La difícil relación entre la izquierda parlamentaria y los movimientos sociales, a debate

“¡Catarsis real ya!” Las palabras de Ciudadano Zero, seudónimo de un activista del 15M, dieron el tono al encuentro #Elcarreralcongrés entre diputados al Congreso de ICV-EUiA y personas vinculadas a movimientos sociales en Cataluña. Esta iniciativa inédita, propiciada por la Fundación Nous Horitzons y la Fundación l'Alternativa, tenía cómo objetivo dar voz a las reinvidicaciones de los activistas sociales para llevarlas al Debate sobre el Estado de la Nación que tiene lugar los próximos 20 y 21 de febrero, aunque sirvió en gran parte para expresar críticas e incomprensiones desde cada lado.

Los más virulentos fueron Ciudadano Zero y Celestino Sánchez, este último del colectivo de los 'Iaioflautas', que criticaron las polémicas actuaciones de Joan Saura al frente de la conselleria de Interior con el Govern tripartit, especialmente durante las manifestaciones de estudiantes en contra del Plan Bolonia. Tampoco gustó la crítica por parte de ICV de la acción “Aturem el Parlament”, convocada por los indignados el 15 de junio del 2011. “Podrían haber venido algunos diputados con nosotros fuera del Parlament”, dijo Jaume Asens, del Observatorio de Derechos Económics, Sociales y Culturales.

Por su parte, Jordi, obrero militante de CCOO en Sant Vicenç dels Horts, denunció haber sido “echado” de la asamblea del 15M de su municipio.

¿Sumar fuerzas?

Varios asistentes quisieron ir más allá de la “endogamia” entre activistas sociales y políticos e identificaron como principal reto el de dirigirse a la mayoría de la población, la que no está politizada. En este sentido, los activistas del 15M recalcaron el peligro de que los movimientos sociales sean asociados a un determinado partido político. “No todo el mundo se siente de izquierdas y si nos creemos lo del 99% tenemos que actuar en consecuencia”, sentenció Ciudadano Zero.

Pero no todo fueron críticas y la actuación de los diputados de Izquierda Plural que salieron a defender a los manifestantes de la acción ‘Rodea el congreso’ el pasado 25 de septiembre en Madrid también fue remarcada. Jaume Asens reconoció la situación difícil en la que se encuentra la izquierda parlamentaria en este “clima de discrédito” de la clase política. Les animó a adoptar una “nueva actitud, con gestos excepcionales y abiertamente rupturistas”.

El profesor de antropología de la Universidad de Barcelona Manuel Delgado, que moderó el debate, hizo un llamamiento a relativizar la dicotomía entre activistas sociales y miembros de partidos. “Muchos de nosotros somos militantes políticos y también participantes de movimientos sociales”, remarcó. “El movimientismo también merece una consideración crítica”, añadió.

Joan Coscubiela, diputado de ICV en el Congreso, pidió por su parte que se sumaran fuerzas: “si no sabemos sumar, los poderes económicos y la derecha podrán salir de la madriguera donde los tenemos acorralados en estos momentos”. Coscubiela también quiso recordar que fue su grupo parlamentario el que pemitió a Ada Colau expresarse en el Parlament y el que grabó la comparecencia a puerta cerrada del director del BCE Mario Draghi.

Una exigencia: la transparencia

El debate sobre la relación entre los movimientos sociales y la izquierda política eclipsó las propuestas de los asistentes. Albano Dante, editor de la revista gerundense ‘CaféambLlet’, que denunció la opacidad del sistema sanitario catalán, insistió en la importancia de la cuestión de la transparencia, aunque alertó de la recuperación de este término por parte de los partidos políticos mayoritarios. “Son expertos en coger estas palabras y vaciarlas de contenido”, dijo Dante, quién criticó en este sentido la decisión de varios dirigentes políticos de publicar su declaración del IRPF. “Queremos transparencia en todas partes dónde hay dinero público, y punto”, sentenció.