Dani Alves pide de nuevo salir de prisión e insiste en que las imágenes de la discoteca lo avalan

Segundo intento. El futbolista Dani Alves, encarcelado de forma preventiva desde el pasado 20 de enero por agresión sexual, ha presentado este jueves un recurso en el que pide de nuevo salir de prisión. La defensa del jugador insiste en la idea de que las relaciones sexuales fueron consentidas, algo que, a su juicio, muestran las cámaras de seguridad de la discoteca.

No lo tienen fácil la defensa del futbolista en su objetivo de esperar el juicio en libertad. El único elemento nuevo en la causa respecto a la anterior petición de libertad fue la declaración que prestó Alves este lunes, que tampoco trajo grandes novedades ni un ápice de arrepentimiento.

En su cuarta versión sobre los hechos en el pequeño baño de la discoteca Sutton la madrugada del 31 de diciembre pasado, Alves insistió en que las relaciones sexuales fueron consentidas e intentó, otra vez, minar la credibilidad de la víctima. Es la única carta que le queda toda vez que la declaración de la víctima, según han recalcado los jueces, es clara y sin fisuras, y viene corroborada por pruebas de ADN.

En su comparecencia, el futbolista insinuó que la joven “pudo sentirse ofendida o enfadada” después de que Alves le pidiera “salir por separado del baño” y “no haber sido más atento al concluir el acto sexual”. Palabras que hay que enmarcar en el intento del futbolista para restar credibilidad a la joven, algo que por ahora no ha conseguido.

Según han informado fuentes jurídicas, en su nueva petición de libertad Alves insiste en que las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca no muestran un ambiente de intimidación previo a las hechos. Este alegato ya fue empleado por la defensa, que ejercen los letrados Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, pero la Audiencia de Barcelona lo descartó.

El tribunal rechazó la tesis de la defensa sobre que los vídeos captados por las cámaras de la discoteca desmienten el “clima de terror” relatado por la denunciante. El “análisis de los fotogramas de la discoteca Sutton”, indicaron los magistrados, también avala la versión de la denunciante, representada por la letrada Ester García. No obstante, Alves insiste en que las imágenes le dan la razón.

En su nuevo escrito, los abogados del futbolista adjuntan un informe pericial que han encargado sobre las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del reservado y que, según mantiene la defensa, demostrarían que el acusado y la víctima estuvieron coqueteando ante de los hechos, bailando y bebiendo juntos, y que esta entró voluntariamente en el baño después de que lo hiciera Alves.

El informe de 200 páginas, junto al material videográfico, “permite confrontar las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca con el relato de la denunciante y sus dos amigas”, ha expresado la defensa en un comunicado.

Según la defensa, la joven declaró que tuvo “miedo” ya en el reservado, pero la defensa argumenta que la denunciante “se introduce en el lavabo al que Alves había acudido dos minutos antes”. En estos dos minutos, continúa la defensa sobre la joven, se la ve hablando “intensamente con sus amigas y un camarero, lo que no encaja con una voluntad atrapada por Daniel Alves, que ya había abandonado la mesa VIP y esperaba en el lavabo”.

“Nada hace pensar en miedo o intimidación ambiental”, abunda la defensa, que también ve “discrepancias” entre lo que explicaron las amigas y se visualiza en las imágenes.

En el escrito se insiste en que Dani Alves no huirá –los jueces hasta ahora han apreciado riesgo de fuga para mantenerle en prisión–, ya que la defensa entiende que con las nuevas pruebas aportadas al juzgado “el riesgo de fuga es impensable”. De nuevo, la defensa ha propuesto que se imponga una fianza al futbolista y la retirada del pasaporte para garantizar que permanecerá en España.

Por otro lado, los magistrados también desestimaron otro argumento de la defensa de Alves, que alegó que la ausencia de lesiones vaginales en la denunciante reforzaba su tesis de relaciones consentidas. Este alegato, expresaron los jueces, “tampoco neutraliza” los indicios contra Alves.