sino que debemos poner atención en qué queremos”, ha señalado la reputada activista y académica Angela Davis, que ha ofrecido este lunes en el CCCB su punto de vista sobre el estado de la lucha antiracista en EE.UU. y el resto del mundo así como el impacto que la pandemia ha tenido en esta reivindicación.
Pocos meses después de la irrupción del movimiento Black Lives Matter en EE.UU. tras la muerte de diversos ciudadanos negros a manos de la policía, Davis ha analizado mediante videoconferencia las claves de la eclosión de este movimiento en su país y los ecos que ha tenido en la sociedad global. Como siempre, con una marcada visión anticapitalista, feminista y su habitual vinculación del modelo productivo de nuestra sociedad con la mayoría de nuestros problemas.
“Nunca hubiésemos podido prever que las medidas encaminadas a reducir la curva de la pandemia acabarían generando las condiciones para ver lo que estamos viviendo”, ha afirmado la activista. “La gente cada vez es más consciente de que el impacto devastador de la Covid-19 afecta de manera desproporcionada a la población negra, a los indígenas y a las comunidades latinas porque la mayoría tienen trabajos esenciales: salud, limpieza, distribuciones de alimentos...”
Según la escritora y profesora emérita de la Universidad de Santa Cruz en California, la irrupción del movimiento Black Lives Matter y las manifestaciones paralelas en el resto del globo están directamente relacionadas tanto con la pandemia como con la visión capitalista de abordarla. “Las manifestaciones antiracistas más grandes de la historia de EE.UU. y del mundo se han dado cuando salir de casa e ir a grandes concentraciones era más peligroso”, ha apuntado. “En parte ha sido porque la población ha tomado conciencia de que la esclavitud, el racismo y el capitalismo han generado el entorno en el que estamos hoy”.
En un debate junto a cuatro activistas afrodescendentes españoles -entradas agotadas, más de 400 personas siguiéndolo en streaming- ha analizado las resistencias que se ha encontrado el Black Lives Matter en su país y cómo ha logrado dejar de ser una reivindicación residual y pasar a ser debatido en un debate electoral entre Joe Biden y Donald Trump, los dos candidatos a presidir EE.UU.
“Toda lucha por el cambio se encuentra siempre con resistencias de personas que tienen miedo o que dependen de las desigualdades desde un punto de vista material”, ha insistido. “El peligro es que te den cuatro migajas para que finalmente uno haga una genuflexión ante el statu quo y finalmente no cambie nada”, ha remachado. “Hay que hacerse con el mainstream, la transformación de cualquier ámbito no funcionará si no hay una transformación global”, ha continuado. “De lo contrario, lo que empieza como un impulso transformador acaba reforzando y fortaleciendo las fuerzas opresoras”.
Según Davis, el racismo es un problema que no se puede solucionar de manera aislada y ha defendido la reivindicación de retirar fondos a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. “Hay que asumir la idea de que debemos cambiar la estructura de la sociedad”, ha defendido. “Quitarle fondos a la policía tiene que ver con financiar nuevas instituciones”. Según la académica, el dinero que se destina a las fuerzas policiales en EE.UU. se debería destinar a programas educativos, a mejorar políticas de vivienda para personas desfavorecidas… En general, a ofrecer servicios sociales a las personas que históricamente han estado marginalizadas y reprimidas. “¿Por qué la policía debe abordar problemas de salud mental de la población?”, se ha preguntado. “No están preparados para hacerlo y hay profesionales que sí saben abordar estos asuntos”.
La activista ha hablado también de los fenómenos migratorios y ha señalado que el racismo ante los migrantes es el “problema más destacado” del siglo XXI. “Nos recuerda que la causa original de los problemas que vivimos hoy son el colonialismo, la esclavitud y el surgimiento del capitalismo”, ha apuntado, antes de recordar que cuando vivió en Francfurt en los 60 pudo comprobar como se marginalizaba a los migrantes españoles que se desplazaron a Alemania a trabajar. “Qué triste que no nos acordemos de nuestra propia historia”, ha añadido.
Davis ha admitido estar “muy nerviosa” ante los comicios presidenciales en EE.UU, previstos para el próximo 3 de noviembre. “Si queremos luchar contra el racismo, la xenofobia, el trato represivo a los migrantes y el cambio climático lo primero que hay que hacer es echar a ese señor que ocupa la Casa Blanca”, ha dicho del actual presidente Donald Trump. “Tengo esperanza pero estoy nerviosa ante las expresiones de fascismo que se están viendo”.
Davis ha reconocido, no obstante, que una hipotética victoria del candidato demócrata, Joe Biden, tampoco cambiará el mundo. “Simplemente queremos allanar el terreno para que nuestro activismo pueda florecer y podamos seguir luchando contra el capitalismo racial, el heteropatriarcado, la transfobia y el negacionismo del cambio climático”.
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