A casi 48 horas del cierre de la campaña del 21D, los candidatos han constatado cómo sus diferencias sobre el proceso independentista complicarán los pactos postelectorales. En el debate organizado este domingo por La Sexta –el tercero después de los que organizaron RTVE y la Cadena SER–, los partidos han confrontado sus hojas de ruta ante el procés y han chocado en cuestiones como los cambios de sede de empresas antes del 27 de octubre o los recortes en educación.
Preguntados al inicio sobre los posibles pactos posteriores a los comicios, ha quedado claro que formar gobierno será un reto mayúsculo si ni independentistas ni constitucionalistas consiguen mayoría. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha descartado toda “posibilidad” de apoyar una investidura de ERC; y lo mismo ha afirmado Xavier Domènech, candidato de Catalunya en Comú, sobre un posible apoyo a Ciudadanos, al asegurar que no votaría a favor de ningún partido “de derechas”, entre los que cuentan no solo al de Inés Arrimadas, sino también a Junts per Catalunya, encabezado por el expresident Carles Puigdemont.
La candidata de Ciudadanos ha respondido que, si de ella depende, tenderá la mano a los partidos del bloque constitucionalista para formar gobierno, y ha llamado a los votantes todavía indecisos a que la apoyen frente a la “locura institucional” y la “fractura social” que asegura que ha generado el procés. “Si vuelven a ganar los independentistas harán lo mismo”, ha insistido.
Sin embargo, el representante de ERC, Carles Mundó, ha remarcado, tal como han repetido durante la campaña, que su partido no optará por la vía unilateral a partir del día 22. “ERC es un partido que siempre ha defendido el diálogo”, ha reivindicado, para afirmar acto seguido que su programa contiene de forma “explícita” la bilateralidad. Mundó, que ha mostrado su sintonía con JxCat, no ha dudado en presentar a ERC como única formación capaz de impedir una victoria de C's.
Iceta, por su parte, se ha presentado a si mismo como garante de la “recuperación” y la “estabilidad”, y ha lamentado que el independentismo culpe la actual situación de la Generalitat a partidos como el suyo cuando, ha asegurado, estuvieron a punto de frenar la DUI. “Me ofrecí a Puigdemont para una vía negociada y no quiso. La CUP, ERC... forzaron que se echara atrás y ahora los responsables somos nosotros”, ha aseverado, en relación a la posibilidad de Puigdemont de convocar elecciones antes de la aprobación del artículo 155.
Debate tras un fin de semana intenso
Los candidatos que han participado en el debate, el penúltimo antes de las elecciones –queda este lunes el de TV3 y Catalunya Ràdio–, han sido Josep Rull (JxCat) y Carles Mundó (ERC) –ambos tras haber pasado un mes en prisión preventiva–, Inés Arrimadas (Ciudadanos), Miquel Iceta (PSC), Xavier Domènech (CatenComú), Xavier Garcia Albiol (PP) y Vidal Aragonés (CUP).
Los siete han llegado al Centro Cultural Utopía, donde se celebra el debate moderado por la periodista Ana Pastor, tras un fin de semana con mítines de gran relevancia. Prueba de ello era la creciente afonía que acarreaban algunos. PP, Ciudadanos y PSOE han recibido este domingo la visita del presidente Mariano Rajoy, Albert Rivera y Pedro Sánchez y José Luís Rodríguez Zapatero, respectivamente.
También los 'comunes' y los independentistas han celebrado sus actos centrales, estos últimos marcados por el rechazo a las palabras de Soraya Sáenz de Santamaría sobre cómo el PP ha “descabezado” a las formaciones soberanistas.
Preguntado por declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Albiol ha asegurado que se trataba de una referencia “desde un punto de vista político”. “Nadie puede dudar de que en España hay una clara separación de poderes”, ha asegurado.
Choque por el cambio de sede de empresas
Los soberanistas han tenido que salir al paso de las acusaciones de pérdida de inestablidad en Catalunya que los constitucionalistas achacan a la declaración de independencia. “Lo que ha generado una convulsión extraordinaria han sido las imágenes del 1-O”, ha asegurado el candidato de JXC Josep Rull, que ha negado que el proceso independentista haya afectado a la economía catalana. “¿Cesar un gobierno y poner sus consejeros en prisión no genera inestabilidad?”, ha proclamado Rull, que ha reivindicado que en su formación “somos los de la economía productiva”.
El cambio de sede social de casi un millar de empresas días antes de la declaración de independencia ha provocado duras críticas por parte de partidos como Ciudadanos, PSC o el PP a los integrantes del último Govern. “¿Qué empresas van a querer venir a Catalunya cuando su gobierno trabaja para que salgamos de Europa?”, se ha preguntado Albiol. Y Arrimadas ha planteado que C's cuenta por su parte con un “plan de choque” para que vuelvan esas empresas, que consistiría en garantizar “seguirad jurídica” y una autonomía “competitiva fiscalmente”.
A todo ello, Mundó ha reconocido que es “una mala noticia” que “una sola empresa” decida cambiar de domilio, pero ha precisado que “no se han marchado los centros productivos”, para recordar que no ha afectado a puestos de trabajo.
Los recortes en guarderías se cuelan en el debate
Pese a que las consecuencias de la hoja de ruta independentista centran el grueso del debate, algunos candidatos han introducido sus propuestas sobre gasto social para la próxima legislatura. Partidos como Ciudadanos, PSC y CatenComú han coincidido al reprochar a Rull que durante la crisis la Generalitat haya dejado de subvencionar a los municipios para el mantenimiento de las guarderías.
“Deciden recortar en la escuela pública pero siguen pagando las del Opus”, le ha lanzado Domènech, que ha propuesto una hacienda propia para Catalunya con el objetivo de “blindar los derechos sociales”. Sobre educación, Domènech ha proclamado que “la escuela pública catalana está atrapada entre los que dicen defenderla pero la recortan, y los que la acusan de todo lo que está pasando en Catalunya”, en referencia a las denuncias de C's y PP por adoctrinamiento,
El candidato de la CUP, Vidal Aragonés, ha insistido también en sus propuestas sociales y para eradicar la pobreza, como la expropiación “inmediata” de pisos vacíos, y frente a las acusaciones de que el procés ha fracturado a la sociedad catalana, ha asegurado: “La fractura social es la que existe entre la acumulación de poder y la gente que vive en condiciones de pobreza o sin trabajo”.