Los hechos delictivos denunciados en Barcelona durante los primeros cinco meses de 2022 se han reducido un 23% respecto al mismo periodo de 2019, el último año en que los indicadores de seguridad no estuvieron afectados por la pandemia. Según el departament de Interior, es importante comparar los datos con la realidad pre pandémica debido al impacto del turismo y la actividad económica. Así, si se compara con 2021, la delincuencia ha aumentado un 40% durante estos primeros meses de 2022
Estas cifras se han presentado en le Junta Local de Seguridad de Barcelona, celebrada la mañana de este jueves. Ha sido presidida por la alcaldesa Ada Colau y ha contado con la participación del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena; el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, y el director general de la Policía, Pere Farré.
El encuentro ha servido para analizar la situación de la seguridad de la capital catalana de este verano, durante el que se espera que la cifra de visitantes se equipare a la de antes de la pandemia. Por eso, Barcelona contará con un 8,9% más de efectivos de Mossos d'Esquadra para “establecer acciones preventivas” y “mantener los indicadores delincuenciales, que habían llegado a niveles muy bajos”, según el departament de Interior.
Menos denuncias y menos delitos
Durante los cinco primeros meses del año se han registrado 73.184 delitos, se han relizado 8.5878 detenciones y ha habido 19.278 investigados. Con todo, la resolución de las investigaciones ha aumentado en un 3,7%, a pesar de que las detenciones han bajado un 7,3%, debido a la reducción de los delitos. De hecho, según aseguran Mossos d'Esquadra, el 57% de detenciones se han realizado 'in fraganti'.
Respecto a la tipología de los delitos, destaca que los delitos contra el patrimonio (que suponen el 88,2% del total) se reducen en una cuarta parte, mientras que aumentan los delitos contra las personas. También crecen los delitos contra la salud pública, como sería el tráfico de drogas, que suben un 46,7%. Pero, según Mossos, este incremento no supone necesariamente más criminalidad, sino que responde a que los operativos policiales han aumentado en el último año.
Así mismo, otro tipo de delito que desciende en Barcelona son los robos con violencia o intimidación en la calle, que se reducen en un 17,5% respecto 2019. En relación con el objeto sustraído, Mossos d'Esquadra asegura que el teléfono móvil sigue siendo mayoría, seguido por los bolsos, los relojes y las joyas.
Las estafas, el segundo delito más denunciado
Dentro de la categoría de delitos contra el patrimonio se encuentran hechos diversos como son los hurtos o las estafas, siendo este último el segundo delito más denunciado en Barcelona.
Este es de los pocos delitos que no se ha visto reducido por la pandemia; de hecho, empezó una escalada creciente a partir de 2020. Esto se debe a que la mayoría de estafas (90%) se realizan a través de internet y, a raíz del confinamiento, se incrementaron las compras y transacciones económicas en la red, propiciando una mayor facilidad para este tipo de delitos.
Itinerarios seguros contra las violencias sexuales
Si bien la mayoría de delitos descienden en Barcelona, uno de los que sí crecen son los relacionados con las violencias sexuales y de género, sobre todo los maltratos en el hogar y quebrantamiento de condena.
Los datos de este año continúan la estela creciente que se viene dando durante los últimos años. Así, en 2022 y respecto a 2019 se ha dado un incremento del 31,03% de agresiones sexuales y del 11,34% de abusos sexuales.
En vista de estas cifras, los Mossos d'Esquadra han esstablecido en toda Catalunya un plan contra las violencias sexuales que, entre otras cosas, establecerá itinerarios seguros desde las zonas de ocio hasta el transporte público.
Igualmente, los cuerpos policiales están trasladando consejos y avisos a los trabajadores involucrados con el ocio nocturno, entre los que se cuentan trabajadores de discotecas y bares, pero también personal de seguridad y conductores. Con estos consejos se pretende advertir y concienciar sobre prácticas que van en aumento como la sumisión química, de la que se han registrados 288 casos en un año en toda Catalunya